Camagüey dice NO a la violencia
A la extrema izquierda el Master en Psiquiatría Social José Vázquez dirige el debate.
Un grupo multidisciplinario que conforma el Centro de Atención Integral contra la Violencia de todo tipo, radica en ese añejo e imponente Museo Ignacio Agramonte de la Avenida de los Mártires, en la ciudad de Camagüey.
Allí se respira un ambiente apacible, amoroso como esa unión que conocemos de dos seres tan queridos como Ignacio Agramonte, prócer de la independencia contra España y su amante esposa Amalia Simoni; también emerge la cultura y educación de los camagüeyanos, de las cuales tanto nos enorgullecemos.
Entre esa fuerte arquitectura del vetusto inmueble se escucharon varias voces, todas con un mismo fin, el de luchar hasta la saciedad contra la violencia en cualquiera de sus formas; allí encontramos a sus guías con vasta experiencia en el asunto y son ellos: la Dra. María Victoria Jay, especialista en Psiquiatría y el Master en Psiquiatría Social José Vázquez, ambos trabajadores de la Salud Pública que ven el problema, sí, porque la violencia es un problema, desde una óptica más general, no solo desde su sector.
Por eso el equipo está integrado por representantes de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC), líderes naturales de la comunidad, religiosos y los medios masivos de comunicación.
Desgraciadamente ese ambiente que emana desde el sitio mencionado no coincide con la sociedad toda y está demostrado que violencia no es solo el que un hombre viole a una mujer, o que un adolescente maltrate a su novia, y que la violencia en sí misma no se basa nada más que en golpes a mujeres o a vivir de ellas mediante la prostitución.
Este fenómeno tan llevado y traído como una suerte de fantasma lo encontramos en cualquier parte y muchas veces no lo vemos por lo cotidiano que se ha tornado, además, no se basa solo en la violencia de género.
En nuestra sociedad, esa que ha recibido tanta instrucción facilitada por el Estado cubano, encontramos violencia intrafamiliar, laboral, contra los niños, en una guagua, en fin, serían innumerables los casos.
No soy especialista en el tema, pero con la licencia de quienes sí lo son, me atrevo a opinar que este grupo da los primeros pasos en tratar de disminuir, al menos, tan degradante práctica; e incluso, relacionaré algunos criterios muy personales, sin llegar al extremo de creer en la perfección.
Si un matrimonio se insulta delante de sus hijos, allí hay violencia entre ellos y contra sus hijos; sin un hombre manda a callar a su pareja lo hace igualmente; y si la ignora, lo mismo.
Llevar a su hijo al círculo infantil y “soltarlo como una papa caliente” porque se le hace tarde para entrar al trabajo, usted está siendo violenta (o) contra ese niño que no tiene culpa alguna; y si a la hora de buscarlo no le ofrece ni un beso, lo hala por los brazos y lo lleva en las puntitas de sus pies para adelantar la comida o porque tiene una reunión, también maltrata a su hijo.
Cuando unimos todos estos “poquitos” se hace grande la impunidad ante hechos que hastían. Muchos coinciden en que: “entre marido y mujer nadie se debe meter”, o en que: “cada cual en su hogar hace lo que mejor le plazca aunque sea maltratar a su familia”.
En nuestro ambiente de calles adoquinadas, bellas iglesias, plazas y tinajones de barro hay que hacer más desde el hogar; la familia es vital en la formación de la personalidad de sus pequeños y, por supuesto, en las escuelas, con un énfasis especial en las primarias y las secundarias, de esto dependerá el futuro de la nación.
Pero la violencia va más allá. Cuando la gente se pasa de “tragos” viene la violencia y después los “perdones” y si de drogas se trata, ni hablar, de no desintoxicarse a tiempo ese cerebro puede quedar dañado para toda la vida, hacer su propia existencia imposible y de quienes más lo quieren.
Por todo esto y más es que el equipo recién estrenado se empeña en promover estilos de vida sin violencia, con una mayor equidad de género, con la inclusión de los niños y adolescentes.
Todos los lunes a partir del día 11 de marzo a las nueve de la mañana el Museo… abrirá sus puertas a consultas y capacitaciones, discusiones de casos donde colaborarán especialistas de instituciones pertenecientes a los ministerios del Interior, Justicia, Salud Pública, Educación Superior, por estar relacionados con estudios sociales vinculados con el tema.
Desde el mismo día de la apertura los líderes del equipo comenzaron sus tareas de capacitación hacia el resto de los integrantes, fue debatida la película cubana: Pablo, de la que hubiera podido estarse opinando horas.
Allí atenderán cada lunes desde las nueve de la mañana a las personas necesitadas de los servicios de consejería.
La camagüeyana Esther Quintero Labrada, líder histórica del Ecumenismo en Cuba, calificó a este grupo de trabajo como: “Un faro de luz que tantos náufragos están esperando”.
Texto y foto: Olga Lilia Vilató (Cuqui)
Si tiene alguna inquietud acerca del tema puede comunicarse directamente con el Master en Psiquiatría Social José Vázquez, mediante su e mail:
4 comentarios
Cuqui -
Esperanza Manresa -
Cuqui -
Me sorprendiste, te agradezco seas tan fiel a mi blog y sé que estos temas te apasionan, eso me consta.
No lo pongas en duda. Este Grupo está muy entusiasmado. Los líderes están comprometidos con capacitarnos a los que tenemos menos experiencia y todos encaminar nuestros pasos hacia una sociedad mejor, llena de paz y amor, besitos amiga-prima...
mirtha nancy perez rodriguez -