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Premios y encuentros de investigadores camagüeyanos

Premios y encuentros de investigadores camagüeyanos

Desde la llegada a la Casa de Niños sin Amparo Familiar, los visitantes respiraron un especial hálito de amor y esperanza.

Un total de 24 premios provinciales que reconocen relevantes resultados científicos durante el 2011, con la inclusión de investigaciones tecnológicas e impactos, fueron entregados en el Salón de Protocolo Nicolás Guillén, de la Plaza de la Revolución Ignacio Agramonte y Loynaz, por la delegación de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA), en ese nivel, dentro de su Jornada por el Día del Trabajador de la Ciencia en Cuba el próximo 15 de enero.

Recibieron, además, el sello Forjadores del Futuro, título excepcional a la Doctora en Ciencias Milagros de la caridad Gutiérrez Álvarez, profesora de la Universidad de Camagüey, por su aportes al desarrollo de las iniciativas científicas en las ramas de la racionalización y la innovación tecnológica.

En el grupo de los laureados se encuentran trabajos procedentes del CITMA,  de las Ciencias Pedagógicas, de las Ciencias Médicas, de la Facultad de Construcción de la Universidad de Camagüey y de la Empresa de Investigaciones y Proyectos Hidráulicos, por solo mencionar algunos.

La visita de científicos camagüeyanos a la Casa de Niños sin Amparo Familiar fue una muestra insoslayable de que sin la investigación y la toma en consideración de situaciones anteriores para así perfeccionar cada acto a seguir no es posible llegarle al corazón de estos infantes, que suman más de 70 los atendidos allí desde 1985, fecha de su creación.

En la actualidad seis son los niños y adolescentes que residen bajo el cuidado de Miriam del Risco, su actual directora y Armín Rivero, subdirector, la mami y el papi de estos muchachos, con edades entre los 9 y 16 años, que conviven con el resto de una familia compuesta por 15 trabajadores y donde todos cuentan con su cuota de amor y protección que los hacen paradigmas de conservación de los derechos humanos, como una de las reconocidas conquistas de la Revolución cubana.

De estos niños: tres hembras y tres varones, dos están incorporados a la enseñanza Primaria, dos a la Especial y dos a la de Secundaria Básica, aunque cuentan con un equipo multidisciplinario encargado de atenderlos en diversas esferas de la Salud y de la Educación, fundamentalmente.

En esta ocasión se recordó a Farabundo Barreras, un niño nicaragüense que permaneció en la Casa durante cuatro años, y a esa otra mamá-directora: Dolores Álamo, Heroína del Trabajo de la República de Cuba, quien por varios años hizo sentir por su sensibilidad sin límites a favor de los niños que consideró sus hijos.

Otra importante oportunidad fue la de escuchar en voz de los especialistas cómo y cuál es el desempeño del Centro de Diagnóstico y Orientación (CDO) Provincial, de la esfera educativa muy vinculado a la de la Salud.

Olga Lidia Núñez, directora del CDO dio a conocer que este tipo de atención está presente en todos los municipios y no es privativa de los menores discapacitados sino que va más allá, o sea, a aquellos que requieren de orientación pedagógica.

El Centro de Equinoterapia Jardín de Sueños, aledaño al Casino Campestre, no podía faltar. Exhibió parte del talento de los menores que acoge, esos que son diferentes, pero muestran capacidad y desenvolvimiento en diversas esferas del arte, y disfrutan de la monta de caballos, todo lo cual les sirve de rehabilitación y, a su vez, para socializar con el entorno.

Los más pequeñines son tratados y recuperados de acuerdo con sus padecimientos, lo que sirvió de regocijo para el grupo de la comunidad científica camagüeyana. En ese entorno campestre, donde priman las bondades de la naturaleza los niños reciben, el abordaje de un equipo multidisciplinario, y una rehabilitación que incluye ejercicios fortalecedores, de logopedia y foniatría, y la familia tiene la posibilidad de conocer cómo tratar y mejorar la calidad de vida de sus hijos.

El grupo de los aficionados a las artes responde al nombre de: Sin barreras, y así, sin exclusión y con mucho amor, tienen la posibilidad de desenvolverse y presentarse ante un público asiduo y diferente que siempre sale complacido y seguro de las bondades de nuestro sistema social.

Unos 178 chicos pasan en la actualidad por las instalaciones del Centro, incluso, algunos sobrepasan los 20 años de edad.

Las unidades Agropecuaria y Avícola, el Taller de artículos para ganadería y la Granja Hortícola del Ministerio del Interior (MININT), sirvieron como colofón a este recorrido de sendos grupos de científicos e investigadores.

Aquí se conoció cada detalle acerca de la fabricación de monturas.

Estos centros se encargan de la producción de alimentos y de asegurar los medios para garantizar las labores ganaderas, destinados a abastecer sus unidades y personal, que incluye, de manera prioritaria, a la población penal.

En cada una de estas sedes se conoció el cumplimiento de sus planes productivos, logrados con eficiencia y confort para sus trabajadores y en la crianza de los animales, lo cual se repite en todas las unidades con tales características en los restantes municipios que les permite autoabastecerse en un significativo número de alimentos, con la excepción del arroz.

Este grupo de la comunidad científica fue informado de cómo hacen ciencia e innovaciones en estos centros y también acerca de que no desaprovechan lo más mínimo que pueda ser reutilizable.

 

Autores: Eduardo Labrada Rodríguez y Olga Lilia Vilató de Varona

Fotos: OLVV

Corrección: Oriel Trujillo Prieto

Investigadores camagüeyanos visitan centros de la Salud Pública

Investigadores camagüeyanos visitan centros de la Salud Pública

El Profesor Ernesto Abad Rodríguez daba a conocer el objetivo y funcionamiento del Centro de Atención Integral al Diabético.

Un grupo de científicos e investigadores de esta ciudad que sobresalieron por sus aportes al país durante el 2011, visitaron los centros Provincial de Atención Integral al Diabético; el Oftalmológico Carlos J. Finlay y el de Nefrología, ambos adscritos al hospital universitario Manuel Ascunce Domenech, y la Sala de Oncología de niños del hospital pediátrico Eduardo Agramonte Piña.

Esta agenda de trabajo, que continuará, fue auspiciada por la delegación provincial de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA), como una manera de celebrar el próximo 15 de enero, el Día del Trabajador de la Ciencia en Cuba.

En el transcurso de la Jornada Nacional por la fecha es un objetivo vital la promoción de resultados de los productos y servicios de los programas de investigación, innovación y desarrollo en la economía nacional.

El Profesor Ernesto Abad Rodríguez, especialista en Endocrinología y director del Centro de Atención Integral al Diabético explicó cómo los pacientes aprenden a mantener una dieta adecuada y conocen de las virtudes de la alimentación macrobiótica por su elevado aporte de fibra dietética y las calorías necesarias para estos casos. Allí son atendidos con el propósito de educarlos con miras a que aprendan a vivir con este padecimiento, tanto ellos como sus familiares.

Con 21 especialistas cuenta el Centro de Oftalmología que ofrece prestaciones de lentes de contacto, además, a las provincias de Las Tunas y Ciego de Ávila.

La Doctora en Ciencias Médicas y Profesora Titular Matilde Landín Sorí fue abordada y felicitada por los visitantes, porque obtuvo el Premio Provincial a la Investigación Científica de la Academia de Ciencias de Cuba, perteneciente al Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, en el 2011, por su trabajo: Estrategia de intervención sanitaria para el diagnóstico y tratamiento de los pacientes con glaucoma neovascular. Esta Profesora fue una de las dos que terminó su ejercicio con mención a las mejores tesis doctorales de Cuba en el 2009.

En esta oportunidad el doctor Fidel Silveira, especialista en Nefrología, Master en Urgencia Médica y jefe del Centro de Nefrología dijo que 137 pacientes reciben tratamiento de hemodiálisis y tres de diálisis peritoneal, por padecer de insuficiencia renal crónica.

Allí son 16 los médicos especialistas, de ellos dos se encuentran en misión internacionalista y 70 enfermeras dedicadas a este tipo de atención con elevado rigor científico. Veinte riñones artificiales están a disposición de los enfermos, todos con elevada tecnología y adquiridos por el Estado cubano a altos precios en el mercado internacional.

A través del cristal dejamos constancia gráfica de uno de los cubículos donde los enfermos reciben los beneficios de los riñones artificiales.

El Centro dispone de doce camas para los casos de trasplantes renales que ya suman 499 en la institución hospitalaria desde que se logró el primero con éxito en abril de 1978.

El Profesor Manuel Oliva Palomino compartía sus experiencias con los visitantes.

El Profesor Consultante Manuel Oliva Palomino, con una vasta experiencia en la atención de niños con tumores malignos, e incluso, integrante de la comitiva, expuso cómo en la década del ’60 del pasado siglo la prioridad de atención en los menores era otra porque morían de diarreas y enfermedades respiratorias, y cómo hoy ya esos padecimientos no constituyen problemas en la Salud Pública cubana.

Hace poco más de 25 años moría el 90 por ciento de los niños que sufrían de retinoblastoma y ya sobrepasamos los 25 años que son salvados el 90 por ciento.

Una paciente de solo dos añitos se iba de alta en brazos de su abuela luego de recibir el tratamiento que le correspondía.

 

 

Texto y fotos: Olga Lilia Vilató de Varona

Corrección: Oriel Trujillo Prieto

Profesor Orfilio Peláez: un hombre que no se ha ido

Profesor Orfilio Peláez: un hombre que no se ha ido

Hoy, 17 de enero, a 10 años de la muerte del eminente científico camagüeyano Profesor Orfilio Peláez Molina, ofrezco una entrevista de dos que tuve el privilegio de realizarle a propósito de visitas de trabajo aquí; esta, publicada el 4 de octubre de 1997 en el semanario ADELANTE, de la ciudad de Camagüey, su ciudad. Por la trascendencia de su investigación y aporte a la Salud en el Mundo, al crear la técnica quirúrgica para tratar y detener el avance de la Retinosis Pigmentaria él seguirá recibiendo el reconocimiento más perdurable: el recuerdo y el amor de su pueblo. 

Razones para el orgullo de Orfilio

  Nuestro oficio nos proporciona un privilegio tremendo porque nos autoriza a adentrarnos en mundos diferentes, e incluso, en la vida de algunas personas  con matices dignos de dar a conocer aunque no siempre de la talla de este Doctor en Ciencias Médicas, especialista de II Grado en Oftalmología y Profesor Titular: Orfilio Peláez Molina.

Estos datos, más que es miembro de la Academia de Ciencias de México, de la Sociedad Ergoftalmológica  Española, de la Sociedad Mundial de Ergoftalmología, que ostenta la condecoración y medalla Carlos J. Finlay, y es Héroe del Trabajo de la República de Cuba, pueden ocasionar una visión distorsionada de su personalidad, por lo que me aventuro a definir cómo es él.

Para mí este hombre es investigación, pero también es tenacidad, altruismo, honestidad, lealtad y modestia, divorciado de toda presunción de suficiencia y egoísmo, dos calificativos, por no llamarlos defectos, que dice no tolerar.

--Sabemos que es camagüeyano y con usted el chovinismo nos delata.

“Sí, soy de la entonces Finca Arroyón, de Magarabomba, hoy perteneciente al municipio Céspedes, y nací el 17 de noviembre de 1923”.

--¿Dónde estudió sus primeros años?

“Una parte de la primaria en la escuela Tulita Agüero, en Sta. Rita entre Sta. Rosa y San Ramón, te estoy diciendo los nombres antiguos de las calles. Terminé la primaria con mi madre, en casa, y de la misma manera hice la secundaria con el apoyo de un maestro que mi padre albergó”.

--¿Y el bachillerato?

“Un martes 13 de septiembre a finales de la década del ’30 me presenté al examen para estudios por la libre. Recuerdo muy bien la fecha porque mi madre se oponía rotundamente a que lo hiciera por aquello de la superstición, decía que todo me saldría mal, y como no fue así, cursé los dos primeros años mediante ese método, y para los tres restantes vine a Camagüey y me gradué en 1944.

“Luego ingresé en la Escuela de Medicina en La Habana, donde siete años más tarde terminé. No creas, los capitalinos me tildaban de “ñongo”, Ah, en Camagüey no podía ni entrar al Liceo por mi procedencia campesina”.

--¿Por qué se inclinó a la Oftalmología?

“Realmente me gustó desde siempre”.

--¿Le resultó fácil?

“De ninguna manera. Si bien estudié Medicina porque mi familia tenía una posición económica buena, la Oftalmología propiamente dicha estaba en manos de una élite y con mucha incidencia en la tradición familiar. Yo la estudié como honorario sin ganar un centavo, y la terminé en 1952, como Oftalmología General en la Liga contra la Ceguera, hospital que dirigía al triunfo de la Revolución, sin dejar mi condición de médico.

“Todos los estudios los agradezco a mi padre, quien tuvo la gran virtud de no importarle el quedarse solo en el campo y darnos profesiones a sus tres hijos, pues mi hermano varón estudió la abogacía y la hembra Farmacia”.

--Y dentro de la Oftalmología ¿qué lo motivó a investigar sobre la retinosis pigmentaria?

“Eso es otra cosa. Resulta que en mi época de estudiante tenía un compañero y amigo que tropezaba con las cosas y no veía muy bien de noche, cuestión que él me confesó. Lo convencí para consultar a un especialista y lo llevé con mi profesor. Él le diagnosticó la retinosis pigmentaria.

“Cuánta tristeza sentí ante tan poco valor humano, pues ese profesor que admiré tanto hasta ese día ofreció como primera receta que dejara sus estudios y en segundo lugar que se buscara un perro, porque la ceguera era inminente y sin retroceso, aunque lo peor vino después. Mi amigo se suicidó.

“Desde entonces sentí como que tenía una deuda y quise saldarla desentrañando todo lo que estaba a mi alcance acerca de esta enfermedad, con vistas a aliviar el dolor de tantas y tantas personas”.

--¿Fue fácil para usted dar a conocer el resultado de sus investigaciones?

“No, nada de eso. Sufrí mucho, no me hacían caso. Algunos incrédulos se mantenían al margen, y de otros tuve que soportar injurias y mucha falta de ética profesional, pero como no soy conformista seguí adelante y encontré un tejido del organismo del propio paciente con propiedades nutrientes, ya que esta enfermedad, fundamentalmente hereditaria, radica en la falta de nutrición de la reina”.

--Me contó su esposa que no había alguien más contento que usted cuando dio con lo que tanto buscaba.

“Figúrate, después de tantos y tantos años de investigación y pruebas en animales. Esa era mi vida”.

--¿Quién resultó más perjudicada en esos años?

“Mi familia. Aunque no los privé ni a mi esposa y mis tres hijos del cariño y el apoyo, sí dejé pasar muchas festividades, días feriados, pero ellos estaban de mi lado”.

--Supe también que usted operó a un familiar de uno de los presidentes de América Latina, y por los resultados de la misma, este le escribió a Fidel para felicitarlo por contar en su país con logros de esta naturaleza. ¿Qué pasó después?

“Bueno, a partir de allí comenzó todo de nuevo, pero de otra forma. Nuestro Comandante en Jefe, con esa sensibilidad que lo caracteriza, se interesó personalmente por lo que hacíamos, y el 11 de septiembre de 1989 cuando se celebraba el acto de recordación al extinto presidente Salvador Allende, en el hospital que lleva su nombre y en medio de su discurso me dio la palabra para que hablara sobre la retinosis pigmentaria.

“Recibimos todo el apoyo necesario, quedó instituido el Centro Nacional de Retinosis Pigmentaria, y ya en 1992 se inauguró el Internacional “Camilo Cienfuegos”, el cual dirijo, y fíjate ya tenemos 12 de carácter provincial en todo el país”.

--Aparte de conocer que ese es el turismo de Salud que más divisa ha aportado a nuestra isla, ¿qué resultados recogen las estadísticas?

“En un 78 por ciento de los pacientes intervenidos quirúrgicamente –cubanos y extranjeros—se ha detenido el curso de la enfermedad, de ahí la importancia de su detección precoz, en el 16 por ciento se observa una mejoría de la visión y del campo visual, y en el resto el padecimiento continúa desarrollándose, no sabemos por qué, y esto es algo que queda por investigar”.

--¿Cuántos días a la semana dedica a operar?

“De lunes a viernes y paso entre 6 y 8 horas en el salón, de ahí sigo a la consulta externa”.

--¿En cuánto se calcula este tipo de intervención quirúrgica en el extranjero?

“Entre unos 40 ó 50 mil dólares”.

--Conozco que en fechas señaladas recibe tarjetas de buena parte del mundo, ¿qué le representa este hecho?

“Un orgullo, pero sencillo, y también nos dice que escogimos un buen camino”.

--¿Qué es lo primero para usted en la vida?

“Mis pacientes, no duermo tranquilo mientras alguno está en problemas”.

--Si tuviera que mencionar un motivo de orgullo, ¿cuál sería?

“El que Fidel creyera en mí, en lo que yo hacía y me apoyara, además”.

--¿Si le pido mencionar un motivo actual de tristeza?

“El conocer algún caso de falta de ética en mis colegas. Cuando incrédulos prefieren que sus pacientes queden ciegos sin remedio antes de recomendarle nuestra terapéutica quirúrgica, que incluso, ya emplean más de 50 oftalmólogos cubanos. Tanta pobreza de espíritu nos entristece, es amargo pensar en ellos”.

--Por lo general detrás de una dedicación como la suya hay otra u otras personas, en su caso ¿es así?

“Desde luego es María Adela Mendoza Marrero, mi esposa, que también es camagüeyana. Ella ha sabido estar conmigo en las buenas y en las malas, y fue mi primer instrumentista de salón por mucho tiempo”.

--Usted fue uno de los 13 oftalmólogos que se quedaron en Cuba al triunfo de la Revolución, ¿en qué no ha pensado siquiera?

“En el retiro”.

 

COMO COLOFÓN

 Creo oportuno mencionar qué pensaba el Profesor Orfilio Peláez acerca de ¿cómo debe ser un científico? Y cito: “Un científico debe ser investigador por excelencia, tiene que partir de una base sólida si quiere llevar a cabo una idea y no descansar en el empeño. En mi caso, yo decía, hay que buscar, tengo que buscar un tejido propio de la persona afectada para transplantárselo, porque evidentemente cuando los injertos vienen de otro ser son mayores los problemas éticos, de rechazo del organismo y otras cuestiones que atentan contra el objetivo”.

Además, que el Doctor Orfilio Peláez recibió la Orden Carlos J. Finlay, el Título de Héroe del Trabajo de la República de Cuba, el Premio Visión otorgado en la Ciudad de Los Ángeles, California, en 1993, fue objeto de un homenaje en la Academia de Medicina de Cartagena de Indias, en Colombia, estuvo en la Universidad de la Sapienza de Roma por su lucha contra la ceguera, pertenecía a las Academias de Ciencias de Cuba, México, Bulgaria, Cartagena de Indias, en Colombia, del Colegio Médico de Ópticos de Puerto Rico, a la Sociedad Ergoftalmológica Española y a la Mundial Ergoftalmológica y Miembro de Honor del Instituto Barraquer, de Barcelona, España, y de la Alcaldía de Venecia, Italia.

 

Autora: Olga Lilia Vilató de Varona

Foto: Otilio Rivero Delgado

Corrección: Oriel Trujillo Prieto

En el Día de la Medicina Latinoamericana: Quienes cumplen con la obra de la vida

En el Día de la Medicina Latinoamericana: Quienes cumplen con la obra de la vida

Diez camagüeyanos integrantes de Brigada Médica cubana en Nicaragua.

Hoy, 3 de diciembre, es el Día de la Medicina Latinoamericana, como digno homenaje al natalicio de Carlos Juan Finlay Barrés. Él vio la luz en esta fecha, pero de 1833, precisamente en Camagüey, otrora Santa María del Puerto del Príncipe. Se dedicó a la Oftalmología y otras especialidades de la Medicina y descubrió, en circunstancias muy difíciles, el agente transmisor de la fiebre amarilla y es catalogado como el más grande científico cubano de todos los tiempos.

El 12 de diciembre de 1932, la Junta de Gobierno de la Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La Habana propuso la creación de una comisión con vistas a celebrar el centenario de Carlos J. Finlay. El acta en cuestión recogía entonces en su honor la propuesta de instaurar el Día de la Medicina Americana.

Entre el 21 y el 25 de marzo de 1933 se efectuó en Dallas, Texas, el IV Congreso de la Asociación Médica Panamericana y la delegación cubana presentó el título: Finlay, panamericanismo y Día de la Medicina Latinoamericana, donde se propone esta celebración cada 3 de diciembre, determinación aprobada sin reparo alguno.

A esta forma de enaltecer la figura de este hombre de ciencia se le añadió en Cuba el Día del Trabajador de la Salud, o sea, que todo aquel que esté vinculado al quehacer sanitario aquí lo festeja trabajando, como casi siempre ocurre en estos casos, en que el descanso no es el fuerte de quienes laboran en este sector.

Antecedido por jornadas de análisis acerca de cómo elevar la calidad de los servicios, con la consabida satisfacción de los pacientes y familiares, esta vez marcadas por el interés nacional de evitar el gasto excesivo de todo tipo de recursos, aplicar el examen clínico como método eficaz de diagnóstico, por supuesto, sin afectar el nivel de atención, fueron temas que trascendieron para saludar la fecha.

Es muy difícil que un solo cubano se abstraiga de participar de alguna manera en esta celebración. Es muy difícil también que los habitantes de esta tierra queden sin felicitar a su médico, a su estomatólogo, a la enfermera,…, porque el agradecimiento cotidiano es lo único que se les profesa, porque en este sistema de Salud, gratuito y por igual para todos, ellos nunca esperan nada a cambio de su consagración y solidaridad humana sin límites.

Los 39 mil colaboradores cubanos que ofrecen sus servicios en nada menos que 69 países, son una muestra fehaciente de que no le temen al frío, al calor, a las alturas ni a la lejanía. Lo sacrifican todo y se separan de sus seres más queridos para llevarle salud a los más desposeídos del Mundo.

Los que aquí vivimos estamos orgullosos de la Salud cubana, sentimos orgullo sí, pero despojado de banalidades y de altanería. Así y todo a veces nos quedamos con un mal sabor por los que ya no están. Creemos que no fuimos lo debidamente oportunos para darles a conocer cuánto los amamos, los respetamos y les agradecemos.

Vienen a mi mente nombres de médicos camagüeyanos como los doctores Rafael León Díaz (eminente cardiólogo) y Sergio Diego Vega Basulto (también eminente neurocirujano), ya fallecidos, pero siempre en el recuerdo de sus compañeros, amigos y, sobre todo, de sus pacientes. Ellos son de los que como al decir de José Martí, nunca mueren aquellos que han cumplido con la obra de la vida.

 

Autora: Olga Lilia Vilató de Varona

Corrección: Oriel Trujillo Prieto

Un sabio camagüeyano de trascendencia mundial

Un sabio camagüeyano de trascendencia mundial

El nombre del científico camagüeyano Carlos J. Finlay ocupa un lugar prominente en la relación de figuras universales de la ciencia que por el valor de sus aportes, son considerados verdaderos benefactores de la Humanidad.

Nacido en la entonces Villa de Santa María del Puerto del Príncipe (actual Camagüey) el 3 de diciembre de 1833, Finlay se gradúa de médico en el Jefferson Medical College, de Filadelfia, Estados Unidos. Terminada la carrera, de-secha varias propuestas para quedarse a trabajar en la nación norteña y regresa a Cuba.
Pronto muestra dotes naturales como investigador y en 1864 publica un artículo en la Revista Anales titulado Bocio exoftálmico-observación, considerado por algunos historiadores el primer caso de hipertiroidismo descrito en Cuba. Ejerció con éxito la oftalmología, y también fue un notable jugador y comentarista de partidas de ajedrez.
En julio de 1872 logra ingresar a la Real Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La Habana, en la cual atendió durante catorce años las relaciones internacionales gracias a su dominio del inglés, el francés y el alemán, además de participar en debates científicos vinculados con el cólera y la fiebre amarilla.
La completa consagración al estudio de esta última enfermedad, cuyas epidemias devastaron por años ciudades enteras del Caribe y Centroamérica, América del Sur, África, Portugal, España, Inglaterra y los propios Estados Unidos, dejando tras sí un número incalculable de muertos, lo llevan a realizar sus mayores descubrimientos: la teoría científica del contagio de las enfermedades a través de un vector biológico, y la identificación del mosquito denominado hoy Aedes aegypti, como el agente transmisor de la fiebre amarilla.
Más allá de librar al mundo de tan terrible flagelo con la prédica de hacer campañas de saneamiento dirigidas a erradicar el mosquito, Finlay abrió nuevos cauces al desarrollo de la epidemiología y la entomología médica.
Entre 1905 y 1915 fue nominado al Premio Nobel de Fisiología y Medicina en varias oportunidades. Según estudiosos del tema, es el único científico cubano que hasta el presente ha sido propuesto para merecer ese galardón.
Hombre altruista, modesto, generoso, y trabajador infatigable; al cumplirse este 20 de agosto el aniversario 95 de su fallecimiento, el legado de Carlos J. Finlay adquiere una dimensión permanente ante las reiteradas validaciones de lo planteado por él hace más de un siglo.
Como dice su desaparecido biógrafo, el doctor José López Sánchez, ¡qué poco queda de los detractores, o de aquellos que trataron de apropiarse de su genio para ganar gloria!

Autor: Orfilio Peláez (Tomado de Granma)

50 años con su capital humano como piedra angular

50 años con su capital humano como piedra angular

Muchos son los acontecimientos importantes que recoge la historia del hospital Clínico Quirúrgico Amalia Simoni, de la ciudad de Camagüey, pero, sin temor a la equivocación, su inauguración, realizada por el Comandante y Primer Ministro Fidel Castro Ruz, el 27 de noviembre de 1959, constituye el hecho más trascendental y que sirvió de orgullo a sus trabajadores de entonces y mantienen hoy los actuales.

Acompañado por el Presidente de la República, Osvaldo Dorticós Torrado, y oficiales del Ejército Rebelde y funcionarios del Gobierno, como: Juan Almeida, Armando Hart, Celia Sánchez, Jorge Serguera y el ministro de Salud Pública, Serafín Ruiz de Zárate, y de acuerdo con las vivencias e investigaciones del doctor Jorge Domínguez, presidente de la Comisión de Historia y los colaboradores doctores Bárbaro de Arma y Víctor Romero, la comitiva almorzó en el comedor del centro hospitalario y Fidel descansó unas horas en la mañana de ese día de inauguración en uno de los locales de la actual Dirección, en la segunda planta del edificio.

Concebido como hospital antituberculoso, contaba en aquella época con 225 camas y una plantilla de 133 trabajadores, mientras en la prensa de la época constaba que los servicios abiertos a partir del 30 del mismo noviembre consistían en: una consulta externa de todas las especialidades incluyendo Cardiologías Congénitas (sic.), una casa de socorro para ofrecer servicios a los barrios aledaños, un banco de sangre, un dispensario de detección de enfermedades pulmonares, se ofrecería atención a los miembros de la Policía Nacional Revolucionaria de la 2da. Comandancia de la provincia, y así otros de diversa índole. La cirugía pulmonar fue iniciada en enero de 1960.

Su primer director, el ya desaparecido doctor Jorge Castellanos Vasconcellos, lo hizo durante once años. Él formó parte de un grupo médico cooperante de las Naciones Unidas, que después de la Segunda Guerra Mundial efectuó trabajos de rehabilitación en la población y en los heridos de guerra en Europa, específicamente en la Alemania ocupada.

EN LOS DÍAS QUE CORREN

El hospital tiene en este momento 379 camas, 140 médicos en ocho especialidades, 117 licenciados en enfermería, más 40 masteres en diferentes disciplinas recibidas en la atención primaria de Salud y en la secundaria, cuenta con 174 técnicos de la Salud, y suman mil 102 el total de trabajadores, según la información ofrecida por su director, el doctor Albio Pacheco Mejías. Son 91 los compañeros que cumplen misión internacionalista en 18 países, entre técnicos de la Salud, licenciados en Enfermería, especialistas en Medicina Física y Rehabilitación, cirujanos, clínicos, ortopédicos, y de otras especialidades.

Consta de ocho salas de hospitalización y las de Medicina, Cirugía y Ortopedia, con un índice ocupacional muy elevado. En Ortopedia se hacen procederes de avanzada para diagnósticos como la artroscopia. Ya está el equipamiento y el personal entrenado para comenzar con la cirugía general de mínimo acceso, el salón con las condiciones creadas y el personal de enfermería.

En el área de resolución de Imágenes hay un grupo de proyectos. Ya instalado y será puesto en marcha en breve un densitómetro óseo, a un costo de 74 mil dólares. Hay muy pocos en el país, y ningún otro en Camagüey, es de tecnología de punta utilizada en la medicina actual, sobre todo en la etapa geriátrica. “Como se sabe la población envejecida trae consigo osteoporosis excedida, dijo el doctor Pacheco, y además está previsto para detectar trastornos metabólicos. Este es un examen radiológico no convencional y sí de elevada resolución de imágenes, muy utilizado en los diabéticos, también para evaluar edad ósea y el impacto de las enfermedades degenerativas articulares, entre otros, o sea, que permite evaluar el impacto en el trastorno metabólico en el hueso y ver el grado de osteoporosis que tiene el enfermo”.

Se reconoce que lleva casi año y medio sin entrar en funcionamiento por diferentes causas y ya está instalado en el área de Rayos X y dos equipos más. Quedará establecido otro equipo de Rayos X en el cuerpo de guardia.

DE PRIMER ORDEN…

Hoy disponen de 54 camas de la Sala H, para que los pacientes queden aislados, con vistas a enfrentar los casos sospechosos o con la pandemia conocida como Influenza A (H1N1), en el otrora servicios de rehabilitación ahora reubicada. El hospital enfrenta este servidicio en adultos, con la misma fuerza médica, con un cuerpo de guardia destinado a pacientes con afecciones respiratorias, aparte del común, para el resto de los enfermos.

La atención a las quejas es pan de cada día.Tenemos un sistema diario de satisfacción en todas las áreas y la reunión semanal de pacientes y familiares”, acotó el director, y aseguró que las mayores insatisfacciones están relacionadas con el mobiliario no clínico (sillas, mesitas de pacientes), el deterioro constructivo y de las redes hidrosanitarias. No así con la calidad del servicio médico.

Una funcionaria del Consejo de Dirección se encarga de atender a la población en su oficina. Ella interviene en las reuniones e informa al consejo de dirección. Si hay una queja la respondemos de inmediato, pero si necesita de

investigación lo hacemos en 21 días.

“Tenemos ocho departamentos y servicios que optan por la condición de Colectivo Moral, otros no porque deben pulir detalles. La contabilidad que dejó de ser confiable llevó al traste esa condición, recuperaremos la contabilidad confiable, durante el primer semestre del 2010”.

Añadió el doctor Albio que: “La divisa fundamental en este hospital es su capital humano, desde su histórica inauguración hasta nuestros días, por eso todos estamos involucrados en las actividades por el 50 aniversario.Desde hoy y hasta el 29 llevaremos a cabo una Jornada Científica Clínico Quirúrgica con la participación de los centros hospitalarios del municipio cabecera y el de Nuevitas y representantes de la atención primaria del municipio Camagüey. Mañana sábado es la de Enfermería. Durante el mes hemos efectuado trabajos voluntarios todos los sábados y domingos con vistas a la inauguración del cuerpo de guardia. “Ese es uno de nuestros sueños convertidos en realidad”, aseveró. La renovada cocina estará lista para el 20 de diciembre con todas las de la ley.

Autora: Olga Lilia Vilató de Varona

Foto: Otilio Rivero Delgado

Corrección: Oriel Trujillo Prieto