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Medalla con infinitas dimensiones

Medalla con infinitas dimensiones

En una suerte de corresponsal-protagonista se ha convertido para mí el Dr. Leosvel Pérez Gutiérrez, ese galeno del municipio de Vertientes, de Camagüey, que en las condiciones de trabajo más acuciantes siempre ha estado dispuesto a dejar constancia de hechos relevantes como el enfrentamiento a la fiebre del Ébola,  en Sierra Leona, África, y ahora en Crema, Lombardía, Italia, de frente a la pandemia de la COVID-19, siempre para Adelante y vía Internet.

Él describe con inmenso regocijo y sencillez a la vez cómo la Plaza del Duomo, de esa ciudad italiana, despidió en grande a los 52 integrantes de la brigada médica Henry Reeve —36 médicos, 15 enfermeros y un especialista en logística—, luego de vencer dos meses de intenso trabajo junto con sus colegas de ese país europeo.

En su caso, permaneció el primer mes en el hospital de campaña o de campo, como le llaman allá y el segundo en el hogar de ancianos, a quienes ofreció, como otros de sus compañeros, servicios de rehabilitación a aquellos que habían sufrido la enfermedad y quedaron con algunas secuelas, fisioterapias que aplicó a los necesitados el personal que quedó en el hospital de campaña.

Califica su experiencia como algo muy bonito y asegura: “Pudimos rebasar el miedo, el clima que era tan frío al inicio, las barreras del idioma, porque todo fue compensado desde el principio con la bienvenida, el calor humano, las muestras de agradecimiento, todo eso nos sobrepuso a las adversidades e hizo posible que desarrolláramos el trabajo bajo la premisa y los protocolos de tratamiento ante la COVID-19 establecidos por los nacionales”.

 

Como todo comienzo, fue difícil —hizo saber—, mucho más si de la salud se trata, mas con la paciencia de los profesionales italianos y la preparación profesional de los cubanos comenzaron a trabajar desde la llegada, agregó: “Cuidarnos nos permitió enfrentarlo todo con seguridad, firmeza y buen desempeño, y además de contactar la evolución de los pacientes, sus posibles complicaciones, les ofrecimos apoyo emocional, algo vital”.

El Dr. Leosvel está seguro de que la unión de la brigada toda posibilitó ofrecer una asistencia óptima en las necesidades esenciales, con el seguimiento requerido a cada enfermo y al modificarse algunas pautas en el tratamiento en un mes la situación fue cambiando, para bien, disminuyeron los casos confirmados, se redujo el nivel de ingreso, y el agravamiento igual.

Lo vivido aquí ha sido gratificante, insistió, han sido dos meses de mucho nervio, preocupaciones al enfrentar algo que sabíamos era letal, pero que con la experiencia acumulada estábamos seguros de vencer y en la dinámica del trabajo nos apoyamos todos, y sin dudas, el personal italiano se sintió también acompañado y mostró su agradecimiento siempre.

Nada más lejos que considerarnos héroes, porque el concepto de nuestra medicina se basa en la consagración y el sentimiento humanista de nuestra profesión y lo que hacemos es tratar de hacer realidad esos conceptos, nada extraordinario, eso sí primó el acompañmiento profesional entre los italianos y nosotros, y también de su pueblo”.

Aunque exhibe con orgullo la medalla recibida, como toda la brigada, se adelantó a comentar: “La medalla, con las banderas de Italia y Cuba, que se nos entregó no es un estímulo personal, más bien representa la hermandad entre ambos pueblos y un recuerdo de esta situación histórica que nos tocó vivir”.

El galeno enfatizó en que han aportado su grano de arena en remover esas conciencias que la COVID-19 originó en un mundo no preparado para ello, algo que mencionó en una anterior entrevista, y añadió que dejan huellas importantes para que se entiendan las razones por las que arriesgan hasta sus propias vidas y no por las mezquindades que quieren imponerle.

El acto de despedida de ayer sábado fue muy emotivo, estuvo el embajador de Cuba en Italia, José Carlos Rodríguez, el cónsul general en Milán, Llanio González, y la presidenta de la Asociación Nacional de Amistad Italia-Cuba (Anaic), Irma Dioli”.

Asistieron al homenaje personalidades de la Salud y la alcaldesa de Crema, Stefanía Bonaldi, y también el sacerdote de la iglesia, de donde se ecucharon las campanadas, que a su modo de ver estuvieron dedicadas a todo el personal de la Salud, pues los italianos han trabajado mucho y abnegadamente.

Tuvieron la gentileza, además, de llevarnos al Museo Municipal, y así nos adentramos en la historia de esta región. Realmente nos llegó hondo el mensaje de gratitud”.

Destacó como un momento sensible las palabras del Embajador cubano en esa nación, quien se refirió igual a médicos y enfermeros italianos y al apoyo que nos brindaron, así como al gesto de desprendimiento de los cubanos”.

Pérez Gutiérrez dice que se marchan satisfechos porque cumplieron con las expectativas y aseguró: “Estuvimos a la altura de este tiempo tan difícil a nivel mundial, todos cumplimos con las normas de bioseguridad y nos mantenemos sanos, en breve estaremos en nuestra Patria, con el deber cumplido y dispuestos a asumir las tareas que nos imponga la vida y, por supuesto, nuestra profesión porque a ella nos debemos, somos sacerdotes de la salud, tanto de nuestro pueblo como de otros que nos necesiten”,

En el acto de despedida, niños italianos dejaban constancia gráfica de agradecimiento.

 

 

A lo que agregó: “Cada vez nos damos más cuenta de la solidez del sistema de salud en nuestro país, duele saber que en otras latitudes quien no tiene un buen seguro para su salud no está asegurado, realizarse un simple tets es un problema en cualquier nación, cumplir con el tratamiento como lo establece la Organización Mundial de la Salud, como en este caso, es muy complicado y la ley del dinero es la que rige la calidad de la atención”

Manifestó su complacencia y orgullo de lo que hace, de lo que tiene, y de lo que ofrece Cuba, y enfatizó: “Pueden criticarnos, hostigarnos, pueden decir lo que quieran, pero la satisfacción de lo que hacemos, esa la sentimos y no nos la quita nadie. La convicción de cómo actuamos y por qué lo hacemos nadie puede quitárnosla”.

Autora: Olga Lilia Vilató de Varona (Cuqui)

Fotos: Cortesía del Dr Leosvel y vídeo enviado por él y de la autoría del camarógrafo que los acompaña.

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Leosvel -

Continuamos amiga en estrecha comunicación y seguros de lo que hacemos y de lo que significa nuestro trabajo. hasta pronto