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La salud mental, una mirada a sus resultados

La salud mental, una mirada a sus resultados

Los especialistas encargados de atender y, sobre todo, entender la salud mental de otros y mejorarles su calidad de vida, desarrollaron una Jornada Científica como saludo al Día Mundial de la Salud Mental, en el Museo Quinta Simoni de esta ciudad, terminada hoy con una interesante mirada de resultados.

Conferencias de lujo resultaron las referidas a la Complejidad y Salud Mental, y al Presente y futuro inmediato de tal situación en los lugareños, a cargo del Dr. C. Roberto Portuondo Padrón y el Dr. Pablo Hernández Figaredo, en ese orden.
El Profesor Portuondo destacó cómo repercute favorablemente la unión de las diferentes ciencias y el arte, lo que propicia el encuentro de un teorema en la poesía o una ecuación en la canción.

Por su parte, Hernández Figaredo, especialista de Segundo Grado en Psiquiatría, Profesor Auxiliar y Máster en Psiquiatría Social, y jefe del Grupo Operativo de Salud Mental y Adicciones (GOSMA) en la provincia, ofreció una panorámica de la fuerza especializada con que cuenta el territorio, y sin dar la idea de que todo está resuelto, reconoció que entre enero y septiembre del año actual disminuyó el número de suicidios, al compararlo con el nonestre del 2015.

El Profesor Hernández mencionó entre las deficiencias a encarar, el estigma de algunos que no quieren ser vistos siquiera en una consulta de Psiquiatría, y el reconocer que el adicto es un enfermo, además, la necesidad de lograr que pacientes ingresados regresen a sus hogares y sean acogidos por sus familiares, sin olvidar que algunos han vivido más tiempo en el hospital René Vallejo y otros no tienen ni a quien acudir ni adonde ir, por lo cual nunca serán desprotegidos.

En esta ocasión el Dr. Pablo Hernández instó a que ante situaciones de alcoholismo, de adicción a las drogas, a la violencia y el maltrato infantil, hay una necesidad impostergable: continuar las investigaciones que ofrezcan soluciones a problemas tan sensibles y lacerantes.

Alrededor de 15 temas libres y más de 20 carteles sentaron bases de igual manera a apoyar a quienes sufren trastornos psicológicos tras sobrevivir a una crisis, en tiempos en que el mundo es testigo de demasiadas emergencias humanitarias relacionadas con los conflictos y los desastres naturales, mientras tampoco escapó el sentir de conquistar espacios libres de humo y de alcohol.

Autora: Olga Lilia Vilató de Varona (Cuqui)

Imagen tomada de: http://bitacoramedica.com/tag/oms/

Secretario General de la ONU publica mensaje por el Día Mundial sin Tabaco

Secretario General de la ONU publica mensaje por el Día Mundial sin Tabaco

Tomado de Cubadebate: Desde 1987, cada 31 de mayo la Organización Mundial de la Salud celebra el Día Mundial sin Tabaco, cuyo propósito es prevenir acerca de los daños para la salud de todas las formas de consumirlo.

La jornada se representa con la imagen de una rosa dentro de un cenicero y convoca a mantener 24 horas de abstinencia.

Este 2016 se hizo un llamamiento a todos los países para realizar un empaquetado neutro de los productos de tabaco, una medida para reducir la demanda, toda vez que disminuye el atractivo de los productos, restringe el uso de paquetes como soportes para publicidad, limita el etiquetado engañoso y aumenta la eficacia de las advertencias sanitarias.

Además, Ban Ki-moon, secretario general de Naciones Unidas, emitió un mensaje en seis idiomas a propósito de la fecha.

Cubadebate publica aquí el mensaje, por cortesía de Mario Jorge Muñoz, Asesor de Comunicaciones de la Oficina de la Coordinadora Residente Naciones Unidas en Cuba.

ONU Naciones Unidas

SECRETARIO GENERAL

MENSAJE CON MOTIVO DEL DÍA MUNDIAL SIN TABACO

31 de mayo de 2016

Los cigarrillos y otros productos de tabaco matan a casi 6 millones de personas al año. El Objetivo de Desarrollo Sostenible 3 persigue “Garantizar una vida sana y promover el bienestar para todos en todas las edades”. Como parte de ese planteamiento, los gobiernos se han comprometido a impulsar la aplicación del Convenio Marco de la Organización Mundial de la Salud para el Control del Tabaco en todos los países con el fin de reducir la proporción de consumidores de tabaco.

El Día Mundial Sin Tabaco de 2016, las Naciones Unidas respaldan una medida sencilla que ha dado resultados para reducir la demanda: el empaquetado genérico de los productos de tabaco. Como se establece en el tratado de las Naciones Unidas para el control del tabaco, se trata de restringir o prohibir la utilización de logotipos, colores, imágenes de marca o información promocional que no sean el nombre comercial o el nombre del producto en un color y tipo de letra corrientes.

El consumo de tabaco es una de las mayores causas de enfermedades no transmisibles evitables, incluidos los distintos tipos de cáncer, las enfermedades cardíacas y las enfermedades pulmonares. También absorbe considerables ingresos familiares. El empaquetado genérico hace que los productos de tabaco sean menos atractivos, restringe la publicidad y la promoción del tabaco, limita el etiquetado engañoso y aumenta la eficacia de las advertencias sanitarias.

En este Día Mundial Sin Tabaco, hago un llamamiento a todos los gobiernos del mundo para que se preparen para el empaquetado genérico.

“Quiero que me salve”

“Quiero que me salve”

Octubre es dedicado a la Sensibilización sobre el Cáncer de Mama en el mundo y el Día contra esa enfermedad a ese nivel es hoy 19. Se dice que tal acción aumenta la atención y el apoyo prestados en ese sentido, con la consabida detección precoz, el tratamiento y los cuidados paliativos.

Por ese motivo conocí por teléfono, el que me facilitó el Dr.C. Mario Mendoza, oncólogo del hospital universitario María Curie, de Camagüey, Cuba, a Silvia Hernández Álvarez, una mujer de 65 años y jubilada, quien tuvo la gentileza de recibirme en su hogar. Así, auricular por medio, se me antojó como una mujer frágil, sensible y amorosa. Al visitarla en su casa comprobé que en efecto, es sensible y amorosa, y a la vez fuerte y empeñada en seguirle ganando años a la vida.

Comenzó la conversación así: “Trabajé desde 1984 hasta el 2007 (fecha de mi jubilación) en la Universidad de Ciencias Médicas Carlos J. Finlay aquí. En ese momento y a partir de 1993, como directora de Cuadros”

—¿Cómo y cuándo supo que padecía de un cáncer de mama?

—Comencé a sentirme algunas molestias en el año 1998 y fui enseguida al hospital Oncológico. Allí me atendió el Dr. Floro Cepero Muñoz y me puso un tratamiento, pero en agosto de ese año me encontré una bolita, como le decimos nosotras y volví.

“Él me detectó un nodulito allí, y me comunicó la necesidad de realizar biopsia por aspiración con aguja fina, me la hicieron el 15 de septiembre, esperamos el resultado y el 3 de octubre me dijo que debía ingresar para ser operada, instante difícil”.

—¿Qué sintió en ese momento?

—Confieso que fue algo impactante, le mencioné varias excusas debido al trabajo, que no tenía sustituto inmediato y no podía dejarlo así. Él me dijo, hoy es sábado, el lunes debes ingresar, te vas, terminas de entregar, vienes el martes por la noche porque el miércoles te opero. Es decir que el 7 de octubre de 1998 fui intervenida quirúrgicamente por el maravilloso Dr. Cepero.

“Quiero puntualizar algo para quienes lean esta entrevista y es que este primer momento del miedo hay que vencerlo, de lo contrario corres el riesgo de asistir tardíamente al médico, y no tengas la posibilidad de vivir unos cuantos años más o de vivir y morir de otra afección”.

—¿Qué fue lo primero que dijo a su médico?

—Recuerdo que le dije: ’Quiero que me salve’ y al recuperarme de la anestesia, él, que fue una de las primeras personas que vi, me pregunto: ’¿recuerdas lo que me dijiste?’, y le respondí: ’que me salvaras’ y me respondió: ’eso fue lo que hice’.

“Esos primeros segundos no se olvidan nunca, era adaptarme a la idea de que, aparentemente, no iba a ser la misma mujer luego de una radical de mama, después pasé el tratamiento con la quimioterapia, no pude pasar por las radiaciones por otros motivos, pero él pensaba que con la quimio no tendría problemas; más adelante me incorporé al ensayo clínico con el tamoxifeno  durante cinco años, es una quimioterapia oral, mediante tabletas y no tuve reacción adversa alguna.

“Debo decir que la etapa de los sueros no fue difícil, aunque no se me cayó totalmente el pelo ni tuve vómitos excesivos, sí me costaba trabajo comer, mas hacía el esfuerzo. Agradezco a toda mi familia, ese apoyo fue muy importante para mí, y del mismo modo el de mis compañeros de trabajo y vecinos. Tuve una ayuda muy grande de mi mamá, mis dos hijos y mis nueras, quienes se portaron como hijas. El consejo de dirección de Ciencias Médicas, encabezado en ese entonces por el Dr. Rómulo Rodríguez, que era el Rector, la Dra. Áurea Gayol, el Dr. Ramón Medina, la MSc. Arelis Toledo, la Psicóloga que ayudó muchísimo..., los compañeros de mi departamento”.

—Luego de operada, ¿cuánto le cambió su vida?

—Viene un período de recuperación, el brazo de ese lado tuve que someterlo a fisioterapia hasta que se restableció totalmente.

—Además de al Dr. Cepero, ¿recuerda a otras personas al cabo de los 17 años transcurridos?

—Reitero y de manera especial que al Dr. Cepero lo quiero como a un hermano, es un amigo, o un padre aunque no puede serlo por su edad y la mía —y ríe—; a la Dra. Cira García, la especialista en Anestesiología y Reanimación, los recuerdo a todos, no los olvido nunca, tampoco al Dr. Andrés Estenoz.

—¿Cree oportuno algún mensaje para las mujeres que lean esta entrevista?

—Les recomiendo que se hagan el auto examen de mama todos los meses una semana después del inicio de la menstruación y si no la tiene, debe fijar un día que siempre recuerde, y al menor síntoma acuda al especialista enseguida. Todo a tiempo tiene solución, de otra manera la muerte es la que te puede vencer.

—¿Cómo es su vida actualmente?

—Como la de cualquier mujer a mis años, por supuesto, sigo yendo a mis consultas periódicas. Me las planificaron anuales, pero a pedido mío me chequean cada seis meses y así estoy más tranquila. Hago mi vida normal, sin grandes esfuerzos. Trato de alimentarme lo mejor posible, no tengo vicios como el fumar y beber, que son peligrosos.

—¿Integra algún grupo de ayuda?

—No he podido por diversas razones personales; sin embargo, en cuanto pueda me incorporaré a uno de la FMC para apoyar a otras mujeres que pasan por esto, me gustaría hacerlo.

“Yo no estaba casada en el momento de la detección de la enfermedad; no obstante, tengo amigas que sí lo están y no han presentado problema alguno con sus parejas, más bien las han ayudado, eso sucede cuando hay amor de verdad, por eso insisto en nunca evadir la situación porque el cáncer es una enfermedad que debe atacarse en sus comienzos, rechazar la atención médica no ayuda. No hay que esconder la cabeza como el avestruz porque la enfermedad sigue su curso.

“Fíjese que yo tenía 48 años entonces, hoy tengo 65 y doy gracias a la vida, al Dr. Cepero, a esta Revolución que me dio la posibilidad de acceder a todos los servicios de Salud que necesité y aún requiero sin costo personal alguno, en ese hospital donde salvan tantas vidas.

“Una de mis preocupaciones en aquel entonces era que no tenía nietos y se lo comenté a una de mis nueras, le dije que no quería morir sin disfrutar lo que era ser abuela y en agosto del año siguiente de la operación nació el primero, que ya tiene 16 años. Conocí cinco, ellos son muy importantes para mí. Uno tiene que luchar mucho contra los obstáculos de la vida, el estrés es tremendo y a veces enfrentamos situaciones difíciles y hay que seguir por el bien de la familia. Uno siempre hace algo en favor de los suyos y creo todavía me necesitan”.

El cáncer de mama es el más frecuente en las mujeres, tanto en los países desarrollados como en los llamados en desarrollo y los especialistas coinciden en que la detección precoz a fin de mejorar el pronóstico y la supervivencia de los casos de cáncer de mama sigue siendo la piedra angular de la lucha contra este, y de acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada 30 segundos en algún lugar del mundo se diagnostica un cáncer de mama.

Silvia es una mujer muy agradecida, quiso hacerlo también hacia este equipo que invadió su casa y fue tan bien recibido. Nosotros y quienes lean esta entrevista debemos ser los satisfechos. El que una persona abra su corazón así no se logra todos los días.

Autora: Olga Lilia Vilató de Varona (Cuqui)

Fotos: Orlando Durán Hernández

Día Mundial de la Salud Mental

Día Mundial de la Salud Mental

Como nunca es tarde para una buena información, aquí les dejo con el link relacionado con el Día Mundial de la Salud Mental 2015, página Web de la OPS, preparada por la fecha, Gracias, Cuqui

Nuiris: Mamá, enfermera e internacionalista

Nuiris: Mamá, enfermera e internacionalista

 Primero mamá, luego enfermera, y después internacionalista. Así, en este orden colocó sus prioridades la Licenciada en Enfermería Nuiris Marrero Peláez, graduada en 1995; y no fue por casualidad sino porque el domingo 10 fue el Día de las Madres, hoy 12 el Internacional de la Enfermera (o), y está casi acabadita de llegar de Nicaragua, una misión internacionalista que le ha hecho ver la vida con otra óptica.

Ella era jefa de Sala en el servicio de Neurología del hospital universitario Manuel Ascunce Domenech, y antes estuvo en la vicedirección de Enfermería como supervisora de área.

—¿Por qué con tanta seguridad ese orden de ver tu vida?

—Increíblemente, aunque dejé a mi hija en el mismo espacio, con mis padres que la atendieron de una manera esmerada, sé que sintió mi ausencia, sin dudas, le faltaba yo, pese a que la preparé con anterioridad y ella estaba consciente de eso, de la necesidad que otros niños y adultos del mundo requieren de nuestros servicios, su primera reacción fue: “No, tú no vas”.

—¿Qué edad tenía Daniela (así se llama la niña) cuando saliste de misión?

—Siete años, ya tiene nueve.

—¿A qué le achacaste esta reacción?

—A ella le había impactado una experiencia negativa de una compañerita del círculo con su mamá y no quería saber del país que le tocó, cosas de niños, porque la decisión de esa mamá iba a tomarla dondequiera, pero en sus cortos años no lo veía así. Afortunadamente me enviaron a Nicaragua, al municipio de Waspam, ubicado en la Región Autónoma del Atlántico Norte (RAAN), a orillas del río Coco, que sirve de límite entre Nicaragua y la República de Honduras. Específicamente estábamos a 200 metros de ese río.

—Volvemos al orden de prioridad y luego seguimos con la misión, ¿por qué enfermera?

—Quería ser médico y en segunda opción pedí la Licenciatura en Enfermería. Pero no me arrepiento y si volviera a nacer escogería esta carrera. La enfermera se da su propio valor, tiene que estudiar como el médico, no puede quedarse atrás, en un pase de visita tienes que estar a su altura y puedes aportar mucho, estamos en contacto directo con el enfermo más tiempo incluso, que el propio galeno y notamos cualquier alarma a su lado.

—Vamos al internacionalismo de nuevo…

—En este sitio, cuya cabecera municipal está ubicada a 632 kilómetros de la ciudad de Managua, la misión internacionalista cubana comenzó en el 2007 y en esa época pasaron mucho trabajo en comparación con nosotros, sin estar exentos de dificultades porque las condiciones en sí mismas no son buenas.

“En mi caso laboraba en la Sala de Cuidados Intensivos del hospital Oswaldo Padilla, que está allí porque Fidel, el Líder Histórico de la Revolución, dispuso que equipamientos utilizados en Pakistán fueran distribuidos y ese fue uno de los lugares favorecidos. Allí los especialistas eran el Clínico, el Ginecobstetra y el Pediatra; además, los de Medicina General Integral (MGI) cubanos con los Sociales, los nicaragüenses que terminan sexto año y hacen el servicio social. Algunos estudiaron en Cuba y otros en Nicaragua”.

—Tengo entendido que la mayoría de la población de Waspam está registrada por debajo del nivel de pobreza y otro grupo importante dentro de la llamada pobreza extrema, ¿qué origina esta situación a la hora de la atención médica?, ¿qué experiencias trajiste contigo?

—Muy bonitas. Ellos tienen una idiosincrasia muy diferente a la nuestra y eso por sí mismo es algo atractivo. Tienen creencias muy particulares, no quiero decir que aquí no las haya, pero por mis años de trabajo sé que el cubano apela a sus creencias ante cualquier contingencia de salud, por ejemplo, pero va al médico. Allá es diferente, ellos son misquitos, y como son autónomos adoptan sus propias determinaciones.

“Vimos mujeres que se colocan yerbas para parir y maduran el cuello uterino antes de tiempo, les ofrecen brebaje a los hijos muy pequeños que les provocan hasta la muerte. Por tales motivos era tan importante el trabajo educativo y preventivo.

“Tuvimos varias experiencias de tener pacientes en condiciones críticas y sus familias llevarlos al Sukia (su brujo), porque no veían solución en manos de la ciencia. Creían que a la vez que les aplicabas el medicamento debían curar  inmediatamente. Sufrimos por esta causa, en Cuba no vemos eso y nos choca. Es increíble, porque hasta profesionales obedecen a sus padres y no acuden al médico a tiempo, llegan tarde y en no pocas ocasiones no puede hacerse nada.

“A casi dos meses allí tuvimos un niño de seis meses con bronconeumonía, allá son muy frecuentes las neumonías en niños y adultos mayores, y no piensan que pueden morir por esa dolencia. Ese bebé era un muñeco. Cuando lo vio el pediatra hubo que entubarlo, no teníamos equipo de ventilación y luchamos hasta que su corazoncito dijo hasta aquí. El pediatra y las enfermeras empezamos a llorar, no podíamos creer aquello y la mamá lo envolvió en un paño, se lo tiró al hombro y salió como si nada hubiera ocurrido.

“En otra ocasión otro niño hizo una meningitis que tratado por el Sukia, gastaron su dinero y cuando lo llevaron no hubo solución y el padre nos dijo que él tenía más hijos, así de sencillo. Conocimos la desnutrición infantil y el parasitismo que estudiamos por los libros”.

—¿Los cubanos cobran los servicios médicos allá?

—No, ¡qué va!, y adquieren los medicamentos que reciben del hospital de manera gratuita. Por supuesto, si tienen que ser trasladados a Puerto Cabezas ya es otra cosa, a veces no tienen dinero ni para eso, lo cual nos entristecía. Había veces que en el hospital solo se hacían análisis para hemoglobina, ni para los diabéticos, ni un glucómetro para una glucemia y qué decir de hacerse una Resonancia Magnética, ni hablar. Allí no había ese tipo de equipamiento. Y para los complementarios hemoquímicos (triglicéridos, entre otros), tenían que ir a laboratorios privados, pagarlos y muchos no podían.

“No puedo dejar de decir esto. Cuando cumples una misión te sientes plena, te enriquece la vida espiritualmente, ves cosas inimaginables siquiera, ves la vida diferente. Uno no sabe lo que vale Cuba hasta que sale de este pedacito de tierra. También debo reconocer la ausencia ante tus hijos, hablo por la mía, se siente, lo mismo ella que uno, y son tiempos perdidos e irrepetibles, por eso reitero: mamá primero. A Daniela la encontré bien y las dos estamos muy felices. Este Día de las Madres va a ser muy especial”.

 

Autora: Olga Lilia Vilató de Varona (Cuqui)

Foto: Momentos en que Nuiris participaba en Jornada Científica en Nicaragua, por cortesía de la entrevistada.

No olvidarnos del VIH/sida, menos hoy, 1ro. de diciembre

No olvidarnos del VIH/sida, menos hoy, 1ro. de diciembre

A veces da la impresión de que el VIH/sida ya no es un problema de Salud. Escuchamos y nosotros, los medios de comunicación, publicamos poco al respecto, o solo lo dejamos para hoy, 1ro. de diciembre, Día Mundial de Lucha contra el VIH/sida. Esta situación puede crear una falsa expectativa, bajar el interés y continuarse entonces por un camino equivocado, con el consabido problema de contraer el virus, enfermar y hasta morir.

También se maneja el tema de una vacuna prometedora que no acaba de aparecer y la única manera eficaz de evitar esta dolencia es mediante relaciones sexuales seguras (sin penetración), o protegidas (con el uso del condón). Aunque hay otras formas de adquirirla como: por vía sanguínea (transfusiones con sangre contagiada), el compartir jeringuillas, agujas con portadores del virus o de madre al hijo durante el período de embarazo, el parto y la lactancia.

En la provincia de Camagüey el número de casos detectados desde 1986 (el primero), al 15 de noviembre del 2014, registra 992 personas diagnosticadas con VIH/sida, de estas 203 del sexo femenino y 789 masculinos, de las cuales 105 fallecieron, por lo que 887 son seropositivos o están enfermos.

El doctor Andrés Ponce Peláez, especialista en Epidemiología y jefe del Programa Provincial de Infecciones de Transmisión Sexual (ITS)- VIH/sida llamó la atención acerca de que en el año 2013 aparecían, como promedio, 2,94 nuevos casos cada dos días, al tener en cuenta los 124 reportados; sin embargo, en lo que va del 2014, cada dos días, 19 horas y 58 minutos, han sido descubiertos 2,86, o sea, que ya fueron detectados 105 y el año no termina aún.

Resulta interesante conocer cómo de ese universo de individuos con VIH/sida, 330 son heterosexuales —tienen relaciones con el sexo opuesto—; 591, homosexuales —con su mismo sexo—; y 71, bisexuales —con uno y otro sexo—. Quiere decir que el mayor número está entre los homosexuales. Entre estos y los bisexuales sobresalen los masculinos.

Del total mencionado, el 34,6 % clasifica en la categoría de paciente sida, porque presenta un proceso séptico con parámetros de inmunodeficiencia o padecen expresiones clínicas de enfermedades oportunistas, o ambas. El profesor Ponce opina que estos se niegan a recibir el tratamiento médico o lo abandonan inconsultamente y, por lo general, son indisciplinados, quienes al sentir los resultados de tal dejadez quieren recuperar lo perdido, aun cuando los medicamentos los reciben gratuitamente, pero casi siempre cuando lo deciden, ya es tarde.

Otra manera de catalogarlos es como debut sida, correspondientes a aquellos que acuden a solicitar asistencia médica con cuadros severos del padecimiento, y son 87 los casos de este tipo desde 1986 a la fecha. En 1995 se manifestó el primero de estos, número que creció a través de los años; el 2013 cerró con 17, y en el transcurso del 2014 suman once.

Es de suponer que el VIH/sida aparece en edades de más actividad en la vida sexual; por ejemplo, entre los 15 y 49 años hay 907, sin desdeñar que hay casos de 14, y 16 tienen entre 60 años y más.

Uno de los logros palpables en la provincia es que 50 mujeres con VIH decidieron parir, incluso, algunas hasta en más de una ocasión; a 21 se les descubrió por los exámenes de rutina en el período de gestación y siete interrumpieron su estado por voluntad propia. De las 37 a las que se les aplicó la cesárea sus hijos no presentan síntomas de infección y seis están en plena gravidez. Debido a las precauciones adoptadas no hay transmisión de madre a hijos.

Vale destacar que aquí están involucrados los médicos y personal de enfermería de la familia, clínicos, pediatras, ginecobstetras, epidemiólogos, en fin diferentes especialistas que ofrecen su atención y seguimiento, a estos bebés mientras sea necesario.

Estos datos, que a groso modo ofrecen una panorámica de la presencia del VIH/sida en el territorio, indican que cualquier persona sin protección está expuesta a contraerlo. Esa es la respuesta a la interrogante de ¿por qué a mí?, que la mayoría se hace al ser citado por estar en las llamadas cadenas de contagio. Cuando fue detectado el último caso en la provincia de Camagüey, en Cuba sumaban 21 631.

El Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) contamina a las células del sistema inmunitario, altera y anula sus funciones, lo que trae aparejado el deterioro progresivo de ese sistema y así llega la inmunodeficiencia.

En los estadios más avanzados de la contaminación por VIH el término utilizado es el de sida o Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida y se define por la presencia de una de las más de 20 conocidas como  oportunistas o de cánceres relacionados.

Uno de los problemas más graves de salud pública en el mundo continúa siendo el VIH/sida, con un incremento en la sobrevida y mejor calidad de esta, por los adelantos y acceso a los medicamentos, en el caso de Cuba, repito, suministrados gratuitamente.

De acuerdo con datos consultados en la red de redes, la epidemia mundial alcanza cifras alarmantes, pese a los avances de las ciencias médicas. Los primeros casos fueron descubiertos en 1981, en San Francisco, EE.UU.

En sus inicios la enfermedad le fue indilgada solo a las comunidades gays y le llamaban la “peste rosa”, de ahí su estigma. Luego la culpa se llevó a los adictos, y como la vida ha demostrado que no hay un segmento poblacional único para ser contagiado sería algo monstruoso ignorar las medidas preventivas, con el uso del condón y otros actuares con la sangre al aplicar las transfusiones.

Para el 2014 la Organización Mundial de la Salud (OMS), propuso como tema para este Día…: Cerremos la brecha. Por una generación libre de sida, y busca, el acortamiento de la distancia entre quienes reciben los servicios de salud que necesitan y quienes quedan rezagados.

Según afirmación de la directora de la OPS/OMS, Carissa F. Etienne, a propósito del Día de Lucha Mundial contra el VIH/sida: “En la última década, los países de América Latina y el Caribe han ampliado el acceso a los servicios de salud que las personas que viven con VIH necesitan, incluidos los medicamentos”, y añadió: “Controlar la epidemia para 2030 es posible si los países aplican una estrategia de prevención combinada y si todas las personas conocen su estado de VIH, reciben el tratamiento que necesitan y viven libres de estigma y discriminación”.

Por primera vez la región de América y el Caribe presenta datos como que tres de cada diez personas tienen VIH y no lo saben y que el 35 por ciento de los nuevos casos llegan tarde al diagnóstico, por lo tanto ocurre lo mismo con el tratamiento adecuado para salvarles la vida.

Autora: Olga Lilia Vilató de Varona (Cuqui)

Imagen: Tomada de Internet

“Hace falta clonarlo, y así tendremos muchos Dr. Cepero”

“Hace falta clonarlo, y así tendremos muchos Dr. Cepero”

Hay un proverbio muy popular que dice: “Dios aprieta, pero no ahoga”, y este es el que viene como anillo al dedo en una fecha con la de hoy 19 de octubre, Día Mundial de Lucha contra el Cáncer de Mama. Por razones ajenas a mi voluntad y sí relacionadas con problemas de espacios y prioridades, esta entrevista no ha sido publicada en el semanario impreso Adelante, de la ciudad de Camagüey, mi ciudad y mi periódico.

Pero como siempre hay una salida, cuento con este, mi blog, en el que coloco todo lo que puedo y quiero y así lo hago en esta ocasión. No me perdonaría pasar por alto una fecha como esta, cuando sé que el cáncer es la primera causa de muerte en Cuba, y Camagüey, como provincia, no es la excepción sino regla. Solo lamento que mis coterráneos sin acceso a Internet se la pierdan, es una pena.

Eso sí, encontré la gentileza de que me la publicaran en Cubadebate, sitio digital tan visitado desde diferentes partes del mundo, con la salvedad, de que allí omití algunas cosas que la hacen más intimista y, además, para no hacerla tan extensa.

Lazos de amistad me unen al Profesor Floro José Cepero Muñoz; sin embargo, esa no es la razón por la cual lo entrevisté, sino porque él se lo ha ganado y con creces.

Sería algo así como un sacrilegio entrevistar a un especialista en Oncología para abordar el tema de cáncer de mama y no acudir a este, quien de sus 78 años de edad ha puesto sus manos a merced de salvarle o mejorarle la calidad de sus vidas a muchas mujeres durante 48 años en el hospital Oncológico María Curie, de la ciudad de Camagüey.

—¿Cómo compararía el cambio en la detección y tratamiento de este padecimiento desde sus inicios hasta nuestros días?

—Hay que decir que el cáncer de mama se conoce desde épocas ancestrales, desde la antigüedad y era tratado con procedimientos muy cruentos, terribles, eso sí, siempre ha sido una preocupación de las Ciencias Médicas.

“Podemos mencionar otras modificaciones entre un antes y un después. En tiempos pasados tratábamos cánceres muy avanzados, eran cuadros, incluso, dantescos, enormes tumores que ocupaban toda la mama; sépticos con grandes problemas sobreañadidos y esto ha disminuido, lógicamente por el gran Programa de Salud que tenemos en Cuba, aunque todavía se ven, de manera excepcional, algunos casos porque se descubren una anomalía y no acuden al médico por temor, hacen como el avestruz, que esconde su cabeza para no ver, pero el problema sigue su curso, e incluso, hasta por pudor.

“He tenido la oportunidad de realizar operaciones radicales —las cirugías que hacíamos más antiguamente— y esas mujeres se han integrado a la sociedad y a sus labores habituales hasta en el campo y los demás no lo conocen, es como especie de un tabú. Ahora hacemos cirugías más conservadoras que resuelven y no son mutilantes.

“Lo que ha modificado de manera importante el tratamiento, y para bien, es la aplicación de drogas antitumorales, porque la cirugía te resuelve el problema local de la enfermedad, pero el sistémico o la diseminación, que es en definitiva la que mata al paciente, no lo resuelve solo la cirugía, sino la quimioterapia.

“Por tal motivo la quimioterapia avanza más porque para curar no tienes que hacer radical en la intervención quirúrgica, sino complementarlo con el tratamiento de quimioterapia y las radiaciones.

“Es necesaria una quimioterapia correcta, que es muy agresiva, pero liquida todas las células malignas posibles que hay en el resto del organismo y esa es la garantía de la evolución porque, por ejemplo, una metástasis en el pulmón se detecta, mientras una célula tumoral no; entonces el paciente está muy bien en apariencia y ante cualquier situación de estrés, de disminución de las defensas del organismo esa celulita empieza a multiplicarse, y sí aparece la metástasis. Es lo que tratamos de eliminar, o sea, la célula que es aislada todavía.

“Hay quienes no llevan quimioterapia que son los llamados súper comenzantes o aquellas muy ancianas con una lesión pequeña, de menos de dos centímetros sin ganglios afectados. Esas con una cirugía conservadora o una mastectomía, quizá no necesite nada más. Pueden vivir 10 o 20 años, pero sin recibir aplicaciones agresivas, porque entonces sería más el perjuicio que el beneficio”.

—Para que ocurra de esta manera, como usted dice, no mutilante, ¿qué debe tenerse en cuenta?

—Lo esencial es el diagnóstico precoz. Por eso hay un Programa de Detección Precoz del Cáncer de Mama, que tiene en cuenta la clínica y la investigación, es decir, en las mujeres por debajo de 40 años lo más importante es el autoexamen de mama mensual, pasada la menstruación, que es el momento en que el seno está más susceptible, en mejores condiciones para ser revisado. Si la persona se examina y descubre algo acude al médico y ya son adoptados los pasos a seguir, sea maligno o no.

“Las que no menstrúan escogen una fecha fija. Puede ser en los cinco primeros días del mes que se autoexamine, en esa fecha lo hace el día entero. Lo que no es útil ni aconsejable es hacerlo continuamente, porque llega a convertirse en una obsesión que no ayuda. Ante una anomalía detectada lo primero es acudir a la Atención Primaria de Salud, a su policlínica, que siempre habrá un ginecólogo preparado para reconocerla y determinar la importancia o no, y de ser necesario la remite a un centro de atención o a los hospitales Oncológicos”.

—Desde su experiencia, ¿cuál es la situación actual del cáncer de mama?

—El cáncer está en franco aumento como todas las enfermedades malignas, y una de las que más se ha incrementado es el de mama, y lo más preocupante es que ahora aparece en mujeres mucho más jóvenes; antes el promedio de edad era de 50, 60 y quizá, 70 años; actualmente lo estamos viendo hasta en muchachas de veintitantos años y, sobre todo, entre los 30 y 40 años.

—¿Cuál o cuáles pudieran ser las causas?

—Muchos cambios dietéticos. La mayoría de los productos que se comen tienen insecticidas, y los animales hormonas de crecimiento. Hay componentes artificiales en casi todo lo que comemos y usamos, hasta la ropa.

“También responde a la menstruación temprana, a la menopausia tardía; tanto en un caso como en el otro quiere decir que el organismo está sometido a los estrógenos mucho más tiempo, y esto es un arma bastante agresiva. Además, enfrenta riesgos la mujer que no parió o lo hizo tarde y no lactó, sin olvidar que si posee antecedentes genéticos por línea materna… pero fíjate, si tiene todo lo anterior y es obesa, entonces los peligros son enormes”.

—¿Por qué la lactancia materna es tan importante para evitar la enfermedad?

—Nadie sabe cuánto protege su seno la mujer que lacta, la que no lo hace acumula sustancias dañinas en sus mamas que favorecen a la larga la aparición de esta enfermedad.

—Durante estos 48 años, ¿ha tenido más satisfacciones que insatisfacciones?

—De todo un poco; no obstante, tengo operadas desde hace 40 o 45 años, incluso, hay quienes no lo creen, no lo conciben, porque por lo general la mujer operada de un cáncer de mama no se lo da a conocer ni a algunos de sus familiares, solo a los más allegados. Es algo que se ha ocultado siempre. Es un gran tabú, a veces ni se menciona la palabra cáncer y el vecino ni se entera.

—¿Qué mensaje le haría llegar a las jóvenes?

—Que se examinen, se cuiden, traten de erradicar los factores de riesgo que sean posibles, y que ante la duda se atiendan enseguida. No por dejar de atenderse van a solucionar el problema, todo lo contrario.

—¿Tengo entendido que usted es de los galenos que más mamas ha operado en el país, ¿tiene idea de cuántas han sido?

—No, imposible. Cuando llevaba unos 10 o 15 años eran cientos, casi miles, pero ya no sé. La cantidad es inmensa de la ciudad de Camagüey, de Guantánamo, de Pinar del Río, de todas partes. Son muchos, muchos casos

—¿Cómo se siente acogido por sus pacientes y familiares?

—Tengo la agradable sensación o felicidad de ver a muchas de estas mujeres en la calle, que están perfectamente bien y operadas desde hace más de 40 años; eso es lo primero, y sí, el paciente es muy agradecido, incluso, algunas que fallecieron, su familia queda satisfecha, sabe que hicimos hasta lo imposible por salvarla. Incluso, muchas de las operadas viven en otros países por diferentes causas y por una u otra vía se interesan por saber de mí y a la vez yo de ellas.

—Yo tuve la oportunidad de vivir en carne propia su atención médica hacia mi madre hace más de 40 años. No tenía cáncer de mama, pero sí otra afección que la habría llevado a la muerte muy joven. Esto no lo supo ni mi padre porque usted, Rafael Serrano y hasta las auxiliares de limpieza se convirtieron en mis cómplices. Ella falleció a los 86 años y nada que ver con el cáncer, sé que lo recuerda…

—Desde luego y con Rafael Serrano que fue por mucho tiempo mi mano derecha encontraste aquí algo así como una confraternidad.

—Esa es la palabra exacta…

—Y fíjate, eso no ha cambiado. En este hospital hay una atención muy especial. Todos los trabajadores saben que nuestros enfermos tienen un problema muy serio y están impuestos de cómo tratarlos y sonreírles. Por eso el agradecimiento llega a todos, por supuesto, y al médico, que es quien los acompaña por años.

—¿Qué opinión le merece la moda de cambiar la apariencia de los senos mediante implantes?

—La mía, muy personal, es que nada artificial es recomendable y si por un lado decimos que el cáncer en general aumenta a nivel mundial por todo lo adulterado que incorporamos a nuestras vidas, no puedo estar de acuerdo con suministrar dentro del organismo una sustancia que por mucho que se haya probado es un cuerpo extraño. No lo recomiendo a ninguna edad.

“Hay quienes tienen un gran volumen mamario, que no siempre necesitan ser operadas; sin embargo, hay casos que sí, y para eso hay cirugías reconstructivas, estéticas, excluyentes de la implantación de cuerpos extraños. Eso es quitar lo que sobra

“Felizmente, por nuestra idiosincrasia, en Cuba la mujer se siente satisfecha tal como es, pero en otras naciones para lucir más hermosa y estar más a gusto lo utiliza”.

—Si una mujer tiene un fuerte componente familiar de padecer cáncer de mama, ¿puede eliminarlas y hacerse el implante estético?

—En el extranjero sí. Por ejemplo, en EE.UU. es algo de todos los días, esto es muy especial. En Cuba no se hace sin estar demostrada la enfermedad, aunque tiene un sentido muy grande porque mantiene la estética y le quitas de encima el órgano diana, sin tejido mamario no puede haber cáncer allí. Eso, por supuesto, lleva una cirugía bien hecha.

—¿Cree que este proceder llegue algún día a Cuba?

—Puede ser, con la inclusión de investigaciones de familias y pese a que no creo sea algo inminente porque estas novedades evolucionan lentamente, sobre todo por la personalidad del cubano, nada parecida a la de otros países. Somos latinos y muy apegados a nuestro cuerpo.

—Para la mujer los senos son muy especiales…

—Así es. Usted sorprende a una mujer desnuda y eso es lo primero que se cubre. Eso responde a un instinto ancestral. Por eso, en un día tan especial insisto una y otra vez en el diagnóstico precoz.

—Debe tener historias infinitas, ¿puede referirse a alguna?

—Ayer mismo me llamó una paciente y me comentó con mucha alegría: “Ayer fue mi cumpleaños”. ¿Cómo tu cumpleaños?, le digo yo, porque imagínate, no puedo acordarme del nacimiento de todas, y me dijo: “Sí, porque cumplí 18 años de operada”. Eso lo compensa a uno, sin dudas.

—Cuando se enfrentan a mujeres con este tipo de enfermedad y entra en conflicto consigo misma o con su pareja, ¿qué hacen?

—Hemos visto matrimonios que luego de 30 años se rompen por esta causa y hay quienes con cinco años de casados se fortalecen. En todo equipo multidisciplinario de cáncer de mama tiene que haber un psicólogo, esto es muy importante y lo tenemos en el hospital.

—Escuché ahorita a una mujer decir: “Hace falta clonarlo, y así tendremos muchos Cepero”. Usted también la oyó, ¿qué opina?

—Sirve de satisfacción, aunque tenemos la dicha de contar con un grupo de médicos jóvenes, muy buenos. Tenemos el relevo…

—Además de esos reconocimientos, ¿qué siente le ha favorecido para entregarse en cuerpo y alma a lo que hace?

—El apoyo de mi familia, sin él no habría sido posible. He tenido que renunciar a muchas reuniones en familia, paseos, distracciones, y me han entendido. Eso ha sido vital.

 

Texto y foto: Olga Lilia Vilató de Varona (Cuqui)

La prevención del suicidio, una reflexión de hoy

La prevención del suicidio, una reflexión de hoy

Hoy, 10 de octubre, Día Mundial de la Salud Mental encontré un buen pretexto para acercarme al doctor Carlos Morán Giraldo, especialista en Psiquiatría y director del hospital Psiquiátrico René Vallejo, de la ciudad de Camagüey, Cuba.

Como en un trabajo publicado aquí hace muy poco, precisamente por el Día Mundial de Prevención del Suicidio, se reflejó este como un problema de salud preferí abordar el tema desde el punto de vista preventivo y así no volver sobre las cifras que muestran instituciones internacionales como la Organización Mundial de la Salud o la Panamericana de la Salud (OMS-OPS). El doctor Morán, conocedor del tema accedió gentilmente a mi propuesta.

—¿Qué debemos tener en cuenta para prevenir el intento, la conducta o el suicidio?

—Algunos de los elementos importantes son los mitos que hay relacionados con la conducta suicida. Por ejemplo: el que lo dice no lo hace. Eso es un grave error. Quien lo comenta es una persona que de alguna manera está pidiendo ayuda y muchos familiares, amigos y compañeros de trabajo minimizan la situación y no le creen, mientras que es una llamada de auxilio, para decirlo de algún modo, porque no le ve salida a alguna situación y busca escape al problema.

“Otro es: el que se quiere matar no lo dice. Falso igual. Los seres humanos estamos orientados a vivir no a quitarnos la vida, incluso, personas que sobrepasan los 80 años están agonizando y luchan contra la muerte. El suicidio es la decisión errónea de una persona para solucionar sus dificultades precisamente cuando no encuentran ayuda. Hay quienes no lo dicen con palabras y sí con actos, gestos y conductas.

“También es un error que todo el que se suicida es un enfermo mental, nada que ver. No es así. Hay motivos pasionales; en los adolescentes hay malos manejos en el embarazo en edades tempranas, las relaciones de parejas mal manejadas en esas edades y con conflictos importantes y en ocasiones la solución es intentar contra su propia vida, que a veces lo consigue y otras no, pero es una conducta suicida”.

—¿Puede que en algunos de los casos solo sea un llamado de atención?

—Desde luego, pero en ocasiones lo consigue aunque no sea el propósito en sí.

—¿Si hablamos del tema con alguien denominado dentro del grupo de riesgo no lo incitamos a que lo haga?

—Tampoco es cierto, eso sí, es importante hacerlo con una persona entrenada y facultada para orientar acertadamente, porque un término mal manejado puede empeorar la situación.

“Hay quienes dicen: quien se suicida está deprimido. No, otro error. No siempre tiene un cuadro depresivo de base”.

—Si no tenemos los mitos en cuenta, ¿qué puede suceder?

—Se corre el peligro de que se materialice el lamentable suceso.

—Ya sabemos que la conducta suicida no es una enfermedad; no obstante, ¿podríamos considerar que hay factores de riesgo?

—Cómo no y muchos. Son las personas que entran en la conducta suicida y ahí sí encontramos un buen número de deprimidos, ven las cosas difíciles como imposibles y sobrevaloran lo problemas.

”Están los que lo han intentado ya. Un elevado número de los casos consumados lo quisieron hacer antes. Al que lo presagia hay que prestarle atención y llevarlo a un especialista. Aquellos que amenazan con quitarse la vida son vulnerables y sobre todo en situaciones de crisis. Esas son personas muy frágiles con pocos recursos psicológicos.

“Los portadores de perturbaciones mentales, ya sea una esquizofrenia, trastorno de la personalidad…, son muy sensibles. Cuando hay cambios bruscos en el comportamiento hay que estar pendiente y sobre todo en los adolescentes se ve mucho la irritabilidad, la hostilidad. En ellos la depresión se enmascara con el malhumor, el disgusto, la insatisfacción y se muestran incomprendidos.

“Los alcohólicos con una repercusión social importante son propensos a este suceso. Ellos son enfermos y son rechazados; la sociedad no los admite como enfermos y llegan al suicidio. Hay que atenderlos como tales. En realidad todas las adicciones llevan a este riesgo y lo mismo ocurre con las disfunciones sexuales de curso prolongado.

“Los pacientes con enfermedades crónicas y dolorosas. También los ancianos que viven solos. Ellos no tienen incentivos en la vida y buscan el suicidio, incluso, algunos con familias y se sienten una carga pesada para ellas”.

—Ustedes como especialistas pueden actuar con éxito ante alguna de estas situaciones, pero ¿si una sola persona presenta varios factores de riesgo?

—Cuando uno encuentra estos factores de riesgo por separado uno puede acceder y mejorar la situación, si sucede lo que me preguntas entonces la situación es más compleja. Al confluir varios factores de riesgo es mucho más difícil, por ejemplo, cuando un anciano vive solo, tiene un cáncer y está deprimido…, ahí el actuar es más confuso.

—He sabido de familias en que el suicidio ha sido la solución en varios de sus integrantes, ¿a qué se debe esto?

—Es una conducta que puede imitarse, no es que se herede, pero se aprende.

—¿Puedes definirme el concepto de Salud Mental?

—Es un elemento del de salud. Para que se entienda mencionaré qué dicen los expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). La salud mental está definida como un estado de bienestar en el cual el individuo está consciente de sus capacidades, puede afrontar las tensiones normales de la vida, trabajar de manera productiva y fructífera y, además, es capaz de hacer una contribución a su comunidad.

“O sea, que tal sentencia está en correspondencia con la tesis de salud figurada en la Constitución de la OMS: “La salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente radica en la ausencia de afecciones o enfermedades.

“No olvidar que también influye la espiritualidad, la dignidad y la moral de las personas”.

—¿Cómo es el comportamiento del suicidio en Cuba?

—No es diferente a lo que recoge la literatura de otros países. El intento suicida tiene una tendencia al incremento. Generalmente predomina en etapas tempranas de la vida el intento y en edades más avanzadas el suicidio. Se suicidan más los hombres y lo intentan más las mujeres.

 

Autora: Olga Lilia Vilató de Varona

Foto: Otilio Rivero Delgado