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Todavía tengo tiempo

Todavía tengo tiempo

Confieso que llegué al hospital psiquiátrico René Vallejo de la ciudad de Camagüey con muchas dudas como siempre me ocurre en estos casos. Me preguntaba: ¿cómo empiezo?, ¿querrá él contarme sus problemas privados?, porque así, como ven esta imagen captada al azar por Otilio Rivero, anduvo Román a la intemperie, sin protección ni apoyo. Solo lo acompañaban el alcohol y sus iguales.

En esa espera conversé con un hombre que se sentó frente a mí en pijama, que hablaba mucho y se veía a las claras que estaba a la espera de algo. Ese algo era yo. Lo supuse al rato del diálogo y con la misma me inquirió: ¿Es usted la periodista? Ah, pues yo soy quien busca y de pronto quiso contarme cada detalle sin ni siquiera hacer un preámbulo. Se identificó y comenzó.

Tuve que decirle algo que es esencial en estos casos: “Mire, necesitamos privacidad, esperemos por el Dr. Carlos Morán, su médico”, —especialista en Psiquiatría y subdirector de esa institución—.

Estuvo de acuerdo, pero con la misma repetía ciertas cosas. Llegó el Dr. Morán y nos sentamos los tres como Dios manda. Mi entrevistado es un alcohólico ingresado en ese centro con aspiraciones de curarse, sí curarse, porque está enfermo y él lo sabe mejor que nadie.

Le expliqué que podía responder o no y llegar hasta el punto de su vida que quisiera, con vista a que no se sintiera presionado ante alguien que veía por primera vez y se “metía” en sus asuntos. Para esta ocasión él toma otro nombre: el de Román, porque el suyo quisimos mantenerlo guardadito en un baúl que no va a querer ni recordar. 

— ¿Cuándo se inició en los andares de la bebida?

—A los 14 años, era un adolescente. 

— ¿Sabe definir qué lo llevó a tan equivocada conducta?

—Me sentía solo en la vida y ese fue el escape que encontré. Mi padre, al morir, dejó la casa a un familiar que era alcohólico, este vendió la casa para seguir en lo suyo y ambos, él y yo, nos quedamos sin un techo. Por ese motivo tuvimos problemas y eso me llevó a la cárcel, he estado preso dos veces y siempre producto del alcohol.

“Porque fíjese, cuando no tomo soy incapaz de hacer cosas incorrectas, pero cuando me doy un trago se me olvida todo, es como si no fuera yo”. 

— ¿Tiene antecedentes de alcoholismo en su familia?

—Sí, como no. Un tío por parte de madre murió de cirrosis hepática producida por esa causa. Mi madre lo era y enfermó de los nervios, otra de sus hermanas falleció por eso. Y al recordar todo esto pienso que también comencé a beber por imitación familiar, era mucho a mi alrededor. Tengo otra hermana que no toma y otro varón que sí y ahora está preso. Yo fui a visitarlo antes de ingresar aquí y él está dispuesto a hacer lo mismo al salir. 

— ¿Cómo es posible que si vio desde niño a su familia alcohólica que se iba destruyendo se dedicó a lo mismo?

—Porque ellos me atraían. Mi tío me invitaba y cuando aquello creí que no me hacía daño, comía. Ahora no, me paso días y días y no pruebo bocado. Me afectó mucho, mucho, mucho. 

— ¿Es camagüeyano?

 —Por parte de mi padre soy de Ciego de Ávila y por la de mi madre de Esmeralda, Camagüey. Por eso quisiera que esta entrevista se publicara también en la provincia avileña, porque aunque usted no lo crea, así, sin llevar mi nombre, mis familiares van a saber que soy yo y así conocerán que estoy dispuesto a cambiar totalmente. 

— ¿Piensa que darán resultados los esfuerzos de especialistas y el suyo?

—Puede estar segura de que sí. Estaré aquí el tiempo que sea necesario para salir recuperado.

— ¿Conoce algún oficio? ¿Dónde trabaja?

—Soy auxiliar retranquero de conductor de trenes, cabillero B, estoy evaluado como albañil, aunque le confieso una cosa: he perdido habilidades y como es natural, los trabajos también. Cuando uno llega  a este estado no le importa nada, ni el trabajo, ni la familia, nada. La tomadera me puso informal y no ha sido por gusto. El cuerpo no amanece igual después de una borrachera. Me sentía indispuesto, con dolor de cabeza, malgenioso, deprimido, sin fuerzas, algo así como un trapo inservible.

— ¿Cuando comenzó a beber sentía lo mismo?

—No, qué va. Era muy activo y parecía que nada malo me iba a ocurrir y la verdad ha sido bien diferente. El alcohol ha acabado con mi organismo. Tengo 51 años y me siento un anciano y solo, porque la familia llega a ayudarte hasta un punto y luego te echan a un lado, no los culpo. Uno llega a inspirar odio, asco, y todo lo malo porque nada es positivo en uno.

—Quiere decir que no está casado… ¿En qué cambió su vida?

—No. Actualmente estoy casado por la ley, pero me he quedado solo. He perdido mujeres, todas buenas, de esas que se buscan como a una aguja en un pajar, o sea, he tenido esa dicha varias veces, y la he perdido gracias al alcoholismo, eso que lo lleva a uno hasta a la muerte. También perdí mi casa, todo y no tengo hijos, al parecer no puedo tenerlos. Luego estaba pescando, me iba bien, me traté en el hospital de Ciego de Ávila y estuve siete años sin beber, pero al morir mi madre, que ahora en octubre hizo dos años, no lo pensé dos veces y volví a beber.

— ¿Usted ha buscado la solución a sus problemas en el alcohol?

—Así es. Ahora le aseguro que lo dejaré para siempre, estoy aprendiendo a enfrentar los problemas de la mejor manera. Quiero integrarme a la sociedad y a mi trabajo, sé que me van a recibir. Si ya estuve siete años sin tomar, ahora pienso estarlo el resto de mi vida.

— ¿Cuándo murió su papá?

—Yo tenía poco más de 40 años.

—Entonces no era un niño, ¿y su mamá y su papá estaban juntos?

—No y mis padres no estaban juntos. Yo fui abandonado por mi mamá a la edad de cinco años y mi hermana, la que murió hace tres años, me crió.

— Le hago otra pregunta muy personal. ¿Cómo es posible que si su madre lo abandonó a los cinco años, la muerte de ella le haya afectado a tal punto que se entregara a la vida del alcoholismo de nuevo?

—Porque yo nunca la abandoné a ella. La visitaba y me ocupaba de sus cosas. Es algo inexplicable, pero la quería mucho. Toda la vida la necesité, la quise y la iba a ver. Le repito, yo no la abandoné a ella nunca.

— ¿Conoce que el alcohólico durante y luego del tratamiento no puede darse ni un trago?

—No podemos ni olerla porque se regresa a lo mismo siempre. En mi caso no puedo ni verla. Pero le digo una cosa, el juntamento de uno es primordial, a uno lo buscan los otros que son iguales, siempre hay un cumpleaños que celebrar y si no se inventa el motivo, la justificación está ahí para que caigas en ese vacío.

“Pienso integrarme a la religión de mi hermana. Ella es lo único que tengo y me va a ayudar. Cualquier cosa que te lleve a dejar de ingerir bebidas alcohólicas es bueno, si no te autodestruyes y lo haces con tu familia y al final te quedas sin nadie y botado en la calle como un perro sin dueño.

“Y no culpo a nadie porque el alcoholismo es una enfermedad y las personas no lo saben y no lo comprenden así, porque si piensas un poco eso se adquiere por obra y gracia de la misma persona y no por razones que te impone la vida o tu organismo, entonces no se ven comprometidas a enfrentar algo así, yo lo comprendo”.

—Cuando salga de aquí tendrá que enfrentar a esas mismas personas que dicen ser sus amigos y van a insistir en que se dé un “traguito”, ¿qué piensa al respecto?

—No seré complaciente. Si me piden algo lo daré, pero esos que no quieran curarse no me llevarán a lo mismo. Ah, ya tampoco puedo darme ese “lujo” porque soy hipertenso a causa del alcohol y yo quiero vivir.

— ¿Sabe que el alcohol es una puerta que permanece abierta para darle entrada a otras drogas?

—Sí, con el tiempo puedes caer en la marihuana u otra. Por ejemplo, yo he estado tomando y al acabarse la bebida hay quien le dice a otro: ‘Ven acá mi hermano, vamos a darle a esto’. Lo he visto, he estado en la tentación, pero hasta ahora me he dado vuelta y he dicho no le voy a eso y me he ido, he estado tentado, repito, pero he tenido la suerte de negarme.

— ¿Ha actuado en estado de embriaguez y después no ha recordado lo ocurrido?

—Cierto. De hecho los delitos que he cometido han sido así. He perdido lindos años de mi juventud preso por esa causa.

—Mientras estuvo preso, ¿cómo enfrentaba ese estado que siente un alcohólico al no poder beber?

— ¡Imagínese!, aunque cuando he estado “trancado” no tomaba y no me sentía tan mal, lo confieso, llegué a ser del consejo general de reclusos.

— ¿Qué otras afectaciones puede atribuirle a esta adicción?

—La memoria, siento que la he perdido. Yo estudié, tengo décimo grado aprobado y he tenido la oportunidad de seguir estudiando, incluso, en la misma prisión pude elevar mi nivel. Allí estudié gastronomía y tengo mi evaluación, es una profesión bonita y hay que estar presentable para atender a la población, eso me gusta. Cuando trabajas tu vida cambia por completo y te ven y dicen: ‘no puede ser, Román era un alcohólico y mira qué bien está’, eso me agrada.

—Al perder el trabajo, ¿dónde vivía?

—En la calle. Tirado por dondequiera bajo agua, sol y sereno. Lo mismo te da comer que no comer, bañarte que no bañarte, me llevaron hasta los zapatos.

—La bebida cuesta, ¿qué hacía usted para llevar esa vida sin faltarle el trago?

—Pescaba y lo vendía, no comía.

—Cuando tuvo casa, ¿vendió algo para beber?

—Sí, algunas cosas, lo que tenía a la mano, ropas, todo.

— ¿Siempre tomó bebida de calidad?

—No, ¡qué va! Empecé tomando lo mejorcito, actualmente lo mismo le metía al alcohol cola’o, de tienda, warfarina, lo que viniera, el organismo me lo pedía, si no tomaba los temblores, el decaimiento y la depresión me mataban. Para mí, mi único medicamento era el alcohol.

—Ese es el período de abstinencia…

—Sí, he aprendido todo eso, el médico me ha enseñado.

— ¿Qué lo motivó a acudir al médico?

—Vine voluntariamente. Sobrio fui al médico en Esmeralda. Él me atendió muy bien, me ordenó una glicemia (glucemia) y tenía el azúcar en sangre muy baja, llevaba dos días sin comer. Me pusieron suero y luego conversaron conmigo y me remitieron para acá, porque quiero curarme.

— ¿Qué tal los chequeos médicos?

—Bastante bien para lo que he pasado, aunque sí tengo un problemita en el esófago, me volví hipertenso y como fui ulceroso eso me lo van a investigar igual, porque me están dando algunos dolores.

—Enfrenta un tratamiento difícil, ¿Cómo lo resiste?

—Al principio, figúrese, era muy difícil, me deprimía. Llevo aquí 10 días. Estuve en la sala de los enfermos agudos porque el nerviosismo era mucho, la depresión, en fin. Me dan calambres, cucas, dolores intramusculares en los pies, pero he mejorado.

— ¿Cuál ha sido la ganancia de ese acto de beber?

—Ninguna. Todo ha sido pérdida. Reitero que la familia sufre, no todos soportan eso. Si hay un jabón en la casa cuando lo van buscar no está porque lo había cambiado por alcohol, y si había aquello lo trocaba por lo otro. No es fácil y muchas veces me pongo en el lugar de ellos. Yo tengo una sobrina enfermera en Bolivia, Ciego de Ávila. Ella me quiere, mas se cansan de uno porque estoy enfermo, pero por mí mismo y los entiendo.

—Veo que tiene tatuajes, si lo desea dígame, ¿se los hizo en prisión o fuera?

—Cuando era un inexperto, muy joven con 18 años. Tengo todo esto en mi cuerpo —me lo señala con sus dedos— y me ha pesado. Porque ahora es una moda; sin embargo, he perdido hasta mujeres por eso. En prisión no me hice ninguno porque ya lo rechazaba, estas marcas en mi cuerpo las he rechazado desde hace mucho.

— ¿Piensa que si un alcohólico quiere, puede dejar de serlo sin ayuda médica?

—Si lo hace a tiempo, quizás, en el estado que yo estaba, no. A mí me hace falta el psiquiatra, el ingreso.

— ¿Agradece a alguien en particular este período de recuperación?

—Al médico Carlos Morán. Él ha sido muy atento, me apoya, me ayuda.

A la derecha el Dr. Carlos Morán, ese que con paciencia y sabiduría le asegura que sí puede recuperarse.

 

—De momento me interrumpió para decirme:

—Ahora tengo como un estado de ansiedad, quizás hasta usted lo note, pero sé que se me va quitando.

—No se preocupe, ¿seguimos?

—Sí, sí.

— ¿Qué proyecto de vida tiene para el momento del alta médica?

—Recomenzar en todos los sentidos. Desde el punto de vista amoroso, laboral, y familiar con quienes me acepten porque figúrese ahora es un poco difícil, yo dormía bajo las matas, con lluvia cayéndome encima, sin almorzar ni comer, y me han rechazado, no me han dado ni un plato de comida. Ellos califican eso como una sirvengüenzura. Yo tengo que ganármelos ahora con mi comportamiento.

“Yo cobraba y ayudaba a mi hermana, la difunta que me crió después. Antes tenía más fortaleza física, hacía cualquier cosa, ahora no”.

— ¿Hacia dónde enrumbará su vida a su salida del hospital?

—Voy para Esmeralda. La casa de mi madre quedó en manos de mi hermana y ella me la ofrece a mí. Es en la localidad de San Juan de Dios, a kilómetro y medio de la presa El Porvenir. Pienso reincorporarme al trabajo y rehacer mi vida. Todavía tengo tiempo.

— ¿Cómo lo han tratado en este hospital?

—Muy bien en todos los aspectos. Usted ve al personal encima de los pacientes, entre los médicos. En la sala de los agudos, a los pacientes crónicos se lo dan todo, hasta el cigarro, todo gratuitamente.

“Quienes no tienen familiares los mantienen vivitos y coleando. Aquí hay uno que lleva 14 años, de Esmeralda, le dicen Tony. Una tía viene a verlo, pero está aquí y vive, gracias a la atención de todo tipo.

“Igual que ellos lo recibo todo sin pagar un centavo. Lo que enfrentaron aquí conmigo no fue fácil, estuve bebiendo 48 días sin comer, imagínese cómo llegué”.

— ¿Se le ocurre algún consejo para los tomadores?

—Claro, que dejen de tomar para siempre y así evitarán sufrir en carne propia lo mismo que yo. Eso no se lo deseo a nadie.

— ¿Y para aquellos que no beben?

—Que nunca lo hagan. He sufrido mucho, he perdido mucho y no he ganado absolutamente nada.

— ¿Su familia acudió a algún especialista para recibir orientación profesional acerca de cómo debía ser tratado?

—No, nunca.

— ¿Cómo pretende enfrentar los problemas cotidianos a partir de ahora?

—Como el resto de los humanos, dándole el frente y sin beber.

—Al iniciarse usted en la bebida tan joven, bien podría decirle algo a ese segmento poblacional.

—A esa parte de la  juventud que hoy en día está un poco suelta le aconsejo que cambie su modo de vida. Que trabajen, no tomen, porque las personas como yo, algunos están así como me ve, otros están presos, a otros los han matado.

—No le voy a preguntar su filiación política, eso no me importa, pero vive en un país en el que como en todos hay un sistema social imperante, por eso quisiera saber si cree que el nuestro lleva a los jóvenes a hacer cosas incorrectas, como beber demasiado.

—No, no, no. La juventud tiene oportunidad de estudiar, de trabajar para el Estado, por cuenta propia. Hoy tienen más que cuando yo nací.

—Ha estado preso en dos ocasiones, al salir de prisión, ¿se ha visto marginado por ese motivo?

—No, al contrario. Trabajas para el Estado o ahora por cuenta propia. Las personas tenemos derecho a cambiar.

— ¿Puede asegurar que va a tener un antes y un después al salir de este hospital?

—Se lo aseguro.

— ¿Le queda algo por decir?

—Repetir mi consejo. La bebida no da nada, solo perdición porque lo he sufrido en todos los aspectos de la vida. Por eso quisiera que todo aquel que lea esto sepa lo que he pasado y estoy pasando por consumir bebidas alcohólicas.

—Ahora vale la pena lo que está pasando...

—Claro porque vendrá un después.

—Y que siempre sea mejor.

—Va a ser mejor. Estoy decidido.

—Agradecí tanta sinceridad, dulzura y amor por dar a este hombre que me respondió.

—No, nada que agradecer. La verdad no ofende sino ayuda, más en estos casos que sirven de ejemplo para que otros no cometan los mismos errores.

 

Autora: Olga Lilia Vilató de Varona

Fotos: Otilio Rivero Delgado y la autora

Corrección: Oriel Trujillo Prieto

14 comentarios

Cuqui -

Raquel: No importa que no seamos amigas. El blog sale para ser leído por quien quiera y pueda, más bien yo soy la que agradece cada entrada y más, cada comentario.
Desgraciadamente el accidente al que me referí es como dices: "una verdad contundente", por eso creí oportuno darla a conocer tal cual ocurrieron los hechos.
Eso de coterránea distinguida, uf, no, nada que ver, solo hago lo que me gusta, escribir siempre con mi verdad aunque a veces no coincida con todos, algo que es imposible.
Mil gracias por tus felicitaciones y recibe un abrazo que llegue hasta Bélgica.

Cuqui -

Raquel: Lamento sobremanera lo que cuentas en tu comentario. Es cierto, condena alguna al asesino de tu hijo podrá regresártelo, esa es la verdad.
Te agradezco tus elogios al blog, y las gracias las ofrezco yo por tu entrada y sinceridad. Espero tenerte de nuevo por aquí.

raquel -

Hola Cuqui disculpa que no seamos amigas y me he metido en tu blog, pero al ver el articulo del accidente en el asilo de ancianos, me dije"es una verdad contundente" pues mi primo que vive alli en camaguey me lo habia comentado ayer,me alegra mucho poder corresponder con alguien que como tu, dice la verdad y que ademas esta dentro de la informacion, por lo que pienso tengamos todos los que te seguimos, informacion privilegiada ya que trabajas en ADELANTE!!! que alegria tener a una coterranea distinguida, muchas felicidadez por este blog!!! un abrazo desde Belgica

raquel -

hoy, dia 8 de diciembre del 2013 declaro que este testimonio de un ex-alcoholico era lo que le hubiera hecho falta a mi difunto hijo que el dia 15 de enero del 2012 fue asesinado por un "amigo" a causa del alcohol,dios le de paz a su alma, el que lo mató está preso por 13 años, pero aunque hubiera sido condenado a cadena perpetua, eso no me devolvera a mi unico hijo!!! a todos los jovenes les pido por favor que dejen de beber ese es un mal amigo y ademas destruye todo alrededor de la persona que bebe, animo amigo roman, que dios te dé la fuerza para continuar, porque tu asi lo quieres, fuerza de voluntad no te falta y el apoyo de todas las personas que han sufrido por causa del alcohol!!!! un abrazo y gracias Cuqui por este blog!!!!

CuquI -

Sí, amiga Esperancita: Se me oprime el corazón, pero coloco mi granito de arena para evitar personas que lleguen a estas enfermedades, porque eso es lo que son enfermos y no son comprendidos a veces ni por sus familiares, por supuesto, es una dolencia que puede evitarse no llega por obra y gracia de nadie solo de la propia persona y ahí está la incomprensión, besitos agradecidos...

Espersnza Manresa -

En este tema amiga, como te comente lo sufrí en carne propia, es indescriptible el sufrimiento de un hijo cuando crece al lado de un padre o una madre alcohólicos en mi caso un padre,yo odie la bebida por años y en estos momentos nada q ver Conmigo, aduque a mis hijos en esos valores de ni bebidas alcohólicas gracias dios fue un éxito para mi, pero es otra de las cosas q no deben existir en el mundo, puerto esta infelizmente no ser puede combatir, pero si podemos educar a nuestros hijos a que esta adicción es mortal pista la salud , gracia cuqui una vez más por estos trabajos tan maravilloso q se te debe oprimir el corazón,pero con mucha profesionalidad lo haces

-

Nelly: Te agradezco tantos elogios, mira que me los voy a creer. No, sabes
que no. Te digo que ese tipo de entrevistas me entristecen mucho. Ver cómo
una persona joven o no tan joven, no importa, se deteriora y acaba con los
seres más queridos, es algo terrible. Uno piensa tantas cosas y fíjate en
este caso cómo fue abandonado por su propia madre a quien él nunca dejó de
querer, algo bien conmovedor. Y sí, estaba muy bien atendido, había mucha
empatía entre él y su médico, un beso.




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From: "Blogia"

Nelly Nafeh -

Cuqui, tremendo artículo, que manera de saltarme las lagrimas, ante un hombre enfermo que desea curarse para insertarse a la sociedad de nuevo, pero que cuestionario tan bueno, tan personalizado has hecho, y él cooperaba con sus respuestas sinceras, con deseos de salir de esa pesadilla, que lo tiene aislado de la vida. gracias a nuestro Sistema Nacional de Salud, todo el que desee ver la luz, en cualquier Especialidad de Salud, sabe que es atendido con todo el amor y la ternura de nuestros trabajadores de la salud.gracias caqui por esta información tan perfecta

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Mil gracias Atiénzar:
Es cierto que no hacemos nada con esa idea y en este caso quisiera
influir en que las personas no consumidoras de bebidas de este tipo
sepan que los alcohólicos son enfermos; quienes lo son que pidan ayuda
especializada y aquellos que no son bebedores no lleguen a serlo, al
menos, no a estos extremos. Son historias muy duras donde se refleja
la influencia de la familia de una manera tremenda.
Otra vez gracias, esta vez por entrar al blog.



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Enirique Atiénzar Rivero -

EXCELENTE TRABAJO. A TRABAJOS DE ESTE CORTE, DE MUY BUENA CALIDAD, NOS TIENES ACOSTUMBRADOS. TIENE UN PROFUNDO SENTIDO HUMANISTA. AUNQUE TU NO LO ELABORAS CON ESE PROPÓSITO, PERO PUEDES PRESENTARLO EN CUALQUIER CONCURSO SOBRE LA TEMÁTICA DE SALUD

-

Dr. Justo de Lara, amigo:
Tienes razón en lo que dices, esta no es una lucha fácil. Las
adicciones son problemas serios y en nuestros países, los menos
favorecidos, como bien los denominas son más frecuentes, quizás, por
eso mismo, pues hay personas que encuentran refugio a sus problemas en
acciones tan nocivas como el consumo del alcohol y otra cosa muy
importante sería que estas acudieran con prontitud a los servicios
médicos y en demasiados casos no ocurre así.
Le haré saber al Dr. Carlos Morán tu criterio.
Ahora fue que entré en la página, por eso no te había respondido.
Gracias por entrar al blog y, más aún, por ofrecer tu opinión, un abrazo.


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Hola Mendoza:
Te agradezco tu opinión, pero más que te mantengas al tanto de las
publicaciones en mi blog.
No había respondido porque no entré hasta ahora en la página.
Ya te había extrañado un poco, un abrazo.







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Justo de Lara Abad -

Cuqui y Carlos: Muy buen articulo, quisiera agregarles algo que es en "Plan de Accion para la Estrategia para la Prevencion y Control de las enfermedades cronicas no trasmisibles se analizaron cuatro grupos de enfermedades que causan el 80% de las muertes en los paises con medio y bajo nivel economico. Las enfermedades planteadas son: cardiovasculares,enfermedades cronicas respiratorias,la diabetes y los canceres. Ademas de los cuatro riesgos importantes: uso del tabaco, dietas no saludables, inactividad fisica y el uso peligroso del alcohol.
Un punto importante en estos analisis es que nuestros paises menos favorecidos economicamente las afecciones son mas frecuentes y las personas toman cuidado de ellas mas tardiamente. En el pais que Carlitos y yo hemos trabajado vemos la importancia de nuestro sistema nacional de salud, el cual permite el acceso universal a los servicios de salud, pero, en ambos conocemos que a veces las personas no acostumbran a un elemento tan importante como la toma de la presion arterial, el peso, la medicion de la cintura y la determinacion del colesterol y los trigliceridos sanguineos muchas veces es olvidado por las personas. Considero muy bueno el hecho de ustedes puntualizar sobre este aspecto del gran problemas. Les deseo un provechoso trabajo.
Hoy es un dia grande en el mundo, el gran triunfo de la Revolucion Socialista de Octubre, que bien hubiesemos estado si existira la URSS. Nada, asi es la vida.
Justo de Lara Abad. Nov 7, 2011

angel mendoza -

Excelente cuestionario, excelente tema!!!!
Las frustraciones...
Te estás creciendo, Cuqui!!!! Enhorabuena!!!