Eddy enfrenta el Zika sin complicaciones
Eddy Reyes Lang, licenciado en Laboratorio Clínico, del municipio de Florida, de Camagüey, es muy disciplinado. No se atrevía a salir de debajo del mosquitero, solo nos complació al fotógrafo y a mí; él permanece ingresado en el hospital clínico quirúrgico Amalia Simoni, donde son acogidas personas con este tipo de afecciones y epidemias, como el dengue y el cólera, en casos necesarios. Él fue objeto de noticia hace apenas unos días y no precisamente por un hecho agradable, todo lo contrario, resultó ser el tercer caso reportado con Zika importado en Cuba.
Este hombre de 43 años de edad se mantuvo como colaborador de la Salud en el estado de Mérida, de la República Bolivariana de Venezuela y al terminar su misión que duró dos años llegó feliz a su Patria y con la satisfacción, no solo del deber cumplido, sino de no haber padecido, prácticamente ni de un catarro, por las tierras de Simón Bolívar; sin embargo, esa felicidad le jugó una mala pasada, pues resultó ser el tercer caso de Zika importado en Cuba.
—¿Cuándo llegó a Cuba?, y ¿pasó por los chequeos previstos para eventos como el suyo?
—El 1ro. de marzo aterricé en La Habana, pasé por los requisitos como todos los que llegamos de otras naciones y salí ileso hacia mi municipio, no me sentía nada en absoluto, los análisis correspondientes y la toma de temperatura dieron normales. La verdad es que nunca me dio ni fiebre; al día siguiente, el 2, me noté el rash en el tórax y ya había sentido dolor de cabeza. Mi familia decía que estaba intoxicado, pero dije no, qué va, ya había visto otros casos de Zika en Venezuela y enseguida di cuenta a las autoridades de la Salud.
“Solo almorcé y me fui al hospital municipal, allá apareció todo el mundo, hasta el Dr. Andrés Hernández Martorell, director de Salud de Florida. Hicieron las coordinaciones pertinentes y enseguida me trajeron en una ambulancia hasta aquí”.
—¿Cerca de usted convivió alguien con Zika antes de salir?
—Sí, pero no lo sabía. Ahora conocí que una compañera de la misma casa allá en Venezuela que estuvo sintiéndose mal tuvo Zika, y hay dos más en investigación, todavía no sé el diagnóstico. Allí han adoptado todas las medidas higiénico-epidemiológicas para proteger a nuestros colaboradores.
—¿Cómo diagnosticaron su caso y cómo se ha sentido atendido en esta institución?
—Me diagnosticaron por el examen indicado, el PCR, que es enviado al Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí, de la capital, ese sí me dio positivo, y el alta médica también viene desde allá; estoy a la espera de las orientaciones. Todo sucedió muy rápido y muy bien organizado.
“He sido atendido de manera excelente, con mucha dedicación y respeto, no he tenido complicaciones neurológicas, la verdad es que me siento bien, y además de saber desde allá acerca de esta enfermedad, aquí nos informan cuáles son las medidas a seguir para cuando sea dado de alta, pues hay cuestiones en investigación, a nivel mundial, como sucede con que si el contagio puede ocurrir por medio de las relaciones sexuales y son cosas a tener en cuenta.
—¿Dónde trabaja en Florida?
—En la policlínica Norte por dos años, antes durante siete años en el pediátrico municipal Leopoldo Rey Sampayo y ahora dos en Venezuela.
—¿Qué espera para luego de ser dado de alta?
—Hacer mi vida normal y continuar en mi policlínica.
—¿Qué le diría a la población cubana, en especial a la de Camagüey?
—Lo esencial es cumplir con las orientaciones del Ministerio de Salud Pública y en particular de los especialistas en la lucha antivectorial, porque si no hay Aedes aegypti en los hogares y sus alrededores es más difícil la transmisión no solo de esta enfermedad, sino de otras letales como el dengue; puede que arribe alguien al país con la enfermedad, pero la transmisión sería nula. Ese es mi mensaje
El virus Zika fue descubierto por primera vez en monos en Uganda en 1947. Se transmite mediante picaduras de la misma clase de mosquitos que propagan otras enfermedades tropicales, como el dengue, el chikungunya y la fiebre amarilla.
Los expertos creen que la mayoría de las personas infectadas con el virus Zika no enferman. Y quienes sí lo hacen desarrollan normalmente síntomas leves, fiebre, sarpullido, dolor en las articulaciones y enrojecimiento de los ojos, que por lo general no duran más de una semana; no obstante, funcionarios de Salud de Brasil advirtieron en octubre pasado un aumento en los casos de microcefalia aparejado al brote de Zika, que provoca el nacimiento del bebé con la cabeza más pequeña de lo normal y sin que el cerebro se haya desarrollado adecuadamente.
Mientras tanto, los médicos han observado un aumento de los casos de una afección nerviosa llamada síndrome de Guillain-Barré que puede causar parálisis; a pesar de eso, no está clara dicha relación.
Autora: Olga Lilia Vilató de Varona (Cuqui)
Foto/Leandro Pérez Pérez
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