Visitó el Ministro de Salud unidades camagüeyanas del sector
De idea formidable calificó el doctor José Ramón Balaguer Cabrera, miembro del Buró Político y ministro de Salud Pública, el Centro de Equinoterapia “Jardín de Sueños”, de Camagüey, único de su tipo en el país por sus características integrales en la rehabilitación de niños discapacitados, al visitar diferentes unidades del sector durante dos días de estancia aquí.
El criterio del Ministro del ramo estuvo avalado por la importancia que el Estado cubano ofrece al quehacer relacionado con cualquier afectación o discapacidad en los infantes, sin olvidar cuánto bien se le brinda además, a los padres y familiares de éstos, y destacó el bajo costo de la inversión ubicada en el entorno del Casino Campestre.
Los trabajadores del sector deben tener características especiales como ha aspirado siempre el Comandante en Jefe Fidel Castro, abundó Balaguer Cabrera; sin embargo, aquí la labor tiene que amarse con sentimiento de madre y de padre, con nobleza y una paciencia enorme, además de ser una tarea agotadora física y mentalmente.
En esta oportunidad el Profesor Consultante Manuel Oliva Palomino, pediatra de renombre, en conversación con el Ministro aseguró que: “Esta misión hay que empujarla con el corazón”.
En el hospital clínico-quirúrgico Amalia Simoni conoció de primera mano el funcionamiento del cuerpo de guardia y la cocina, ambos remodelados recientemente.
Pese a que siempre quedan cosas importantes por resolver, en varias de sus salas Balaguer Cabrera intercambió con los allí ingresados y sus acompañantes y al interesarse por la calidad de los servicios recibió palabras de elogio hacia esa institución, pese a su deterioro estructural. Conversó además, con estudiantes de la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM), provenientes de Brasil, Ecuador, México, Nicaragua y Panamá. Ellos opinaron favorablemente acerca de la excelencia de sus profesores y aseguraron: “Mientras más preguntamos, más gusto tienen en ofrecernos sus conocimientos”.
El doctor Balaguer Cabrera conoció acerca de las perspectivas para seguir mejorando las obras de reparación del centro, teniendo en cuenta también sus redes hidrosanitarias, en esa, la primera instalación de la Salud inaugurada por Fidel en el país el 27 de noviembre de 1959.
Una visión detallada de los principales indicadores de la Salud Pública de esta provincia, le fue dada a conocer en la Casa de Gobierno, con la presencia de su presidente Luis Ynchausti, Eduardo López Leyva, miembro del Buró Provincial del PCC y Luis Estruch, viceministro del ramo, al frente de una comitiva de 34 expertos en funciones de una inspección ministerial a la provincia.
Durante los primeros cinco meses de este año la tasa de mortalidad infantil fue de 5,4 fallecidos por cada mil nacidos vivos, y hubo una muerte materna.
Al encuentro asistió el consejo de dirección de Salud Pública en la provincia, al igual que los directores municipales del sector, directivos de la Universidad Médica Carlos J. Finlay, entre otros.
En el policlínico Julio A. Mella el Ministro destacó la participación que tiene la salud comunitaria y familiar en los resultados epidemiológicos y en el nivel de infestación del mosquito Aedes aegypti, mediante el autofocal y cómo en la atención primaria de Salud son resueltos los principales problemas higiénicos y evitadas muchas de las enfermedades causantes hasta de la muerte en no pocos países.
En conversación con educandos argentinos y salvadoreños, el Ministro explicó la importancia del contacto con el paciente, por ser éste la principal base material de estudio, y es cuando comienza a desarrollarse el pensamiento médico, dijo, y calificó la entrevista al paciente como determinante y científica a la hora de diagnosticar el padecimiento.
Abordado por pacientes que esperaban ser atendidos, el doctor Balaguer conoció de la entereza humanitaria, la entrega y amor profesados por quienes ahí laboran. Estuvo además, en el policlínico José Martí.
En esa comunión de edificaciones nuevas, otras reparadas y conservadas, con algunas que datan de 1908, fecha en que comenzó su construcción, que exhibe el hospital pediátrico provincial Eduardo Agramonte Piña de esta ciudad y que ofrece este tipo de servicio desde la década del ‘60 del pasado siglo, el doctor José Ramón Balaguer conoció que en su cuerpo de guardia son atendidos alrededor de 200 infantes diariamente, cifra que ha disminuido en relación con años anteriores, por el nivel de resolución en los policlínicos y en los médicos de la familia, o sea, en la atención primaria.
El Profesor Consultante Manuel Oliva Palomino y el doctor Juan Carlos Arranz Pozo, este último jefe del servicio de Oncopediatría, detallaron cómo ese servicio, de referencia para otras provincias, enfrenta poco más de 20 nuevos casos de niños con cáncer por año, cuenta con 10 camas y dos cubículos de aislamiento, y emplean tratamientos combinados con vacunas terapéuticas junto a la quimioterapia, al que los pacientes responden muy bien.
Aseguraron además, que por primera vez se aplica en un adolescente con un Linfoma No Hodgkin a células B, el Rituxumab, anticuerpo monoclonal de última generación con una respuesta excelente que actúa a nivel del CD-20.
En el libro de visitantes de esa sala, Balaguer Cabrera escribió: “…compensa el dolor de todos que los hombres y mujeres que aquí trabajan se entregan en cuerpo y alma para la búsqueda de soluciones… Los padres sientan el agradecimiento infinito hacia estos hombres y mujeres por esa conducta preñada de solidaridad humana y amor”.
Con la visita al hospital universitario Manuel Ascunce Domenech citadino, concluyó el recorrido, acompañado por Julio C. García Rodríguez, miembro del Comité Central y su primer secretario en esta provincia.
“Felicidades. Les falta muy poco para convertirse en Centro de Excelencia. Ese fue siempre el objetivo de estas instituciones concebidas por Fidel. El Colectivo Moral es el primer paso, la próxima vez que firme este libro será en ese momento”. Así anotó Balaguer Cabrera en el libro de visitantes del Centro Oftalmológico Carlos J. Finlay, adscrito a este hospital clínico-quirúrgico.
La ocasión resultó propicia para que el Titular del sector supiera de los 14 transplantes de córnea realizados en lo que va del 2010; de las 17 mil 400 intervenciones quirúrgicas desde su inauguración hace cuatro años y 3 mil 200 en el transcurso del actual, en su unidad quirúrgica de ocho posiciones además de la dedicada a la cirugía refractiva, todo al servicio también de pacientes provenientes de Ciego de Ávila y Las Tunas.
Por otra parte, en el Centro de Nefrología, calificado como uno de los mejores de América Latina y perteneciente al mismo hospital, se supo que cinco transplantes renales fueron efectuados durante este año y que con 20 riñones artificiales aplican unas 1 700 hemodiálisis al mes, todo sin costo alguno para los enfermos, mientras cada una cuesta alrededor de 300 pesos.
El doctor Raúl Cepero Morales, director del “Manuel Ascunce Domenech”, informó que fueron materializadas13 mil intervenciones quirúrgicas en el primer semestre del año en curso, en 22 quirófanos en óptimo estado y dijo además que todos los departamentos ostentan la condición de Colectivo Moral, lo cual posibilita que la institución hospitalaria pueda alcanzarla en pleno, por supuesto, si la población lo respalda por el buen desempeño en los servicios.
Balaguer Cabrera estuvo al tanto de los detalles que favorecieron un ahorro de cinco millones de pesos en el primer semestre del año en ese hospital docente, sin afectar la cantidad de actividades sino aumentándola, así como con una mejor calidad.
En cada una de sus intervenciones reiteró la necesidad de convertir la cultura económica en conducta diaria, tarea de primer orden en el sector de la Salud, sin perder los logros alcanzados hasta hoy, ni tampoco el nivel en la formación de profesionales y técnicos, por ser éstos los que resuelven los problemas fundamentales de la salud en Cuba y buena parte del mundo. Nuestro país ofrece estos servicios en más de 70 naciones.
Otro reto ineludible mencionado fue el que la calidad de las asistencias brindadas no dependa sólo de la tecnología de punta. El método del diagnóstico clínico no puede ser relegado, todo lo contrario, debe ser científico y decisivo, cuestión bien demostrada por nuestros galenos en tierras lejanas y olvidadas, y de esta manera han logrado disminuir indicadores de mortalidad infantil y materna, entre otras.
Autora: Olga Lilia Vilató de Varona
Foto: Otilio Rivero Delgado
Corrección: Oriel Trujillo Prieto
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