La prevención del suicidio, una reflexión de hoy
Hoy, 10 de octubre, Día Mundial de la Salud Mental encontré un buen pretexto para acercarme al doctor Carlos Morán Giraldo, especialista en Psiquiatría y director del hospital Psiquiátrico René Vallejo, de la ciudad de Camagüey, Cuba.
Como en un trabajo publicado aquí hace muy poco, precisamente por el Día Mundial de Prevención del Suicidio, se reflejó este como un problema de salud preferí abordar el tema desde el punto de vista preventivo y así no volver sobre las cifras que muestran instituciones internacionales como la Organización Mundial de la Salud o la Panamericana de la Salud (OMS-OPS). El doctor Morán, conocedor del tema accedió gentilmente a mi propuesta.
—¿Qué debemos tener en cuenta para prevenir el intento, la conducta o el suicidio?
—Algunos de los elementos importantes son los mitos que hay relacionados con la conducta suicida. Por ejemplo: el que lo dice no lo hace. Eso es un grave error. Quien lo comenta es una persona que de alguna manera está pidiendo ayuda y muchos familiares, amigos y compañeros de trabajo minimizan la situación y no le creen, mientras que es una llamada de auxilio, para decirlo de algún modo, porque no le ve salida a alguna situación y busca escape al problema.
“Otro es: el que se quiere matar no lo dice. Falso igual. Los seres humanos estamos orientados a vivir no a quitarnos la vida, incluso, personas que sobrepasan los 80 años están agonizando y luchan contra la muerte. El suicidio es la decisión errónea de una persona para solucionar sus dificultades precisamente cuando no encuentran ayuda. Hay quienes no lo dicen con palabras y sí con actos, gestos y conductas.
“También es un error que todo el que se suicida es un enfermo mental, nada que ver. No es así. Hay motivos pasionales; en los adolescentes hay malos manejos en el embarazo en edades tempranas, las relaciones de parejas mal manejadas en esas edades y con conflictos importantes y en ocasiones la solución es intentar contra su propia vida, que a veces lo consigue y otras no, pero es una conducta suicida”.
—¿Puede que en algunos de los casos solo sea un llamado de atención?
—Desde luego, pero en ocasiones lo consigue aunque no sea el propósito en sí.
—¿Si hablamos del tema con alguien denominado dentro del grupo de riesgo no lo incitamos a que lo haga?
—Tampoco es cierto, eso sí, es importante hacerlo con una persona entrenada y facultada para orientar acertadamente, porque un término mal manejado puede empeorar la situación.
“Hay quienes dicen: quien se suicida está deprimido. No, otro error. No siempre tiene un cuadro depresivo de base”.
—Si no tenemos los mitos en cuenta, ¿qué puede suceder?
—Se corre el peligro de que se materialice el lamentable suceso.
—Ya sabemos que la conducta suicida no es una enfermedad; no obstante, ¿podríamos considerar que hay factores de riesgo?
—Cómo no y muchos. Son las personas que entran en la conducta suicida y ahí sí encontramos un buen número de deprimidos, ven las cosas difíciles como imposibles y sobrevaloran lo problemas.
”Están los que lo han intentado ya. Un elevado número de los casos consumados lo quisieron hacer antes. Al que lo presagia hay que prestarle atención y llevarlo a un especialista. Aquellos que amenazan con quitarse la vida son vulnerables y sobre todo en situaciones de crisis. Esas son personas muy frágiles con pocos recursos psicológicos.
“Los portadores de perturbaciones mentales, ya sea una esquizofrenia, trastorno de la personalidad…, son muy sensibles. Cuando hay cambios bruscos en el comportamiento hay que estar pendiente y sobre todo en los adolescentes se ve mucho la irritabilidad, la hostilidad. En ellos la depresión se enmascara con el malhumor, el disgusto, la insatisfacción y se muestran incomprendidos.
“Los alcohólicos con una repercusión social importante son propensos a este suceso. Ellos son enfermos y son rechazados; la sociedad no los admite como enfermos y llegan al suicidio. Hay que atenderlos como tales. En realidad todas las adicciones llevan a este riesgo y lo mismo ocurre con las disfunciones sexuales de curso prolongado.
“Los pacientes con enfermedades crónicas y dolorosas. También los ancianos que viven solos. Ellos no tienen incentivos en la vida y buscan el suicidio, incluso, algunos con familias y se sienten una carga pesada para ellas”.
—Ustedes como especialistas pueden actuar con éxito ante alguna de estas situaciones, pero ¿si una sola persona presenta varios factores de riesgo?
—Cuando uno encuentra estos factores de riesgo por separado uno puede acceder y mejorar la situación, si sucede lo que me preguntas entonces la situación es más compleja. Al confluir varios factores de riesgo es mucho más difícil, por ejemplo, cuando un anciano vive solo, tiene un cáncer y está deprimido…, ahí el actuar es más confuso.
—He sabido de familias en que el suicidio ha sido la solución en varios de sus integrantes, ¿a qué se debe esto?
—Es una conducta que puede imitarse, no es que se herede, pero se aprende.
—¿Puedes definirme el concepto de Salud Mental?
—Es un elemento del de salud. Para que se entienda mencionaré qué dicen los expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). La salud mental está definida como un estado de bienestar en el cual el individuo está consciente de sus capacidades, puede afrontar las tensiones normales de la vida, trabajar de manera productiva y fructífera y, además, es capaz de hacer una contribución a su comunidad.
“O sea, que tal sentencia está en correspondencia con la tesis de salud figurada en la Constitución de la OMS: “La salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente radica en la ausencia de afecciones o enfermedades.
“No olvidar que también influye la espiritualidad, la dignidad y la moral de las personas”.
—¿Cómo es el comportamiento del suicidio en Cuba?
—No es diferente a lo que recoge la literatura de otros países. El intento suicida tiene una tendencia al incremento. Generalmente predomina en etapas tempranas de la vida el intento y en edades más avanzadas el suicidio. Se suicidan más los hombres y lo intentan más las mujeres.
Autora: Olga Lilia Vilató de Varona
Foto: Otilio Rivero Delgado
2 comentarios
Cuqui -
Sí, cuando esas cosas ocurren son muy dolorosas, por eso es que debe insistirse en la prevención. Hay que vivir amiga. Otro abrazo para ti y mi aburrrrrrrrrrr
Esperanza Manresa -