Mi madre es adulta mayor y no lo sabe
Esos ojos con sus 85 años encima eran la delicia de mis amigas y amigos, y hasta de uno que otro de la familia. Yo quería tenerlos como ella.
Como he dicho en otras ocasiones mi padre le llevaba a mi madre 20 años. Aunque él gozaba de una muy buena salud, ella se dedicó en cuerpo y alma a cuidarlo hasta su último día. Cuando permanecía sentado ella le subía y le bajaba los pies a ratos, le suministraba los alimentos a su hora, le daba agua, en fin…
Si mi padre se tocaba la cabeza ella le preguntaba: “¿Pipo, te duele la cabeza?” y él con esa lucidez y dulzura que lo acompañaron siempre le decía: “Mima, a mí nunca me ha dolido la cabeza” y se reía para quitarle inquietudes de encima. Así transcurría un día tras otro hasta que quedó sin su amado Pipo y por eso quería irse con él porque “allá” estaría solito y tendría frío. Mi hermano y yo pensábamos que ella nos duraría poco en ese estado.
Fueron transcurriendo los días y los meses. Yo, que iba a visitarla a diario, cuando llegaba me comentaba: “¿Y ese milagro?” De esa misma manera recibía a mi primo Luisín, sobrino de mi padre que la va a ver muy a menudo.
Pero llegaron otras preocupaciones para nosotros. Como mi madre vive con mi hermano, María del Carmen (su nuera), y Rafe (su nieto más joven), empecé a notar que cuando mi hijo, a quien adoraba, se enfermaba, ella no llamaba a saber de él, cosa que hacía varias veces al día en casos como este, incluso, por pura rutina. No sabía de Grétel, su nieta mayor y a quien dedicó y entregó buena parte de su vida y no preguntaba por ella. Eran actitudes muy extrañas.
La llevamos a Cárdenas a casa de su sobrina Lily y allí sí que dejó de ser ella. Creía que estaba en su casa, preguntaba cuándo llegarían Fefi (mi hermano), y Rafe y nos sorprendía con conversaciones sin sentido. La llevamos a Varadero y parada frente al mar me dijo: “Si tú dices que estamos en la playa, pues estamos, porque yo no veo el mar”.
Esa semana y ese día de playa fueron los más amargos de mi vida, quería regresar ya. Cuando llegamos a Camagüey y a su casa todo cambió. Volvió a ser la misma de una forma casi mágica, pero al pasar los meses la memoria se le iba y sin regreso.
Aun con su Alzheimer comía solita, sabía que se llamaba Olga Emilia de Varona Rodríguez, y a veces recordaba quiénes eran sus hijos…, pero a partir del 22 de febrero del 2012 que sufrió una fractura de cadera y de pelvis y tuvo que ser intervenida quirúrgicamente, a decisión de mi hermano y mía, por supuesto, porque no podría vivir con tan inmenso dolor, fue entonces un poquito hacia atrás.
Ahora, aparte de tener que bañarla, hay que darle la comida y todo lo demás, como a un bebé. Todavía recuerda su nombre aunque olvidó el segundo: Emilia y piensa un ratico para responder. No sabe que tiene hijos, pero nos llama, también a su nuera sin recordar que lo es. Llama a mamá, a papá y a los muchachos, que creemos sean sus hermanos.
Tiene que “pedir permiso” a mamá para esto o lo otro y a Pipo, ese Pipo, mi padre, que ella adoraba lo menciona menos. En ocasiones no sabemos si lo identifica con mi hermano o no.
Mantiene hábitos de tener su boca limpia al comer, no gusta de las conocidas “malas palabras”, ni de que le levanten su bata de casa, ah, ya no camina y permanece sentadita en un sillón que mi hermano le mandó a hacer especialmente por su situación.
No puedo decir que ella no es feliz, sí que su mundo cambió. No somos felices nosotros, quienes la queremos y vemos cómo ese puntal de nuestro hogar se va debilitando en todos los sentidos. Cómo llora o ríe sin razón aparente, no sabemos qué piensa su cerebrito.
Sí disfrutamos dándole mucho, mucho amor, el que ella recibe sin límites y lo ofrece igual, es besona, da las gracias cuando uno la baña o le da la comida. Es un amor.
Los primeros tres meses de operada permanecimos mi hermano y yo a su lado y Lilí, la suegra de mi hermano que la acompaña desde la muerte de mi padre; luego Fefi se reincorporó al trabajo y más atrás yo a propuesta de él mismo. Tengo que decir que Fefi, ese hijo mayor de mi madre es muy especial, conmigo, con ella y como cuidador, parece un hijo-enfermero graduado en la mejor Universidad del hemisferio.
Les comento que cuando su tía Raquel, quien la crió por quedar huérfana tempranamente estaba en una situación similar, mi madre nos exigía: “No me dejen vivir así, me ponen una inyección y ya”. Imaginen qué pedido, algo imposible de cumplir, la queremos como está.
Un día como hoy, 1ro. de octubre y Día Internacional del Adulto Mayor podría mencionar innumerables cifras a nivel mundial, nacionales y provinciales que estoy segura encontrarán en disímiles publicaciones, empero preferí mi anécdota personal, por si acaso sirve de paradigma a alguien en la misma situación.
Dos recomendaciones considero válidas en los tiempos que corren; la primera: que sí, es bueno mirar al futuro y pensar mucho en los ancianos desde el punto de vista deportivo, de cultura, salud y educación y todo lo que ello representa para elevarles su calidad de vida y a enseñarlos a envejecer; y segundo: que todo esto vaya aparejado con la visión de que el envejecimiento acelerado de la población aumenta, como sucede en Cuba y otras naciones, por lo tanto debe tenerse en cuenta un programa con vista a garantizar el reemplazo generacional, a estimular la fecundidad, y a su vez a crear las condiciones idóneas para la atención de los ancianos por la familia y la sociedad, pues habrá muchos más casos de viejecitos con Alzheimer o demencias asociadas, un verdadero desafío para los países y familiares.
La preparación para tal reto radica también en que no todos los ancianos llegan a esas edades acompañados; también hay que educar a la población porque los cuidadores son un eslabón vital en casos como estos. El cuidador tiene que cuidarse y valga la repetición de palabras, de lo contrario el anciano sufrirá las consecuencias al igual que quien lo tiene a su cargo
No se trata solo de ser bueno con nuestros padres y abuelos como pago a sus desvelos por nosotros, se trata de hacerse cargo de ellos por amor, el único sentimiento que hace posible todo, vence hasta el obstáculo más difícil y este es uno de ellos, el que mi hermano sabe sortear como manager de su buen equipo.
Texto y foto: Olga Lilia Vilató de Varona (Cuqui)
36 comentarios
Cuqui -
Veo que recién descubriste al blog y lo has cogido en serio.
Me agradan tus comentarios y fíjate, no soy capaz de criticar una decisión de alguien ante una situación como la mía porque sé el desastre económico que sufre el mundo; sin embargo, te aseguro que me jubilaría ahora mismo si tuviera que internar a mi madre. De hecho te aseguro que vive gracias a los cuidados que ha recibido, y mi hermano se lleva el mejor y el mayor de los elogios, es un hijo ejemplar y un hermano ejemplar. Tengo esa satisfacción.
Gracias por leerme y ofrecer tu criterio, recibe mis cariños...
M.Dolores Sosa -
Cuqui -
Me agradó saber de ti y mucho más que hayas entrado al blog y comentado.
También gracias por tus felicitaciones...
OFELIA BLANCO de Lopez -
Cuqui -
Andres Moran -
Cuqui -
Acabo de entrar y me encuentro con tu comentario, muy lindo por cierto, el cual te agradezco infinitamente.
También te agradezco tus elogios. Es que cuando uno escribe con el corazón suceden estas cosas.
Puede que uno encuentre casas de adultos mayores, incluso, excelentes, pero en un caso así, estoy segura que la mejor casa es la de uno, en el entorno familiar y cuidada por quienes quieren de verdad a cambio de nada.
Espero tenerte de nuevo por mi blog.
Si ves el escrito que encabeza la Portada, lo dediqué a mi padre.
Creo en la letra de esa canción de Silvio Rodríguez, que dice en una de sus partes: "Sólo el amor
convierte en milagro el barro".
Uno de los escritos en tu blog llevará un pedacito de esta canción, pues también lo merece, por allí dejaré mis huellas.
Otro abrazo para ti.
jose lopez romero -
Cuqui -
Amiga, Ayer traté de responderte, pero el blog no me daba la posibilidad de hacerlo.
Primero te saludo y te agradezco tu entrada al blog y tu comentario.
Te creo, conociste a mi Mami, y sabes bien cómo era. Te cuento que sí, sufrimos su padecimiento, pero lo enfrentamos con mucho amor y hacemos eso, tratar de alegrarle la vida con esmero. También contamos con mi cuñada: María del Carmen y su familia. La familia aumentó y para bien.
Besitos...
Maria Elena Rangel -
Cuqui -
Acabaste conmigo, qué lindo tu comentario. Sí, tienes razón, vivo orgullosa de mis padres, de ambos, son insuperables y aunque en estas circunstancias también me doy el lujo de ver a mi madre, besarla y que ella me bese también, pese a no saber quién soy, pero como dije ella es un amor.
No sé si heredé algo de ellos o no, pero también comenté en otro trabajo de mi blog cuando me refería a mi padre, el listón es demasiado alto.
De todas maneras ellos sembraron dos hijos que les dieron buena cosecha, aunque esté feo decirlo, porque mi hermano, también es insuperable como hermano y como hijo.
Gracias también por tus buenos deseos, besitos...
Alfredo -
He llegado por primera vez a tu blog con la curiosidad de siempre y aproposito de habernos reencontrado al cabo del tiempo y he podido apreciar esa dulzura que debes haber heredado de Olga Emilia para describir una situacion tan diicil de tus sentimientos intimos pero que tocan a muchos en nuestro mundo de hoy, quiero de todos modos felicitarte y pedirte qu de algun modo estes alegre, alegre por disfrutar y haber tenido una madre como ella, llena de virtudes que junto a tu papa transmitieron a Fefi y a ti y hacen posible que puedas ecsribir algo tan hermoso y conmovedor, mis respetos y toda la salud a Olga, a ti, Fefi y toda la familia
Cuqui -
lily -
Cuqui -
Tú como siempre, tan amable.
Mil gracias por esos lindos elogios y, sobre todo, por esos deseos llenos de amor y de energía positiva que tanta falta nos hacen a los seres humanos, más aún en casos así.
Carlos -
Que Dios le de a ella toda la claridad que a veces sale de una mirada y es percibida solo por quien profesa un amor como el tuyo, y que te de a ti la fuerza para enfrentar la inevitable despedida temporal hasta el ultimo encuentro.
Cuqui -
Te agradezco infinitamente tu comentario, pues viene de ti que eres un experto en la materia y eso me satisface.
Por otro lado te digo que no sé siquiera si llegaré a ser longeva, como todo el mundo, por supuesto, pero puedes estar seguro que este ejemplo no significa un comprometimiento futuro para conmigo. No pienso en eso, besos.
Jorge Balseiro -
Cuqui -
Volví sobre la respuesta que te ofrecí hace un rato porque te escribí muy rápido y me quedaron cabos sueltos y no debe ser.
Me preguntabas si sabía quiénes eran más afectados con este padecimiento, si las mujeres o los hombres. Pues encontré de todo, pero aquí te pongo las mayores coincidencias de conceptos. La enfermedad de Alzheimer da a todos por igual, sin distinguir nacionalidad, raza, grupo étnico o nivel social. Puede afectar tanto a hombres como a mujeres, aunque generalmente se da más en las féminas.
Otra cosa a tener en cuenta es que quienes tienen riesgos de padecerlo deben comer de manera balanceada, con la integración de frutas y vegetales,...algo de vino tinto, así como con la administración de varias vitaminas tales como la B12, B3, C o el ácido fólico.
Lo otro que me faltó fue recordarte que así como dices era Mima, algo muy propio de su personalidad. Es cierto que vivimos en una región dominada por el machismo, pero recuerda que mi padre jamás lo fue. Es cierto ella cuidó de todos más que de ella misma, así fue siempre y sin remedio.
Otras consideraciones serían propias de expertos, otro beso, Yo
LILY DE VARONA -
Cuqui -
Me sorprendiste. No pensé que fueras a comentar y menos hacer un análisis tan casuístico. Esa fórmula mágica que mencionas sería como la perfección de la vida, algo así como la canción Imagine, de John Lennon, ¿te acuerdas?
Tu tía no nos recuerda, pero cuando le hablo de ti llora y después se le olvida.
Fíjate que al cierre de 2011, el 18,1 por ciento de los 11,2 millones de cubanos tiene más de 60 años. La esperanza de vida al nacer es de 78 años como promedio, aunque se estima en 76 para los hombres y 80,02 para las mujeres. Nosotros vivimos más!!!
Se espera que en el 2025 en Cuba habrá menos niños y más ancianos; uno de cada cuatro cubanos tendrá más de 60 años, o sea, el 25 por ciento de la población.
Según datos que he consultado unas 130.000 son las personas que padecen Alzheimer o una demencia relacionada, en el archipiélago cubano, número que se elevará en 2,3 veces para el 2040, o lo que es lo mismo a 300.000, el 2,7 por ciento de la población para esa fecha, y es esa la primera causa de discapacidad en los abuelos de este país.
El Alzheimer es un trastorno degenerativo del cerebro, que se desarrolla durante varios años y es la causa más común de demencia.
En la actualidad, Cuba, Uruguay y Argentina son los países más envejecidos de Latinoamérica; no obstante, se prevé para el 2030 que la Isla ocupe el primer lugar en ese sentido en la región, con poco más del 30 por ciento de la población por encima de los 60 años.
Quiere esto decir, Lily, que hay mucho por hacer, aunque el Programa del Adulto Mayor, rectorado por el Ministerio de Salud Pública, por supuesto, con el apoyo de Estado, se traza tareas muy precisas al respecto, pues este tipo de padecimiento lleva consigo la dependencia, necesidad de cuidado, sobrecarga económica y estrés psicológico en el cuidador, cuestiones muy difíciles de enfrentar.
A mi modo de ver la familia, con mucho amor, es la mejor preparada para cuidar a su anciano con este problema, pues imagina a alguien en este estado en un Home como tú dices. Nunca será igual. Pero, a su vez, ese cuidador debe tener garantizado lo mínimo indispensable para que su esfuerzo sea fructífero.
No voy a darte una conferencia, pues yo tampoco soy especialista, pero si Mipri, hay organizaciones en el mundo dedicadas a este tema. De hecho el 1ro. de octubre quedó instituido como Día Internacional del Adulto Mayor en 1990 por Naciones Unidas, con el propósito de hacer conciencia sobre cómo vivir más y de una mejor manera. Besitos miles de millones de quien mucho te adora.
LILY DE VARONA -
Cuqui -
La que agradece soy yo por tu entrada al blog y el comentario.
Es como dices, el cariño hacia los ancianos debe prevalecer, eso los hace vivir más y con mejor calidad de vida.
José Roberto Loo Vázquez -
En la mía las hay, porque al final de los días, es el cariño de sus descendientes lo más importante para las personas adultas.
María Elena: -
Gracias amiga por tu delicadeza de entrar y comentar, otro abrazo fuerte para ti.
Cuqui -
Puedes estar segura de eso, la familia es insustituible en estos casos. Nadie como el que ama puede ofrecer amor.
Oriel se recupera.
Gracias por entrar y por tu opinión.
Cariños.
María Elena Javier -
Baby -
Cuqui -
Gracias por tu entrada y tu expresión. Claro que sí, ánimos!!!!!!!!!!!
angel mendoza -
Ánimos!!!!
Cuqui -
Como te conozco sé que todo lo que dices es cierto y cómo has sido con tu familia, incluso, con tus alumnos quienes no llevan tu sangre; no obstante, entregabas tus conocimientos y defendías a capa y espada. Me consta.
Ojalá te tengamos pronto por acá.
Besos miles.
Cuqui -
Mis cariños para ti también. Todo marcha dentro de lo normal con Oriel.
Gracias por tu comentario y tus bendiciones para mi mamá.
Cuqui -
Tú siempre pendiente del blog y eso te lo agradezco infinitamente, y también tu comentario.
Claro que sí amiga, el amor mueve montañas por eso algunas cosas tan difíciles como esta que pasamos con mi madre las enfrentamos mejor y dando mil gracias por tenerla, besitos
ANGEL MUÑIZ -
aixa -
Nelly -
besos Nelly