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Ante la COVID-19: “El amor a mi profesión me impulsa”

Ante la COVID-19: “El amor a mi profesión me impulsa”

La Dra. Yamina Rivero Fernández es la jefa de hospitalización del pediátrico Eduardo Agramonte Piña, de esta ciudad, y es la experta de enfermedades respiratorias para atender a los casos confirmados de la COVID-19 en los niños.

Contactamos a esta especialista de 2do.Grado en Pediatría, Máster en Infectología y Profesora Asistente de la Universidad de Ciencias Médicas de Camagüey, para conocer cómo es su trabajo diario en momentos de la pandemia.

Realizamos el pase de visita en el servicio de Respiratorio del Hospital Pediátrico Provincial a niños mayores de un año y menores de 18 años, a las 11 de la mañana junto con el Dr. David Rodríguez Bencomo, quien forma parte de esta comisión de expertos, nos dirigimos hacia el hospital militar Octavio de la Concepción y de la Pedraja, donde permanecen ingresados los mayorcitos positivos a la COVID-19.

En una sala del ‘Pediátrico’, habilitada para estos efectos hacen estancia los menores a la espera del resultado de las pruebas. Si alguno resultara confirmado queda ingresado en el hospital. De los que están en el “Militar”, se encontraban 15 niños con buena evolución —hasta el momento de la entrevista—, y uno de alta médica”.

¿Clasifica esta como la etapa más difícil de su desempeño como pediatra?

Sin lugar a dudas es la más difícil. Esta pandemia no tiene precedentes en nuestra época. Cumplí misión en la República de Mozambique y allá mi trabajo no fue nada fácil. Esto es lo más duro que hemos enfrentado, pero nuestro sistema de Salud no tiene comparación, es envidiable.

Una mención especial a nuestros jóvenes pediatras, esos que atienden directamente a los niños, por supuesto, bajo la asesoría de la comisión de expertos. Ellos han sido muy bien formados, son humanos y valientes.

Como a ellos, el amor a mi profesión me impulsa, se va por encima de todo, incluso del miedo. Esa es la realidad”.

¿Cuentan con los medios de protección?

Sí y, además, estoy feliz de dar lo mejor de mí, le confieso que mi familia estaba temerosa de que yo asumiera este reto, pues padezco de una inmunodeficiencia para la cual llevo mi tratamiento y ahora estoy estable. Me cuido mucho, uso todos los medios de protección en mi sala, en el hospital militar no veo directamente a los positivos, asesoro el trabajo de nuestros especialistas en Pediatría que están a cargo.

La máscara de protección fue de las donadas por el grupo DiseñarArte, liderado por la diseñadora Luria Paz Delgado y su esposo: Aldo López Guerra. Al final una entrevista en audio ofrecida como cortesía de la colega Yamylé Fernádez Rodríguez.

¿Quién la espera en casa?

Mi familia en casa son mi esposo y mi hijo. Mi esposo trabaja en Sudáfrica, hablamos todos los días y me da mucho apoyo, en estos tiempos se ha convertido en mi asesor, es ingeniero civil pero un médico frustrado, me busca las publicaciones más relevantes acerca de esta nueva enfermedad. Mi hijo es un joven de 16 años que cursa el 10mo grado en el preuniversitario Álvaro Morell, un excelente estudiante y en esta etapa me ayuda en todas las tareas domésticas.

Tengo a mi madre querida de 81 años, a quien debemos proteger, es una mujer muy inteligente y cuyos consejos resultan esenciales para mi vida y mi trabajo; y mi hermana Glorita, arquitecta y un ser humano excepcional, igual constituye mi apoyo en todo momento. Este aislamiento nos mantiene alejados físicamente, pero con el corazón latiendo al unísono, tengo mis sobrinos que adoro y mis hermanos amados que no están en Cuba, eso sí nos comunicamos y nos damos apoyo.

De manera muy particular mi niño me recibe al llegar a casa, y me pide le informe detallado de cómo están los niños que atiendo. Se preocupa por ellos”.

¿Algún consejo para la familia camagüeyana?

Mantener el aislamiento social, como nos ha pedido la dirección del país. Cuidar a nuestros infantes, en el seno del hogar están seguros, y ante cualquier síntoma que noten, no solo en los niños sino a cualquier edad, acudir a su médico de la familia enseguida. Así se estarán protegiendo todos y sus niños también.

Además de lo vivido desde la aparición de la COVID-19, ¿recuerda algo especial en el transcurso de su carrera?

Mi graduación en 1988, en La Habana, con nuestro Comandante en Jefe Fidel Castro, es algo inolvidable y un compromiso a la vez. Tengo el orgullo de pertenecer al primer contingente Carlos J. Finlay, y me gradué como especialista en Pediatría en 1991 porque fui vía directa.

Si volviera a nacer, otra vez sería médico pediatra, puede estar segura, y repetiría lo que hago hoy”.

 

Autora: Olga Lilia Vilató de Varona (Cuqui)

Fotos: Cortesía de la entrevistada

Entrevista en audio: Cortesía de Yamylé Fernández Rodríguez y tomada de Adelante digital.


El “Manuel Ascunce” se ilumina y vislumbra la esperanza

El “Manuel Ascunce” se ilumina y vislumbra la esperanza

Días difíciles nos han tocado los corazones, y me refiero a los de todo el mundo. Unos, los más “fuertes” porque dependen de una economía casi a prueba de todo, han padecido de una lasitud que quizá ni imaginaron. Otros, más acostumbrados a enfrentar los avatares de naciones empobrecidas, bloqueadas o con sus recursos explotados por “extraños”, lo sienten, lo padecen más.

Es muy difícil que un ser humano cualquiera esté ajeno a esa feroz pandemia COVID-19 de la que no cesamos de oír, hablar e inquietarnos por tantas malas noticias. Es muy difícil que alguien mantenga su memoria vacía de recuerdos relacionados con su salud y de quienes les han curado sus heridas físicas y hasta las del alma.

En cada centro asistencial de la Salud Pública cubana y a nivel internacional se han vivido a través de los años momentos límites; en la actualidad la grave situación atañe a todos a la vez, se me antoja como una guerra sin armas de fuego. Mas, como los seres humanos llevamos encima una “coraza” —no sé de qué, pero la llevamos—, buscamos el modo de asirnos con manos y dientes para seguir con nuestras existencias.

Los artistas no han cesado de llevar su arte a través de los medios de comunicación, de las redes sociales, siempre con un aura de esperanza, los maestros se han multiplicado para que niños y jóvenes continúen sus aprendizajes desde sus casas, y ¿qué decir de los trabajadores del sector de la Salud?

Ellos trabajan sin descanso a riesgo de sus propias vidas; unos al lado de personas contagiadas, sospechosas o bajo vigilancia; otros, en su día a día con el peligro igual por ser esta una enfermedad que no se ve y a veces no se siente hasta que ya ha sido esparcida a quienes rodean al enfermo.

Quienes visten batas blancas en Cuba todos los días se caracterizan por su entrega, su solidaridad, su humanismo y algo no menos importante: su humildad.

¿Cómo imaginar siquiera que en momentos así el colectivo de un hospital que está entre los cinco más grandes de Cuba, con sus 2 207 trabajadores, de estos 674 médicos, 557 personal de enfermería, 64 tecnólogos de la Salud, sin obviar los más de 140 que ofrecen sus servicios en más de 35 países, la mayoría con la COVID-19 como la espada de Damocles, iba a hacer un lindo homenaje al pueblo, a ese que les aplaude cada noche a las nueve para agradecerles y también a quienes integran la Organización de Pioneros José Martí y a la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), por sus aniversarios 59 y 58 mañana 4 de abril?

Directivos, trabajadores, familiares y los ingresados aptos para hacerlo (estos últimos desde los balcones), aplaudían a las 9 de la noche, como gesto de agradecimiento al pueblo cubano que tanto les agradece.

Ese hospital, que de todos los clínico-quirúrgicos del archipiélago cubano registró la cifra más alta de intervenciones quirúrgicas al cierre del 2019, con 27 mil 463, ese se iluminó hoy a las nueve de la noche con su nombre: hospital universitario Manuel Ascunce Domenech, fue una noche diferente, de emociones, de recuerdos y sobre todo, de agradecimientos de los unos a los otros, algo que caracteriza al buen cubano y que sin conocerse le tiende la mano al más necesitado en tiempos espinosos.

Esta muestra de sencillez de tantos provoca que volvamos la vista hacia la esperanza de regresar a la normalidad, a la de abrazarnos de verdad y a la de besarnos de verdad, que pensemos de nuevo en cosas que ya no nos eran importantes, en mi caso que dejó de interesarme que nací en una linda ciudad, pero sin mar, ahora lo he recordado de una manera más profunda e intensa, he vuelto a fijarme en las nubes y en sus formas, en los diferentes verdes de la naturaleza...Gracias a ese colectivo que nos ha dado tanto!!

Autora: Olga Lilia Vilató de Varona

Fotos: Alejandro Rodríguez Leiva/de Adelante



Pareciera que COVID-19 apareció para remover conciencias

Pareciera que COVID-19 apareció para remover conciencias

A pesar de las noticias que corrían desde China primero y que luego fueron expandiéndose por el mundo como una lógica consecuencia producida por el coronavirus COVID-19, declarado como pandemia el 11 de marzo por la Organización Mundial de la Salud (OMS), pensaba que sabía casi todo del Dr. Leosvel Pérez Gutiérrez, quien cumplirá sus 48 años en julio de este año, y que tiene cinco hijos. Son ellos: Leosbel (20 años) y Lisbel Pérez Álvarez (de 13), y Yanisvel, de cinco años, Yenisvel, de cuatro y Yosvel de un año, y su esposa es Yania Ocampo Rosales.

Conocía también que trabajaba en la policlínica Mario Muñoz Monroy de su municipio de Vertientes, que cumplió misiones internacionalistas en Guatemala del 2006 al 2008, en Venezuela en el 2010 y en Guinea Ecuatorial desde el 2016 al 2018 y que siendo casi un niño estuvo en Bulgaria y Checoslovaquia por un viaje de estímulo en 1985. Fue Vanguardia Nacional de la Organización de Pioneros José Martí (OPJM) en 1984.

Y de pronto me “aparece” por la red social Facebook desde Lombardía, Italia, cuya capital es Milán, sitios que siempre observamos desde la distancia como casi perfectos, desde algunos puntos de vista, como su economía y su cultura, donde el coronavirus COVID-19 ha hecho estragos horrendos. No niego que me preocupé como en ese 2014 cuando permaneció durante seis meses en Sierra Leona, África, en el enfrentamiento al Ébola http://cuquisalud.blogia.com/2014/112201-una-parte-de-este-oasis.php

; sin embargo, él mismo me dio tranquilidad.

Lo contacté vía Internet y luego de darle un tiempo para que desacansase, nos comunicamos para esta necesaria entrevista.

Él comenzó así:

Estábamos alerta a lo que ocurría en el mundo y nos preparamos psicológicamente en cuanto a las medidas que se adoptarían en el país. Y bajo esta circunstancia nos piden la disposición, la damos o no es como queramos, y así nos enrolamos en una determinación difícil otra vez, la anterior sabes fue contra el Ébola, en Sierra Leona, África.

Nos prepararon con las medidas de protección, informaron la situación actual, los protocolos de tratamiento, en fin, dimos nuestra disposición sin saber en detalles para dónde íbamos. Terminamos los preparativos por parte de los expertos del Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí, de la capital. Nos dieron las herramientas para iniciar este gran reto”.

¿Imaginaste que irías a Italia?

Confieso que no lo imaginé, se nos dijo unos días antes.


¿Cómo describirías este paso?

Asumimos la tarea como un gran compromiso. Profesionalmente significa otra experiencia que nos elevará el nivel de preparación con estudios, comparaciones... se descubrirán cuestiones distintas, será consolidado el uso de medicamentos. Nuestra intención es defender el prestigio que se ha ganado la Salud Pública cubana.

Esto no quita que sintamos miedo, algo humano que permite asimilar la situación que vivimos, cumplir con las medidas de protección y seguir el protocolo que nos garantiza el cuidado. Los enfermos, que temen también, ven en nosotros ese apoyo, ese aliento y esa esperanza que tanto necesitan para sobrevivir.

Por lo general, lo nuevo puede atemorizar, más si de una enfermedad se trata, pero en la medida que uno ve a los pacientes, los trata, los medica, va adaptándose.

Desde nuestra llegada recibimos muestras de agradecimiento, esperan que ayudemos a enfrentar tan difícil situación. Y hasta en la despedida en La Habana, en el aeropuerto José Martí, los italianos que viajarían con nosotros nos aplaudían como muestra de apoyo, fue un gesto muy bonito".

En el aeropueto José Martí, de La Habana, cuando recibían los aplausos de italianos que viajarían en el mismo vuelo.

¿Dónde estás laborando?

La mayoría del personal cubano trabajará en el hospital de campaña o de campo, como aquí le llaman, con la asesoría de los nacionales, que llevan el control computarizado y estadístico de cada detalle, los recursos, la logística.

Lo organizativo está a su cargo, el idioma no ha sido obstáculo. Hablan muy despacio y para que nos entendamos, algunos lo hacen en español y hay enfermeras cubanas contratadas”.

Hospital de Campaña o de Campo, como le llaman en Italia.

Si te pido comparar el trabajo con el del Ébola…

Esta enfermedad no entiende de ricos ni de pobres, ni de uno u otro nivel. Afecta a cualquiera, atañe a todos a nivel mundial y la vida lo está demostrando. No es comparable con el Ébola. Entonces entrábamos a la sala, le hacíamos rápido los procederes al paciente y permanecíamos entre una hora y media, cuando más dos y salíamos. Ahora se trata de un turno íntegro, con alrededor de 36 pacientes, entre seis y ocho horas, y en el turno de la madrugada, 12. Resulta muy agotador permanecer con el traje, nasobuco, espejuelos... que comprimen y molestan.

Los atendemos con cuatro enfermeras (os) y cuatro médicos en dos turnos en el día, y por las noches son asistidos con cuatro médicos y tres enfermeras (os). Eso te da la medida de que rota un número significativo de cubanos y ellos se mantienen en la mañana y la tarde. Nos asesoran en cuanto al idioma, nos ayudan en las entrevistas con los pacientes y llevan el control.

Somos 18 médicos, 15 enfermeros, un clínico, un epidemiólogo que nos asesora y ayuda en la bioseguridad. Hay clínicos, intensivistas, neumólogos en el hospital público que te envío en una foto, algunos hablan el portugués, francés, inglés. En total somos 50, más el jefe de la misión y el logístico”.

¿Cómo ha sido la interacción con el personal de la salud italiano?

De una manera muy sensible nos aprecian, nos agradecen. No sabemos si es por la necesidad actual, pero no notamos individualismos. No sentimos rivalidad profesional, todo lo contrario.

Imagen del hospital público del municipio de Crema, de Lombardía, Italia.

¿Qué puede haberles fallado?

Sacamos conclusiones como que les falló el sistema de alerta temprana, y el control epidemiológico al momento del brote de la enfermedad. No se dio seguimiento a los viajeros ni se aislaron los contactos de los infestados y no solo en este país, ha sucedido en otros.

Además, la situación del envejecimiento demográfico en una enfermedad en que los mayores de 60 años son los más vulnerables constituye otra dificultad. En países más pobres, donde la esperanza de vida es menor no ocurre así.

Y pensamos también que no se extreman las medidas sanitarias. No les agrada el uso del cloro por lo irritante que resulta en este clima, eso también favorece la expansión de la enfermedad.

Contrasta con Cuba en mucho. La Atención Primaria de Salud (APS), con los consultorios de la familia, es un tesoro. De manera general los profesionales de la Salud constituimos una gran fortaleza. Es innegable, nuestra mayor riqueza, así como el pueblo; un país pobre, bloqueado y rico en potencial humano”.


¿Qué mensaje le enviarías a tu Vertientes, tu Camagüey, tu Cuba?

Que cada uno sea disciplinado, siga las indicaciones de las autoridades del país, solo salir de sus casas a lo necesario, cumplir al pie de la letra las medidas higiénicas y, sobre todo, confiar siempre en el sistema de Salud.

¿Y a tu familia?

Sé que está tranquila y confiada. Su cuidado allá sabe es crucial para mi buen desempeño aquí, y sé que un grupo de compañeros garantiza su atención. Se han activado las listas de amigos en las redes sociales, aumentan cada día las solicitudes de amistad.

Sobre todo, tienes que cuidarte…

Sí… ese consejo se ha hecho viral en los mensajes y lo agradecemos. Nos llegan de todas partes del mundo. Solo te reitero que pretendemos mantener nuestro trabajo a la altura requerida y ser consecuentes con la expectativa del pueblo de Italia y las otras naciones en las que ofrecemos servicios.

Esto tomó al mundo de sorpresa, pareciera una manera de remover conciencias”.

Autora: Olga Lilia Vilató de Varona

Fotos: Cortesía del entrevistado

Sobre la pesadilla actual y mundial: COVID-19

Sobre la pesadilla actual y mundial: COVID-19

Por razones de trabajo, fundamentalmente, no he podido mantener actualizada esta página, acerca de los detalles del coronarirus COVID-19, declarado pandemia el 11 de marzo del 2019 por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Es por eso que quienes entren a este, mi blog de Salud, encontrarán un link que los llevará a lo publicado en mi periódico digital: Adelante.cu

Gracias

Alertas ante COVID-19

http://www.adelante.cu/index.php/es/component/tags/tag/5738-covid-19