Amor de otro tiempo, no importa, amor igual
Cualquiera, hasta el más sedado, recibe encima un cubo de agua sucia y reacciona, mas eso no sucedió así hace más de 60 años. Rafael Ángel y Olga Emilia vivían cerca, muy cerca. Él, 20 años mayor, con una bonita apariencia y una elegancia muy suya a la hora de vestir le cambió en segundos.
Iba por la calle Joaquín de Agüero, del reparto La Vigía, donde vivían ambos. Él, impecable, como siempre, dirigía sus pasos hacia un almuerzo. Al menos así lo contaba. Ella, muy blanca, pelo negro, delgadita y con par de ojos como cuentas de esmeraldas en su faena de limpieza, lanzó el agua sucia sin mirar y lo bañó, así de fácil, lo volvió una sopa de no sé qué.
Los dos contaban, y digo contaban porque él falleció hace siete años y ella vive, pero sin recuerdos coherentes, que él, muy caballeroso no dijo palabra alguna, se sacudió un poco, como pudo y regresó sobre sus pasos. Ella, muerta de la risa y coloradita a más no poder se escondió detrás de las persianas de la ventana.
Al rato Rafael Ángel volvió, sí, pero por la acera de enfrente. Él decía que iba muy orondo para aparentar que nada en lo absoluto había ocurrido. Con el rabo del ojo supo que Olga Emilia esperaba pacientemente tras la ventana. Esperaba por su regreso.
Ese día él se fijó en ella y ella en él. El amor tocó a sus puertas. ¿Cómo siguió la conquista después?, no lo supe en detalles. Tuvieron dos hijos y seis nietos; un bisnieto y una bisnieta llegaron después. Ah, cuando dieron la buena nueva a la familia acerca del matrimonio ya los papeles estaban en camino. Claro, abogado él, era asunto de minutos. Fueron directo camino al altar de la Iglesia de San José, del propio reparto, un 24 de agosto.
¿La diferencia de edad? No, eso no fue un problema. Solo un día en La Habana, en plena Luna de Miel, ella se vistió color rosa y se peinó muy juvenil, como le correspondía, y él pensó: Parece una niña. Por eso se preguntó: ¿Cómo se lo digo para no disgustarla? Entonces se decidió y le dijo: ¿No te parece que estás muy primaveral? Ella, sin mediar palabra cambió su atuendo. Esta vez lo escogió muy bien, parecía toda una Señora.
Nunca más Rafael Ángel sintió esa angustia, nunca más Olga Emilia cambió su vestidura. Creo que solo de mirarse sabían qué quería el uno del otro. Ese cubo de agua sucia les trajo el amor de otro tiempo, no importa, amor igual, y hoy Día de los Enamorados o de San Valentín, como se llame, lo recordé todo muy rápido y quise regalar parte de esa intimidad familiar. ¿Separados?, Sí, solo por la muerte, si lo sabré yo que soy la hija.
Autora: Olga Lilia Vilató de Varona
Foto: Del álbum familiar
Corrección: Oriel Trujillo Prieto
Nota: Hoy saqué de contexto el tema de mi blog por ser 14 de febrero, el Día de los Enamorados o de San Valentín porque mis padres, fueron todo un ejemplo de amor, respeto y dedicación, no solo entre ellos, sino hacia mí y mi hermano, algo que quise compartir con ustedes. Aunque a decir verdad, el que ofrece y recibe amor también tiene salud, ¿sí o no?
21 comentarios
Cuqui -
De todas maneras comparto que este alcanzó Premio en el Coloquio de la Prensa Escrita en Camagüey 2012, especialmente en Periodismo Digital.
Lo hago saber sin vanidad personal alguna, solo con el orgullo de haberlo logrado con esta historia real de esas personas tan maravillosas que me dieron la vida: mis padres.
Cuqui -
Entraré de nuevo a tu blog. Veré la sorpresa.
Otro beso para ti.
Gelois -
Te invito a un cafecito por mi bebé-blog de Cuba, te encontrarás una sorpresa.
Te prometo que habrá más. Vale?
Un beso,hermana.
http://cubagelois.blogspot.com.es/ Fotos de mi tierra
http://gelois49.blogspot.com.es/ De Cultura en General
Cuqui -
Con todo y mis problemas me has alegrado un poco, qué linda y sí, tu cubo de agua no demorará y seguro será el mejor como tú lo mereces, otro besito
Carmen Luisa Hernández Loredo -
Cuqui -
Agradezco infinitamente su entrada al blog y su comentario. Por supuesto, sus elogios también y sí, como usted dice, este fue un ejemplo de amor y también de decencia, así lo pienso.
Gracias de nuevo.
Bertha Porro García -
Cuqui -
Sí, tuviste esa suerte de conocerlo y sabes los padres, que como digo siempre, me "tocaron". Él contó con el apoyo incondicional de mi madre, tenía un respaldo inmenso y pienso igual que tú y cito tus propias palabras: "el principal sustento de nuestro pais es la formacion familiar, sobre la cual todo se establece", besos.
Cuqui -
Deseo pasaras un feliz 14 de febrero en el amor y la amistad, lo mereces en ambos casos, besitos.
Justo de Lara Abad -
Xonia Dalacio -
Cuqui -
De hecho estabas tan cerca de la familia que vivías en la casa de nuestros abuelos, que siempre fue la tuya, claro, no soñabas con nacer cuando aquello, ja ja ja, eres 10 años más joven que yo.
Primito, me alegra tu entrada al blog, y más aún tu comentario, besitos miles.
Cuqui -
Me alegra te haya gustado. Sé que con tus padres fue igual, un bello amor, por supuesto, sin el cubo de agua, eso no es muy común, ja ja ja.
Como siempre te agradezco tus entradas y lindos comentarios, un besito.
Mario -
Nelly -
Cuqui -
Ja ja ja, me da risa eso de la maduración, ojalá no me pudra pronto. Y gracias por eso de preciosa hija, pero creo que es imposible retribuirle a ellos cómo fueron con nosotros. La verdad, me "tocaron" unos padres muy especiales, y claro que sí, puedes compartirlo en tu Muro.
De hecho mil gracias por entrar, comentar y compartir, un beso.
Angel Mendoza -
Me río solo aquí..., se me ocurrió pensar que "estás madurando mucho", jejej.
Bonita historia la del amor de tus padres y preciosa hija que es capaz de compartirla con todos!!!. (Con tu permiso, voy a hacer un link y compartir tu historia en mi muro de facebook, los créditos, todos tuyos, claro!!!)
Cuqui -
Sí, fui una niña muy feliz y precisamente por eso, porque me "tocaron" unos padres maravillosos.
Felicidades para ti también.
Gracias por entrar y más aún, por comentar.
Cuqui -
No creas eso, todavía quedan amores así, mira el mío, ja ja ja, y lo más común es que aparezca cuando uno menos lo imagina. A mí me pasó así. Verás que un día me darás la razón. Gracias por entrar al blog y por comentar. FELICIDADES!
María del Carmen -
Enrique Milanés León -