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Un cirujano para respetar

Un cirujano para respetar

El Profesor Roberto Cuan Corrales, (76 años de edad). Comenzó sus estudios de Medicina en la Universidad de La Habana en el año 1953 y terminó en el 1962, porque la Alta Casa de Estudios cerró por más de dos años. Luego se especializó en Cirugía General en el Instituto Nacional de Cirugía y Anestesiología, de la capital, en el antiguo hospital de Emergencia. Terminó en diciembre del año 63 y de ahí vino a trabajar al municipio camagüeyano de Florida, hasta mediados del año ‘67 que marchó hacia Ciego de Ávila como director de su hospital y en el ’68, al iniciarse la docencia, lo trasladaron para acá, para el "Manuel Ascunce Domenech", hasta nuestros días.

Con especial fervor dijo: “He tenido el honor de ser fundador de la docencia aquí en la provincia, junto a los Profesores Odrey Ravelo, Oliverio Agramonte, Orlado Zamora y el fallecido Raúl Respall. Desde entonces trabajamos aquí en la formación de alumnos. Empezamos la docencia con cuatro internos, que hoy en día son médicos especialistas y con muchos años de graduados. Participo en tribunales de exámenes de especialistas, de alumnos, y presido el Tribunal Estatal Nacional de Cirugía General que se realiza en Camagüey.

“Todos estos años me he dedicado a trabajar en nuestra especialidad, en la formación de estudiantes para garantizar el futuro. Los 50 años de graduado en abril del 2012, los celebraré de una manera muy especial, por ser el mío el Curso de la Generación del Centenario

“Hoy, en una fecha tan especial quisiera haber alcanzado todo lo que soñé como médico, como cirujano y como Profesor y espero que lo haya logrado, aunque aún nos quedan otros por formar y estaré activo mientras pueda y me necesiten. Siempre recuerdo con afecto al Profesor Gerardo de la Llera, fundador de la docencia en Camagüey con nosotros, que hace pocos días estuvo aquí. Él reside en la capital”.

—Usted que ha viajado, ¿puede hacernos alguna comparación de los servicios de la salud?

—He vivido de cerca la Medicina en el capitalismo, en Etiopía la Medicina se paga. Allí tropecé con personas que no podíamos atender porque no tenían dinero, eran los más infelices.

“Una vez vi a un herido en el abdomen por arma blanca, con afectaciones en el colon y estuvo varias horas tirado en el hospital porque no podía ser atendido, no tenía dinero y falleció. Eso lo sufrí mucho, estoy acostumbrado a otro tipo de Medicina.

—¿Su mayor satisfacción?

—Recuerdo a un muchacho de solo 16 años en el hospital de Emergencia en La Habana, con una gangrena gaseosa en una pierna, que no se le amputó pero estuvo muy grave. Se salvó, hoy tiene casi 60 años y todavía se recuerda de aquello y es muy agradecido con uno. Es algo que rememoro porque fue la primera vez que choqué con esta enfermedad, se salvó y ha mantenido contacto conmigo.

“Además, me satisface que conocí a José A. Echeverría, a Fructuoso Rodríguez y a otros líderes de las luchas estudiantiles.

Por su puesto, también por tener dos hijos y ambos son médicos, incluso uno de ellos cirujano”.

Datos necesarios: Es Profesor Titular y Consultante, especialista de 2do Grado en Cirugía General, Profesor e investigador de Mérito, Jefe del Grupo Provincial de Cirugía y presidente de las Sociedades Científicas aquí.

Ostenta las distinciones Por la Educación Cubana, Jesé Tey, Frank País de 2do. Grado, miembro de Mérito de la Sociedad Cubana de Cirugía y de la Internacional de esa especialidad. Vanguardia Nacional en 1984 y 1985.

Cumplió misión internacionalista en Etiopía, 81-83, como Profesor en Addis Abeba, antes estuvo en el hospital Marie Lannelongue, de París, Francia, en el entre 1976-77, y en 1985 estuvo en el hospital Motol de Praga, en la entonces Checoslovaquia.

 

Autora: Olga Lilia Vilató de Varona

Foto: Otilio Rivero Delgado

Corrección: Oriel Trujillo Prieto

5 comentarios

Cuqui -

Hola Roberto, le acabo de responder por Facebook. Trataré de contactar con el Profesor Roberto Cuan, o con uno de sus hijos que igual es cirujano porque él está jubilado.
Cualquier detalle le hago saber y si quiere me deja una dirección de correo para responderle...

Roberto Olmedo -

De antemano le quiero enviar un cordial saludo desde México y el motivo por el que me estoy comunicando es con el fin de solicitarle de la manera más respetuosa le pudiera preguntar al distinguido Dr. Roberto Cuan Corrales si tiene conocimiento de que un sujeto de nombre Gabriel Silva muestra documentos sellados y firmados por varios doctore cubanos en el año 2005 en Camagüey; ahí aparece el Dr. Roberto Cuan Corrales como uno de los que abalan múltiples curaciones con pirámides hechas con aluminio y que muestra como pruebas contundentes de que todos estos Dr. Han utilizado y siguen utilizando las pirámides en todos los hospitales de cuba y que van de muchas partes del mundo a recibir cursos y pruebas de que las pirámides que vende en España están avaladas por todos estos prestigiados médicos cubanos; de antemano le envío un cordial saludo y espero recibir noticias muy pronto del Dr. Roberto Cuan Corrales.

Cuqui -

Maria Tagarro:
Le hice llegar su comentario al Profesor Cuan, mediante su hijo y ambos, dijeron sentirse satisfechos.
Especialmente él le ofrece su gratitud y cariño. Gracias.

Cuqui -

María:
Primero le agradezco su entrada al blog.
También los elogios hacia el Dr. Cuan, todos merecidos.
Le prometo le haré llegar su comentario para que él sepa cuánto lo admiran, lo quieren y lo respetan.
Un saludo.

Maria Tagarro -

Mi muy querido profe Cuan, desde que tenia 14 años que le conoci de oido en casa cuando opero a mi abuelo se convirtio en mi idolo, lo fue lo es y siempre lo sera, cuando comence la carrera de medicina me hice su alumna ayudante de cirugia y no saben cuanto disfrute cada operacion que pude instrumentarle, siempre tan limpias y bonitas, ademas de bien hechas claro esta, sobre todo sus tiroides, me encantaba verle operar tiroides.
Para mi es y sera siempre el mejor.
He sabido que hace poco se jubilo y le deseo todo lo mejor del mundo y eterna salud al la lado de su entrañable familia.
Mi profe Cuan,no hay una ocasion que hablando con algun colega de mis años de carrera deje pronunciar su nombre. Le admiro demasiado.
Un abrazo fuerte a mi Profe con todo mi cariño de siempre.