Dr. Erik, repite hazaña con igual sencillez
Supe mediante la red social Facebook, que el Dr. Erik Luis Larrazabal Hernández, de 36 años de edad, especialista en Medicina General Integral (MGI), de Nuevitas, Camagüey, estaba en la “primera línea de combate de nuevo”. Así lo escribió él, pero ojo, nada que ver con las armas, las de él, como las de muchos cubanos son el saber de la medicina y su entrega por el bienestar de otros.
Lo conocí en el 2014, después de su regreso de Sierra Leona, África, donde permaneció durante seis meses en el enfrentamiento al Ébola , aquello que mantuvo en vilo a todos los cubanos hasta el retorno de todos. En ese país trabajó en el Centro de Atención a Pacientes con Ébola, en el poblado Kerry Town.
Para este nuevo combate ante la pandemia COVID-19, está en Belice, país de la costa este de América Central, con riberas en el mar Caribe hacia el este y una selva densa al oeste. Está en Punta Gorda.
“Nos recibieron autoridades del gobierno de Belice y funcionarios diplomáticos de ambos países, además, de la coordinadora de la Brigada Médica Cubana que trabaja en esta nación desde hace varios años.
"A la llegada nos mantuvimos en cuarentena, primeramente por 14 días y se extendió a nivel nacional a 30”, nos dice.
“Como sabemos esta epidemia es un enemigo silencioso, capaz de acabar con muchas vidas. Nosotros, porque me refiero a esto en nombre de la brigada, ayudaremos a este pueblo, como mismo enfrentamos al Ébola como integrantes de la Brigada Henry Reeve y como hemos hecho en otras tierras. Yo lo hice tres años en Brasil, desde noviembre del 2015 a noviembre del 2018".
—¿Ya están de cara a los enfermos?
—Estamos en áreas de aislamiento. Me encuentro en la consulta de Flu clinic en la atención a pacientes con síntomas de afecciones respiratorias, pero no se nos han dado casos confirmados con la COVID-19.
—¿Cuál es la situación a nivel de país?
—Han sido 18 los casos confirmados y hasta este momento han pasado alrededor de cuatro días sin reportarse nuevos positivos.
—Hay una pregunta que parece manida, pero es inevitable: ¿Sientes miedo?
—Hasta ahora contamos con los medios adecuados de protección. Realmente no siento miedo. Es que cuando el Ébola, a pesar de mi corta edad e inexperiencia no lo experimenté. Ahora sé un poco más sobre el manejo de los equipos de protección.
—En ocasiones el miedo resulta otra manera de protección…
—Es cierto, nunca debemos confiarnos.
—¿Qué mensajes enviarías a quienes muchos los queremos y nos preocupamos por ustedes y a los otros que no los quieren tanto?
—Para quienes nos quieren, que estén tranquilos, porque a pesar de lo difícil de esta misión, siempre hacemos lo mejor posible por salvar vidas, nuestro objetivo acá.
“A los que no nos quieren, les decimos que a pesar de rechazar la presencia de los médicos cubanos en países extranjeros siempre acudiremos a donde nos necesiten para ayudar, sin pensar dónde será, cuál es el color de la piel del paciente, ni su cultura, religión o idiosincrasia. Así somos”.
—Te faltó mencionar otro objetivo: regresar…
—Por supuesto, lo lograremos. Y cuando lo alcance, estaré dispuesto a ir a otra línea de combate en cuanto me necesiten.
De vuelta le enviamos el consejo que es también deseo compartido de todos nuestro compatriotas: ojalá en ese país logren mantener ese feroz padecimiento alejado de todos, de su pueblo y de ellos mismos.
El Dr. Erik Luis trabaja en la policlínica Francisco Peña Peña, del municipio de Nuevitas. Integra la primera brigada de este tipo enviada a Belice con 25 profesionales de la Salud.
En Cuba dejó su otra “brigada”: el padre jubilado, la mamá que labora en la Dirección de Enfermería Municipal y la hermana, Licenciada en Dirección Coral. Una brigada-familia que se preocupa, pero confía y lo espera.
Estas fueron sus palabras al regreso de su lucha contra el Ébola y estamos suguros de que así se repetirá la historia de estos sencillos y grandes hombres a la vez: Dr. Erik Luis Larrazábal Hernández, de Nuevitas : Muy orgulloso de estar nuevamente en nuestra tierra. Quiero agradecer al pueblo cubano, y en especial al nuevitero, por el apoyo que nos brindaron. Mucha mente positiva y gracias a eso nos cuidamos mucho, nos dieron mucha fuerza para regresar con el deber cumplido.
Autora: Olga Lilia Vilató de Varona (Cuqui)
Foto: Cortesía del entrevistado
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