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Una guardiana de la salud

Una guardiana de la salud

El Día de la Medicina Latinoamericana  se celebra hoy 3 de diciembre por el nacimiento, en esa fecha de 1833, de Carlos J. Finlay y Barrés, en la otrora Villa de Santa María del Puerto del Príncipe, hoy Camagüey. En Cuba, esa jornada sirve de estímulo para reconocer de manera particular a los trabajadores de la Salud, es su Día.

Por ese motivo pedí a la doctora Alina María León de la Torre, especialista de 2do. Grado de Medicina General Integral (MGI), fundadora del Programa del Médico y Enfermera de la Familia, el compartir algunas de sus experiencias y qué la ha motivado a mantenerse en uno de estos consultorios casi por 30 años. Hoy labora en el No.11 del área de Salud Ignacio Agramonte.

“Fue una idea de Fidel y una época muy bonita, el grupo se enfrentó entonces a algo desconocido totalmente, y concebido para la promoción, prevención, diagnóstico y rehabilitación de la población. Me enamoré de esa posibilidad de hacer que las personas cambien sus estilos de vida por una mejor salud, y por ese principio de la dispensarización llegué a quienes están sanos, a aquellos con riesgo de enfermar, y también a los enfermos o discapacitados. Es un universo muy amplio.

“Como especialista tengo un trabajo muy integral, no solo consulto y hago terreno (visitas a los hogares), sino que interconsulto con la especialidad básica o no básica, visito a los pacientes ingresados en el hospital y si fuera preciso discuto mis puntos de vista del diagnóstico en la atención secundaria.”

La también Profesora Auxiliar y Master en Atención Integral a la Mujer, apuntó como algo beneficioso de su especialidad que conoce al individuo de una manera integral, sabe dónde y cómo vive y qué debe hacer para mejorar su calidad de vida. “Veo a la mujer desde antes de concebir a su hijo para orientarla hacia una maternidad responsable, luego la sigo durante su estado de gestación; después al bebé a quien veo crecer hasta que llega a la adultez. Por supuesto, esto se logra si uno se mantiene a través de los años, como ha sido mi caso”

La Dra. Alina fue iniciadora igualmente de la docencia en la Atención Primaria de Salud por lo cual forma parte del claustro de Profesores de la Universidad Médica Carlos J. Finlay de esta ciudad, donde ofrece sus conocimientos a estudiantes de 1ro. hasta 6to. año de Medicina y de Postgrado.

“He tenido la oportunidad de superarme. Participé en los diez seminarios internacionales de Medicina Familiar, y en el Tercer Congreso de Medicina Familiar celebrado en Cuba, donde formé parte del tribunal en dos ocasiones y presenté trabajos en otras, todo lo que garantiza que me mantenga dentro de la investigación, además, de tener una función gerencial, por ser el Médico de Familia el responsable del binomio de trabajo que comparte con la enfermera.

“Fui fundadora del Grupo Provincial de Medicina Familiar en Camagüey en 1993 y responsable de la Sociedad Científica de esta especialidad aquí hasta que partí hacia Honduras en el 2003 por dos años y medio, allí me desempeñé en lo asistencial y la docencia, porque asumí el cargo de Metodóloga Nacional de Docencia y atendí a residentes en formación de Medicina Familiar. En el 2007 estuve en Venezuela, por tres años y medio, donde participé en la asistencia y la docencia, con la responsabilidad de una región con nueve áreas de Salud o Centros de Diagnóstico Integral (CDI) y del Comité Nacional de Medicina General Integral”.

Hija de uno de los grandes Profesores de la Medicina, el Dr. Rafael León Díaz, especialista en Cardiología, ya fallecido, dijo que él ha sido el ejemplo a seguir en su carrera y contra cualquier pronóstico la apoyó para que continuara en la Atención Primaria de Salud.

“Pienso que todo galeno en formación debe ser Médico General Integral porque aprende a observar al individuo desde el punto de vista bio-psico-social”. Empezaron ocho en la policlínica Ignacio Agramonte, donde se inició este Plan, de los cuales solo dos siguen como médicos de familia.

“Me inicié en el reparto de Garrido, dirigí un Grupo Básico de Trabajo y pasadas las misiones internacionalistas volví a la especialidad. Me mantengo en el mismo reparto, pero con diferente población.

“En los 29 años de experiencia he visto crecer a la población que atendía antes y a la actual, eso es lindo. Vi nacer a muchos y ya son jóvenes a los cuales sigo. Eso me satisface, algunos han sido hasta alumnos de Medicina a quienes les he impartido clases.

“Empecé muy joven, pero el pueblo en mí, había mucha intersectorialidad, eso me ayudó a fortalecerme. En aquel entonces eran 120 familias con alrededor de 500 habitantes y hoy atiendo a 1 600. En este momento es un reto, hay que trabajar mucho, mucho.

“Tengo múltiples tareas como docente, participo en los tribunales de Maestría y de la especialidad de 2do. Grado, en la reacreditación docente en la provincia, en las inspecciones a los municipios, porque hay que ganar en la calidad de los servicios.

“Los ingresos domiciliaros evitan recargar a los hospitales y estoy en contra de eso que dicen del exceso de papeleo. El médico de Familia llena la hoja de cargo, la historia clínica individual y la familiar, tres documentos necesarios y cotidianos”.

 “En los 29 años de graduada nunca he tenido fallecidos menores de un año ni muertes maternas en las áreas que he estado, solo recuerdo un bajo peso al nacer. Participé en la creación de los círculos de abuelos, doy seguimiento a personas con enfermedades crónicas no transmisibles, y hago pesquisas para detectar enfermedades infecciosas como el dengue o el cólera.

 “Garantizo el examen físico para detectar algunos tipos de cáncer a tiempo e inculco a la población el cambio de modos de vida tóxicos y que llevan a esta enfermedad, también apoyada por el equipo de salud mental del Centro Comunitario.

 “Me siento realizada como Médico de Familia, soy defensora de esta especialidad y quisiera que las nuevas generaciones sintieran lo mismo, bajo el conocimiento de que tienen que consagrase para llegar a ser lo que quería Fidel: el guardián de la salud y eso hay que lograrlo”.

 

Autora: Olga Lilia Vilató de Varona (Cuqui) 

Foto: Orlando Durán Hernández

3 comentarios

Justo de Lara Abad -

Mi querida Cuqui, mucha alegria al leer tu blog que siempre ojeo, pero, en realidad al hablar sobre Alina hija de mi profesor y padre tambien Rafael Leon Diaz me embulle a escribir unas notas, tambien en este dia nos publicaron un documento que el elaboro sobre la electrocardiografia que aparece en la revista cubana de cardiologia. Considero la Medicina General integral es una especialidad de gran valor en la medicina actual y la participe de los principales logros de la salud cubana. En ocasiones cuando hablo con mis residentes les expreso que si los MGI como les decimo a nuestros profesores de Medicina General Integral tomaran mas en sus manos a los pacientes que han sufrido un infarto los resultados serian mucho mejores. Te envio un saludo a ti, junto a Maruja, Alina, Maria Hortensiaa y Rafaelito estas notas que engrandecen a nuesto profesor Rafael, el Profe Leon como todos conocemos y queremos. Vale. Justico Febrero 16, 2014 a las cuatro pm

Cuqui -

Esperancita:
No te equivocas, la Dra. Alina es una gran mujer y una gran profesional. Ha dedicado su vida a la profesión heredada de su padre.
Te agradezco, como te digo en las últimas ocasiones, por tu fidelidad al blog, y por las felicitaciones que me dedicas, mil gracias...

Esperanza Manresaes -

Linda trayectoria de esta gran mujer, porque ser médico y mujer es un reto inmenso,y cuando se a llegado a lugares tan cimeros tanto en lo profesional y como persona doble sus méritos y valores, gracias mi querida amiga cuqui por regalarnos cómo siempre con tus lindos trabajos periodísticos el conocer a grandes personalidades de nuestro Camaguey, a la vez felicito a todo el personal de la salud y a ti que aunque no eres médico le estas dedicando tu vida a llevar al mundo los valores de la medicina cubana.FELICIDADES!!!!!