Un mensajero de la esperanza en casos difíciles
El Profesor Rivero aplica el Heberprot-P a paciente venezolano.
Supe que el doctor Fidel E. Rivero Fernández, Máster en Urgencias Médicas y especialista en Angiología y Cirugía Vascular y en Medicina Intensiva y Emergencias, en ambas de Segundo Grado, camagüeyano y Profesor Investigador del hospital Universitario Manuel Ascunce Domenech, de esta ciudad, estaba en Venezuela y seguía con éxito lo que aquí comenzó: la aplicación del Heberprot-P en pacientes con úlceras de pie diabético (UPD).
Contacté con él, vía Internet y sin demoras respondió a mi cuestionario. Traté de tratarlo de Usted, mas me fue imposible. Somos amigos de esos que nos tuteamos y no pude fingir. Quise conocer dónde se encontraba específicamente y me respondió:
—Estoy designado en el estado Zulia, ubicado en el occidente del país y su principal ciudad es Maracaibo. Este es uno de los más importantes desde el punto de vista socioeconómico de la República Bolivariana de Venezuela, con una población de 3,6 millones de habitantes, de hecho el mayor del país. Su economía vital es la petrolera y, como se conoce, las autoridades gubernamentales regionales están en manos de la oposición al Gobierno del Comandante Hugo Chávez.
—¿Qué tiempo llevas en Venezuela?
—Desde el 22 de julio del 2008, como parte de una avanzada de especialistas de Angiología y Cirugía Vascular, con vista a cumplir un convenio entre ambas naciones para la atención a personas con úlceras de pie de diabético, y en principio, permaneceré aquí hasta diciembre del 2011.
—Aparte de tu responsabilidad como médico de asistencia, ¿realizas otra función?
—Me dedico por entero a mi especialidad y soy asesor del Programa de Atención Integral al Pie Diabético en este estado. Así formo parte del proyecto de extensión internacional del uso del Heberprot-P en estos pacientes.
—¿Cuál es el universo de personas a tu cargo?
—Se estima que el seis por ciento de la población de Zulia, que es de 3 620 189 habitantes, padece de diabetes, o sea, 181 009 personas; la registrada con úlcera de pie diabético es del 15 por ciento, que serían 27 151 pacientes.
“Aquí se ha puesto en funcionamiento el mayor número de unidades de Atención Integral al Pie Diabético, con un total de ocho, para ofrecerles una considerable cobertura y accesibilidad a los afectados con esta dolencia.
“Las estimaciones epidemiológicas descritas denotan la elevada prevalencia de esta enfermedad aquí; ahora bien, en estos tres años hemos trabajado unidos con profesionales venezolanos de las unidades de la Red Tradicional, que incluyen a hospitales de gran nivel, como: el Universitario de Maracaibo; el General del Sur, el Coromoto, de PDVSA y otros centros con carácter ambulatorio. Aclaro que es esta la primera misión que concibió la entrada de profesionales cubanos a hospitales de este país”.
—¿Cuántos pacientes has evaluado y tratado con este producto cubano, único de su tipo a nivel mundial?
—Hemos evaluado integralmente y tratado con Heberprot-P a 2 457 pacientes, por ser diagnosticados con úlceras en sus pies de diferentes grados de Wagner, como decimos en el argot médico. De estos 1 973 fueron clasificados como neuropáticos y 484 entre los llamados isquémicos. Algo a resaltar es que observamos un volumen más elevado de personas con este padecimiento y con lesiones más complejas que las atendidas en Cuba.
—¿En qué se diferencian una lesión neuropática y una isquémica?
—La neuropática es aquella que se localiza en la región plantar, en puntos de apoyo que presentan disminución o ausencia de sensibilidad y son las más frecuentes, representan las dos terceras partes de las UPD; mientras las isquémicas se producen por la reducción del riego sanguíneo a los miembros inferiores, son dolorosas, localizadas en los dedos de los pies y de difícil cicatrización.
—¿Utilizas el Heberprot-P en ambos casos?, de ser así, aclárame la media de aplicaciones en cada una de estas situaciones y su eficacia.
—Aplicamos la terapéutica con Heberprot-P en ambas situaciones clínicas de la enfermedad. Como es de esperar la más rápida y con mejor respuesta es en las úlceras neuropáticas, con un promedio de ocho dosis. En las isquémicas requieren alrededor de 13.
—Te has enfrentado a eventos adversos, ¿cuáles son los más frecuentes?
—Los más frecuentes: el dolor en el sitio de la lesión y los temblores, en un 3,4 por ciento. De ahí la importancia de que el paciente esté normo glucémico. De esta manera son reducidas sustancialmente tales situaciones.
—¿Valora la repercusión terapéutica en los beneficiados con el Heberprot-P?
—Por supuesto, y ha sido determinante por la rápida recuperación y curación de los afectados, en tiempos cortos en relación con los registrados con técnicas convencionales.
—¿Cómo se han comportado las amputaciones por esta causa luego de utilizar el Heberprot-P y su impacto social?
—Por debajo del dos por ciento del total de las personas tratadas y hemos logrado reducir considerablemente la frecuencia de amputaciones por úlcera de pie diabético en los hospitales donde desarrollamos el Programa. En el General del Sur, por ejemplo, las amputaciones mayores se encontraban en el 68 por ciento.
“Ha habido una aceptación popular que casi es lo mismo al impacto social, con la diferencia de si son el resultado de pacientes que conocen de los resultados mediante la prensa o por el boca a boca. De cualquier manera la aceptación ha sido altamente positiva, tanto en las consultas de los hospitales y las unidades ambulatorias. Incluso, hemos atendido a pacientes procedentes de clínicas privadas u otras instituciones de diversos estados del país”.
—Publicamos un trabajo juntos aquí, en nuestro Camagüey, cuando este producto estaba en fase de ensayo clínico, ¿recuerdas? ¿Dime si aquella experiencia en tu hospital, el Manuel Ascunce, te ha servido ahora para convertirte en un mensajero de la esperanza en casos tan difíciles como estos?
—Claro que lo recuerdo. Enfrentamos escepticismos, pero se impuso la disciplina en el ensayo clínico y la evidencia científica avala estos resultados. El Heberprot-P revolucionó nuestra visión de la úlcera del pie diabético y sus perspectivas locales de cicatrización.
“Es innegable que los resultados actuales en esta misión están muy vinculados con nuestra formación en la escuela camagüeyana de Angiología y Cirugía Vascular, especialmente del grupo de ese hospital tan querido. Los excelentes logros históricos en la atención de diabéticos con úlceras en sus pies, encabezados por el Profesor Pedro Vejerano García, dirigidos esencialmente a la prevención, posibilitaron la reducción de amputaciones de los miembros inferiores por esta causa hasta un 26 por ciento en hospitalizados en el año 2005, esos eran ya los mejores indicadores publicados en Cuba.
“En el 2007, con la incorporación del Heberprot-P en la fase de aplicación controlada del producto, permitió, junto al trabajo integral anterior, una disminución de las amputaciones mayores en los ingresados por esta causa a un 18,14 por ciento, publicado en la Revista de Angiología y Cirugía Vascular del 2009, y fue el índice más bajo reportado en la literatura nacional e internacional.
“La experiencia acumulada fue imprescindible en la solución de casos muy complejos, cuyo proceso de terapia representó un excelente recurso terapéutico en nuestras manos que demuestra su efectividad aun en este medio y en presencia de diferentes tecnologías de avanzada. Confieso que siento un especial orgullo de mi condición de Angiólogo y Cirujano Vascular camagüeyano”.
—¿Qué ha representado para ti esta experiencia en Venezuela?
—Con independencia de la experiencia que sobrepasa los 20 años en esta práctica profesional, Venezuela ha sido una verdadera escuela por el alto grado de complejidad de las lesiones tratadas.
“También he tenido la posibilidad de consolidar lo vivido a través de estos años en un libro titulado: Pie Diabético. Pautas Actuales de Manejo Práctico, presentado a edición, en el cual se recogen las experiencias de galenos venezolanos y cubanos, particularmente de Camagüey.
—¿Te sientes reconocido por las autoridades sanitarias de ese país hermano?
—Sí, en lo personal recibimos el reconocimiento de las autoridades del Programa de Diabetes de la Dirección Regional de Salud y de las del hospital Universitario de Maracaibo, que es de nivel IV, uno de los más grandes de Venezuela y el mayor del occidente.
Autora: Olga Lilia Vilató de Varona
Foto: Cortesía del entrevistado
Corrección: Oriel Trujillo Prieto
3 comentarios
Fidel Rivero Fernandez -
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El Dr. Fidel tiene mucha experiencia es estas aplicaciones y agradecerá tu
comentario, un beso
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Dra. Nelly -