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UNICEF a favor de la lactancia materna

UNICEF a favor de la lactancia materna

En Cuba están creadas las condiciones óptimas, por la voluntad y aplicación de medidas de su Gobierno, para aumentar la disposición de las madres a lactar a sus bebés de manera exclusiva hasta los seis meses de nacidos y la introducción de alimentos según la edad y a partir de entonces, mantenerla hasta los dos años o más combinadamente, dijo Ana Lucía D’Emilio, representante en este país del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), de visita en el hospital provincial materno infantil Ana Betancourt, de esta ciudad.

Aseguró, además, que el uso de los bancos de leche humana ayudan a la educación y promoción con vista a ese acto ideal a la hora de aportar a los niños pequeños los nutrientes que necesitan para un crecimiento y desarrollo saludables, más en este país donde los beneficios de la Salud son ofrecidos con carácter universal y gratuito, a propósito de visitar el de su tipo adscrito a la Sala de Neonatología de la mencionada institución, próxima a celebrar sus 75 años de fundada.

En un aparte con la prensa, la funcionaria halagó el que las madres cubanas disfrutan de garantías como la licencia de maternidad por un año, e hizo la salvedad de que no están bombardeadas por la publicidad de sucedáneos de la leche materna como ocurre en otras naciones.

D’Emilio añadió ante directivos del centro hospitalario y otros visitantes que la voluntad de la UNICEF es cooperar con las buenas políticas de Salud Pública de Cuba, y a raíz de los bancos de leche que ya hay en ocho provincias, realizar promoción comunitaria sobre la importancia de la lactancia, y así llegar hasta la Atención Primaria de Salud (APS), o sea, las policlínicas y consultorios del médico y enfermera de la familia.

El fortalecimiento de este vínculo de Atención Secundaria (hospitales) y la APS, favorece a donantes voluntarias con leche en una etapa madura, porque, por lo general, en los hospitales maternos las obtenidas responden al calostro.

Por su parte, la doctora Odalys Rodríguez, Oficial de Programas de la UNICEF, destacó que para lograr la relación con la comunidad se han capacitado los jefes de los Grupos Básicos de Salud de las provincias donde se instalaron esos bancos, donados por la citada organización no gubernamental.

En el de Camagüey comenzó a procesarse este alimento en enero último con el antecedente de su apertura, capacitación del personal y acondicionamiento desde agosto del 2015, durante la Semana Mundial de la Lactancia Materna. A partir de enero y hasta la fecha se han beneficiado con esa leche unos 16 bebés en estado de grave o crítico, de ellos 15 prematuros y 12 con bajo peso al nacer, de acuerdo con la información ofrecida por el especialista en Neonatología y jefe de ese servicio, el doctor Rafael Hidalgo Morales.

Además de los bancos de leche en funcionamiento están previstos uno en Sancti Spíritus en el 2016; otro en Cienfuegos, el año próximo; y el de Matanzas para el 2018.

A propósito de esta visita Yicel Ramos, de 25 años de edad, del municipio camagüeyano de Nuevitas, expresó su satisfacción porque su bebita está siendo alimentada por la leche de ese banco que recibe de otras madres que de manera altruista y solidaria donan el eficaz alimento, como Liuba Valdés, de esta ciudad, quien lacta a su hijo también, de ahí el precepto que identifica a ese sitio: Donando por un sueño.

Autora: Olga Lilia Vilató de Varona (Cuqui)

Foto: Rodolfo Blanco Cué (ACN)

2015: ¡Otra vez por debajo de cinco!

2015: ¡Otra vez por debajo de cinco!

Christhofher Leonel no quiso esperar al 2016. Nació el 30 de diciembre último con ocho libras y 13 onzas. Su mamá Jenimary fue asistida por las doctoras Yuliet Rivero y Yanet Pérez en el hospital materno infantil Ana Betancourt, de Camagüey, Cuba. Luego de una larga espera, Leandro, el fotógrafo, logró captar esta imagen en un instante insuperable.

La tasa de mortalidad infantil cerró con 4,1 fallecidos por cada mil nacidos vivos al finalizar el 2015, según datos preliminares ofrecidos por la licenciada Elizabeth Cardoso de Armas, jefa del Departamento de Registros Médicos y Estadísticas de Salud, en la provincia de Camagüey, Cuba, y lo más importante con tres  defunciones menos que el año precedente. Esta fue la segunda tasa más baja de la historia aquí, antecedida por la del 2009, con 4,0.

Los municipios de Carlos M. de Céspedes, Esmeralda, Sierra de Cubitas y Minas terminaron el año sin muertes en menores de un año; y por debajo de la media provincial quedaron Nuevitas, Guáimaro y Vertientes.

La natalidad se incrementó en 494 si la comparamos con la del 2014, y en el actual con un total de 8 795 nacidos vivos; el embarazo en las adolescentes se redujo en un dos por ciento.

Igual disminuyeron los casos de bebés con bajo peso al nacer, mientras hubo dos muertes maternas directas y cuatro más por causas no relacionadas con su estado ni el alumbramiento.

Directivos del Programa de Atención Materno Infantil (PAMI) informaron que en el año recién finalizado en el Centro Provincial de Reproducción Asistida de baja tecnología, adscrito al hospital materno infantil Ana Betancourt, recibieron atención 2 157 pacientes, de estos 306 parejas nuevas; practicaron 106 cirugías endoscópicas y 138 histerosalpingografía (examen por rayos X del útero y las trompas de Falopio, que suele realizarse para descartar la obstrucción de estas, en el que se emplea un colorante). Como resultado de esas investigaciones se lograron 47 embarazos, 22 de ellos con inductores de ovulación (medicamentos para ayudar a las mujeres a ovular —liberar óvulos—) y 16 partos exitosos hasta la fecha.

La licenciada en Enfermería Liudmila Matos colocaba al bebé, acabadito de nacer, para recibir su primera alimentación natural .

Durante estos doce meses fue inaugurado el banco de leche humana en el mismo hospital Materno Infantil. 

El 2015 se suma a los logros de los años del 2006 al 2010, cuando fueron reportadas tasas de mortalidad en menores de un año por debajo de cinco.

Tales quimeras son conquistadas en un país, donde a pesar de las dificultades económicas, y a otras enfrentadas por el bloqueo impuesto por los Estados Unidos, porque la nación cubana garantiza un Sistema de Salud Pública único, universal y gratuito, con su Ministerio que asegura unas 17 consultas a las gestantes, con alrededor de 30 exámenes diagnósticos con la inclusión de los genéticos, y además, los bebés reciben inmunización contra trece enfermedades durante su primer año de vida.

En 1980 fue concebido el Programa de Atención Materno Infantil (PAMI), tanto para las hembras como para los varones adolescentes, las mujeres en edad fértil, la familia y la comunidad.

 

Autora: Olga Lilia Vilató de Varona (Cuqui)

Fotos: Leandro Pérez Pérez

NOTA: En el 2015 la provincia de Camagüey alcanza la 2da. tasa más baja de la historia, solo superada por el 2009 cuando fue de 4.0. Aquí todas las registradas en este territorio desde 1986.

 

 

 Años              

Defunciones en 

menores

de un año                                    

 

      

 

Tasa de mortalidad

infantil

1986

173

14.4

1987

180

14.4

1988

173

13.0

1989

138

10.6

1990

152

11.4

1991

150

13.2

1992

121

11.2

1993

108

10.2

1994

97

10.1

1995

88

9.2

1996

50

5.4

1997

89

8.6

1998

53

5.5

1999

78

7.5

2000

72

7.0

2001

64

6.5

2002

75

7.6

2003

63

6.8

2004

51

5.8

2005

66

8.0

2006

32

4.3

2007

32

4.2

2008

40

4.7

2009

37

4.0

2010

40

4.4

2011

54

5.6

2012

41

4.7

2013

49

5.7

2014

39

4.7

2015

36

4.1

1,9, la tasa de mortalidad infantil más baja de Cuba

1,9, la tasa de mortalidad infantil más baja de Cuba

La provincia de Camagüey, Cuba, logró una tasa de 1,9 fallecidos por cada mil nacidos vivos hasta el cierre de mayo, la más baja de todos los tiempos para esa etapa y la de mejor resultado en el país, lo que se traduce en el hecho de reportarse ocho defunciones menos que las de igual período del pasado año.

Solo los municipios de Jimaguayú, Vertientes, Sibanicú y Camagüey registraron defunciones en menores de un año. En el territorio nacieron 3 204 niños en el transcurso de estos cinco meses, con un incremento de 71 al compararlo con igual etapa del 2014.

De ese número de alumbramientos, 133 presentaron bajo peso y de los seis fallecidos, tres eran hijos de adolescentes. Hubo una muerte materna, mientras las defunciones en los menores de cinco años disminuyeron en ocho.

Para que el Programa de Atención Materno Infantil (PAMI) fructifique tiene que estar apuntalado por una parte importante de los trabajadores de la Salud. Ellos ofrecen a la embarazada alrededor de 17 consultas y 30 exámenes diagnósticos para evitar que sus hijos padezcan de enfermedades graves o malformaciones congénitas, y en el primer año de vida los inmunizan de manera gradual contra 13 enfermedades y se les realizan pruebas para detectar oportunamente seis.

Los bebés cubanos nacen con un promedio de esperanza de vida de 80 años, alrededor de 20 más que antes de 1959. Estadísticas así son posibles en un país subdesarrollado y bloqueado por los Estados Unidos desde hace más de 50 años, debido al propósito del Estado cubano de establecer un sistema nacional de salud universal y gratuito, al alcance de todos.

Autora. Olga Lilia Vilató de Varona (Cuqui)

Foto: Álbum familiar

Cero mortalidad infantil en Camagüey

Cero mortalidad infantil en Camagüey

La provincia de Camagüey, Cuba,  mantiene en cero los fallecidos en niños menores de un año al cierre del primer trimestre del actual 2015, incluso, cuando el número de nacimientos registrado —mil 889— es superior al de igual etapa del año anterior.

Sin lugar a dudas, un resultado así tiene su respuesta en un mejor servicio ofrecido en la Atención Primaria de Salud (APS), cuestión que posibilita la llegada de las embarazadas en una situación adecuada a los hospitales maternos; y también, a que el seguimiento a los lactantes ya en sus hogares es mucho más riguroso.

A todo esto puede añadirse el papel que desempeñan las acciones dirigidas a la educación y promoción de Salud y a las prestaciones en los hogares maternos.

No quiere esto decir que las autoridades del sector y el personal vinculado al Programa de Atención Materno Infantil (PAMI) estén convencidos de que queda poco por hacer o todo esté logrado, sino por el contrario, prevalece el criterio de que ese cero fallecidos debe ser igual a cero descuido y exceso de confianza.

Entre los problemas a seguir al detalle está el número de muchachas con menos de 20 años que se encuentran en estado de gestación, y sobre las cuales no cabe el mínimo abandono, porque ellas, por no encontrase aptas física, psíquica y biológicamente para parir pueden constituir un escollo en los resultados del Programa, traducido en niños con bajo peso al nacer, con otras afecciones, e incluso, en fallecidos al nacer.

Autora: Olga Lilia Vilató de Varona (Cuqui)

Foto: Álbum de familia

2014: Camagüey, por debajo de cinco tasa de mortalidad infantil

2014: Camagüey, por debajo de cinco tasa de mortalidad infantil

Aún distante de lo esperado a nivel nacional, la tasa de mortalidad infantil de la provincia de Camagüey cerró con 4,70 —dato preliminar— el 2014, por debajo de la registrada en el año precedente, y con la buena nueva de que representó diez fallecidos menos en niños menores de un año, que los del 2013, según los datos ofrecidos por Elizabeth Cardoso de Armas, jefa del departamento de Registros Médicos y Estadísticas Sanitarias de la Dirección Provincial de Salud Pública.

El mes de diciembre se mantuvo con una morbilidad —bebés enfermos— crítica, pero estables y con los medicamentos necesarios asegurados. Las defunciones en los menores de un año estuvieron vinculadas con infecciones respiratorias agudas, otras enfermedades infecciosas y a la prematuridad, esta última muy relacionada con la cantidad de adolescentes en estado de gestación, de acuerdo con la información dada por la doctora Clara Gallo Borrero, jefa del Departamento Provincial del Programa de Atención Materno Infantil (PAMI).

Casi un 20 % de las embarazadas fueron muchachas menores de 20 años, entre las cuales se reportaron casos de hipertensión, anemia y otros factores asociados que las llevan a parir niños con bajo peso o prematuros, o con ambas dificultades. También en las mujeres con complicaciones en torno al embarazo o el parto, encontramos a este segmento de la población.

Más de diez defunciones en menores de un año respondieron a bebés con malformaciones congénitas, dentro de estos algunos diagnosticados oportunamente, solo que como la disposición de interrumpir el embarazo es voluntaria hubo parejas decididas a continuar el curso de este hasta el momento del parto. Incluso así, la oportunidad de diagnóstico prenatal puede mejorarse aún más; no obstante, es un logro fehaciente la no transmisión de VIH/sida materno-infantil desde hace más de diez años, cuando unas 50 mujeres han decidido concebir sus hijos a sabiendas del peligro que corren.

No hubo fallecidos en menores de un año durante el 2014 en los municipios de Minas y Jimaguayú; se mantuvieron por debajo de la media provincial, Nuevitas, Florida, Esmeralda y Vertientes y la sobrepasaron Santa Cruz del Sur, Camagüey, Guáimaro, Carlos M. de Céspedes, Sibanicú, Sierra de Cubitas y Najasa.

Cinco embarazadas fallecieron, cuatro de las cuales con vinculación directa a su estado durante el año que recién termina. Con un seguimiento adecuado de las mujeres en estado de gestación en la Atención Primaria de Salud (APS) disminuyen los partos pretérmino y los niños con bajo peso al nacer.

Fueron 8 229 los nacimientos, 277 menos al compararlos con el año anterior. El decrecimiento de estos se convierte en una situación compleja, máxime por ser Cuba un país envejecido, con una mayoría de hijos únicos y varones, quienes no garantizan el reemplazo poblacional.

A pesar de ser esta una tasa de mortalidad infantil envidiable para cualquier país, incluso desarrollado, reina la insatisfacción entre los trabajadores del sector, esos mismos que han logrado otras tan bajas como la del 2007, la mejor de todos los tiempos aquí y que fue de 4,16 y hasta el 2010, todas por debajo de cinco.

Los bebés nacen en Cuba con promedio de esperanza de vida por encima de los 78 años, cerca de 20 más que entes del triunfo revolucionario.

Resultados de esta naturaleza son posibles porque a las embarazadas les son garantizadas alrededor de 17 consultas y unos 30 exámenes diagnósticos con vista a evitar que sus hijos lleguen al mundo con enfermedades graves o malformaciones congénitas, y como algo vital, que son inmunizados progresivamente en el primer año de vida contra 13 dolencias.

El Programa de Atención Materno Infantil —creado en 1980— está concebido, tanto para las hembras como para los varones adolescentes, las mujeres en edad fértil, la familia y la comunidad.

No como un recuerdo, sino como un reto a reconquistar, la provincia aspira a regresar a las tasas mantenidas entre el 2006 y el 2010, todas por debajo de cinco.

Autora: Olga Lilia Vilató de Varona (Cuqui)

Foto: Álbum de familia

5,7: tasa de mortalidad infantil en Camagüey

5,7: tasa de mortalidad infantil en Camagüey

La provincia de Camagüey cerró el 2013 con 5,7 fallecidos por cada mil nacidos vivos —según datos preliminares—, tasa por encima de la registrada el año anterior y de la media nacional actual que fue de 4,2, esta la mejor de todos los tiempos en Cuba.

Una estabilidad evidente se consiguió durante los años del 2006 al 2010 aquí, por alcanzarse tasas por debajo de cinco fallecidos por cada mil nacidos vivos, de ahí la inconformidad indudable en el territorio y las ansias de que los trabajadores de la Salud involucrados y la comunidad afiancen lo que a cada quien le corresponde para que los doce meses del 2014 terminen de una manera satisfactoria.  

Lo peor no radica en el número frío de una tasa, sino que este implica ocho menores de un año fallecidos más que el año precedente, mientras los nacimientos registrados —8 573— decrecieron en 80, al ser comparados con los del 2012.

Sierra de Cubitas y Guáimaro están entre los 22 municipios de la nación con cero fallecidos, el último mencionado por dos años consecutivos. Carlos Manuel de Céspedes, Esmeralda,  Nuevitas, Sibanicú, Camagüey, Vertientes y Jimaguayú superaron —para mal— la media provincial.

De acuerdo con los datos ofrecidos por especialistas del departamento de Registros Médicos y Estadísticas de la Dirección Provincial de Salud Pública, las malformaciones congénitas están identificadas como las principales causas de muerte en niños menores de un año en la etapa analizada y las muertes maternas disminuyeron al tenerse en cuenta las del año 2012.

Aun y con toda la seguridad de que esta provincia puede —porque ya lo ha probado—, reducir esta tasa, resultado de la preocupación y ocupación del Gobierno cubano por ofrecer una mayor calidad de vida a niños y mujeres, esta tasa de 5,7 es comparable con las de países del primer mundo.

El Programa de Atención Materno Infantil (PAMI) —creado en 1980— tiene bajo su manto no solo a los bebés y a las embarazadas, sino también a adolescentes hembras y varones quienes reciben una educación sanitaria desde la Atención Primaria de Salud.

Por supuesto, el 2013 pudo terminar con un resultado más acorde con las posibilidades si tenemos en cuenta que son garantizadas 17 consultas a las embarazadas, aunque pueden ser más en dependencia del caso y 30 las investigaciones diagnósticas, que constituyen un bombillo de alarma ante un futuro niño con afectaciones incompatibles con la vida o malformaciones congénitas. Otra de las fortalezas de este país es que desde el momento del parto los nenés comienzan a ser inmunizados con un esquema de vacunas contra trece enfermedades.

Autora: Olga Lilia Vilató de Varona

Foto: Archivo de familia

Un niño deseado es esencial

Un niño deseado es esencial

Estoy segura de que a cualquier cubano se le pregunta acerca del Programa de Atención Materno Infantil (PAMI) y sabe de qué trata el tema; sin embargo, si indagamos sobre cómo lograr resultados acordes y estables con los esfuerzos e intereses del Estado cubano en pos de mantener una tasa de mortalidad infantil similares a las de países desarrollados entonces las opiniones no serían tan certeras.

Quiero decir que este Programa tendrá indicadores establecidos e invariables cuando la población y personal de la Salud estén convencidos de cuánto hacer porque nuestros bebés nazcan saludables. Con esta inquietud le pedí sus criterios al Profesor Consultante Manuel Oliva Palomino, especialista en Pediatría, de Camagüey, Cuba, fogueado en el tema y comenzó por esa necesidad de planificar el embarazo. Traer al mundo a un niño deseado es algo inestimable para obtener un desenlace feliz a la hora del parto.

“El embarazo es un proceso natural por el que pasa la mujer para lograr una de sus más grandes aspiraciones, por supuesto, acompañada de su pareja con iguales anhelos: tener un hijo. En él participa la familia toda y debe ayudar. Aunque no es considerado una enfermedad sí deben tomarse las precauciones para que transcurra en las mejores condiciones”.

Así inició su conversación el Dr. Oliva a lo que agregó: “La futura madre debe adaptarse a esta etapa de gran intensidad y que enfrentará en beneficio del niño y así proteger su propia salud”.

Luego de signos indicativos de embarazo, el Profesor Oliva recomienda asistir a su médico de familia y de comprobarse el embarazo recibirá una atención prenatal óptima y además, comenzarán las relaciones con el galeno que la atenderá. En esa etapa y por medio de tecnología muy avanzada comienzan a detectarse las malformaciones congénitas, mediante exámenes que incluyen también los marcadores genéticos y mientras más temprano se acude son mayores las posibilidades de diagnosticarlas a tiempo.

“Si la mujer asiste a las ocho semanas de embarazo —expresó el Dr. Oliva— debe ser captada en ese momento, no citarla para más adelante, eso sería un error, pues perderían las ventajas del estudio genético, aunque aclaro, la futura madre y la familia son quienes deciden si continúa su gravidez o la interrumpen ante algún obstáculo de esta naturaleza”.

A lo anterior añadió: “La incorporación del esposo a este proceso ofrece a la embarazada mucha seguridad, si le dejamos el asunto a la madre nos estamos comportando como lo machistas que aún somos en nuestros días. Él debe estar pendiente también de las consultas y los resultados de estas.

“Durante las visitas al médico de la familia o al especialista la mujer recibirá educación individualizada o en grupo acerca del método psico-profiláctico sobre la higiene y cuidado del embarazo, parto, puerperio —etapa después del parto— y de los cuidados del recién nacido, eso hay que hacerlo.

“La mujer tiene que ser comunicativa con su médico, no ocultarle absolutamente nada y si presentara pérdidas de sangre nunca hacer remedios caseros, tiene que acostarse y enseguida llamar a su médico o trasladarse al hospital Materno.

“Cuando el embarazo es planificado la seguridad aumenta, más si la mujer padece de alguna enfermedad crónica ante la cual tiene que estar controlada bajo el ojo del especialista como sucede con las hipertensas, cardiópatas, diabéticas…porque un cuerpo sano aumenta la posibilidad de parir un bebé sano”.

Recomendaciones fundamentales son vinculadas por el Profesor Oliva con una dieta saludable. “Es importante, incluso, antes de concebir el bebé —aseguró— porque  proporciona nutrientes al organismo sobre todo si disminuye el apetito en las primeras semanas de la gestación y procurar el peso correcto de acuerdo con su talla. Se trata de comer con menos grasas y azúcares, y hacer ejercicios, a esto se llama peso ideal.

“Con la talla y peso adecuados de la futura madre los niños nacen con 2 500 o más gramos de peso y esto garantiza que el riesgo de morir sea mínimo, ya cuando vienen al mundo con 2 000 gramos el riesgo de fallecer se acerca al 20%; y si baja de 2000 a 1 500 gramos ese peligro aumenta a un 40%; entre mil y 1 500 gramos es del 60%; y con todo y los médicos y recursos tecnológicos que tenemos al nacer con menos de 1 000 gramos el conflicto es superior al 90%.

“Para evitar el bajo peso al nacer es imprescindible la eliminación de las infecciones de la boca, las caries dentales, la sepsis urinaria y las vaginales, estas últimas muy relacionadas con las relaciones sexuales sin protección porque el semen contiene la prostaglandina, esta madura el cuello uterino y el niño nace antes de tiempo, o sea, hasta los 7 u 8 meses hay que protegerse con el condón, ya después puede no utilizarse y al madurarse el cuello el parto es más fácil.

“La embarazada debe dormir del lado izquierdo desde los tres meses en adelante, esta posición favorece la oxigenación del feto y el niño nace con buen peso”, añadió el Profesor, quien hizo hincapié en la necesidad de que la embarazada no fume, ni su esposo o familiares cercanos lo hagan a su alrededor porque afecta la fertilidad y produce efectos dañinos en el desarrollo del bebé. Esta es una causa de niños con bajo peso al nacer importante.

A lo anterior el Dr Oliva amplió: “Antes de una mujer quedar embarazada debe tomar suplementos de ácido fólico o folato —forma natural en los alimentos— esto evita malformaciones como la espina bífida. Se consume un suplemento diario de 400 microgramos de ácido fólico y hasta los primeros tres meses del embarazo”.

 

Autora: Olga Lilia Vilató de Varona

Foto: Orlando Durán Hernández

Camagüey cerró el 2012 con una tasa de mortalidad infantil de 4,7

Camagüey cerró el 2012 con una tasa de mortalidad infantil de 4,7

Si decimos que la tasa de mortalidad infantil fue de 4,7 fallecidos por cada mil nacidos vivos en la provincia de Camagüey, cualquiera sabe que ese indicador es de países desarrollados; no obstante, lo más importante es que durante estos doce meses dejaron de fallecer 13 bebés en comparación con igual período del 2011.

Los años comprendidos desde el 2006 al 2010 mantuvieron a la provincia con este indicador por debajo de cinco, mientras la mejor tasa registrada de todos los tiempos fue la de 3,97 en el 2009.

Los nacidos vivos ascendieron a 8 646 y los municipios con las mejores tasas registradas fueron: Guáimaro, con cero; Vertientes, 1,6; Minas, 2,3; Sibanicú, 2,8; y Sierra de Cubitas, 3,9. Aun así, quedaron por debajo de la media provincial, Santa Cruz del Sur, con 4, Florida, con 4,3; Camagüey, con 4,4; mientras, los cinco restantes superaron su tasas, por supuesto, para mal.

Los bebés con bajo peso al nacer disminuyeron en poco más de 70 si los comparamos con los del año precedente y los llamados como muy bajo peso decrecieron en 40. Los principales factores asociados de los nacidos sin el peso adecuado están identificados el bajo peso de la gestante, el Síndrome de flujo vaginal, además, del embarazo en la adolescencia.

El Dr. Gustavo Ferrer Rangel, responsable del Departamento Provincial del Programa de Atención Materno Infantil (PAMI), mencionó como uno de los indicadores negativos las siete muertes maternas reportadas en los territorios de Esmeralda, Nuevitas, Sibanicú, Camagüey, Jimaguayú, Santa Cruz y Vertientes.

En la edad preescolar se incrementó el número de defunciones al relacionarlo con el 2011, y son registradas como primeras causas de muerte los accidentes en el hogar y las enfermedades genéticas

El Dr. Ferrer dio a conocer que la mortalidad en edad escolar y en adolescente, aumentó en ambos casos, debido a los accidentes del tránsito, lo cual denota cuánto queda por hacer en materia de prevención y promoción de Salud en la Atención Primaria de Salud (APS).

Digo esto porque el PAMI, abarca a adolescentes (hembras y varones), mujeres en edad fértil, a la familia y a la comunidad.

Es imposible cerrar un año, mencionar sus resultados en cualquier tema y dejar a un lado cuál es la propuesta para el venidero. Es por eso que el equipo del PAMI ofrecerá prioridad al riesgo preconcepcional y de planificación familiar; a elevar la calidad de controles prenatales; estratificación y seguimientos adecuados a niños, embarazadas y puérperas en riesgo; en la atención diferenciada a casos de niños, embarazadas y puérperas enfermos; mantener la capacitación del personal de Salud encargado de este Programa en la APS y en la Atención Secundaria; sin olvidar la estricta conducción y control administrativo del mismo.

Pese a que la tasa de mortalidad en menores de un año se redujo ante la reportada en el 2011, quedan insatisfacciones, pues esas 17 consultas a las embarazadas, como mínimo, 30 investigaciones diagnósticas, que alertan acerca de un niño con dolencias incompatibles con la vida o malformaciones congénitas, y que desde el momento del alumbramiento esos nenés comienzan a ser inmunizados mediante un esquema que incluye a trece enfermedades, todo puede hacerse mejor.

Y digo esto porque la mayor fortaleza del PAMI y de cada uno de los programas de este sector en Cuba, radica en el recurso humano, ese que con su consagración y estilo de trabajo desinteresado da todo de sí, por supuesto, sin excluir el comportamiento de la familia y la comunidad, que debe ser guiada, orientada y educada, y conozcan que ellos son los primeros en cuidar de su salud y de la de sus descendientes.

 

Texto y foto: Olga Lilia Vilató de Varona (Cuqui)