Mis imprescindibles y son más
El 3 de diciembre es un día muy especial para mí. Desde hace alrededor de 30 años atiendo, como decimos en el argot periodístico, al sector de la Salud. En todo este tiempo han sido más las alegrías que las tristezas. He sido testigo del conocimento, amor, entrega, desinterés, humanismo y solidaridad de tantos y tantos, que me es imposible mencionar hoy, Día de la Medicina Latinoamericana, pero sí recordar, y algo muy importante, que todos fueron formados sobre el mismo legado de Carlos J. Finlay, nacido en esta fecha hace 182 años.
Incluso, algunos que ya no están y conocí desde que tengo raciocinio. Mi padre, abogado, era amigo de algunos médicos, y esos eran los que atendían a mi familia y a sus “niños” —mi hermano y yo—. En ese caso recuerdo al Dr. Abdón Moretón y a Mario Acosta Sóñora (fallecidos los dos); ellos vivían para sus niños.
No puedo olvidar al Profesor Jorge Dieppa Recio —ya fallecido—, todo un Clínico a respetar. Igual no está entre nosotros el Profesor Sergio Vega Basulto, que cuando partió tan tempranamente me dije: “Perdí a mi médico, pero sobre todo a un amigo”. Pensamiento que coincidió ante la desaparición física del Profesor Rafael León Díaz, pese a no ser tan joven.
Justo de Lara Abad, el Cardiólogo de mi madre, también mi amigo. El Profesor Manuel Oliva Palomino, mi Pediatra aunque otros me lo disputen, yo digo que es mío y punto, porque lo ha sido de mi hijo, sobrinos y muchos niños, porque es de esos amigos —y valga la repetición porque no encuentro otro calificativo— a los que en lugar de placeres les he dado trabajo, como a Norma Hernández, también Pediatra y en mi familia. Todos, alguna que otra vez, estuvieron a mi lado. Nunca los vi apurados. Parecía que nacieron para dar sin recibir algo a cambio.
Ese que le salvó la vida a mi madre a la edad de los cuarentaitantos años, que es el Dr. Floro Cepero Muñoz, especial entre los especialistas de la Oncología en Cuba, como lo es en la Clínica Rafael Pila Pérez, Fermín Casares en la Neurología, Raúl Romay en la Angiología y Cirugía Vascular, y Lisandro Vila, en la Oncología de cabeza y cuello.
Me parece ver a los doctores Félix González González, ese que pacientemente me ve cada seis meses, a Francisco Fernández (Paquito), quien me dio la noticia de mi vida: “Estás embarazada”, a Matilde Landín, mi excelente Oftalmóloga y mis amigos de los años el Cirujano Ramón Romero y Rafael Serrano, quien fue tan importante para mí en etapas difíciles.
Qué decir de Víctor Pacheco, a quien le digo de vez en cuando: “No te destiñes” y él sabe el porqué; a Jorge T. Balseiro, ese que es el mismo desde las aulas del Preuniversitario; Hipólito Izquierdo, Zazo para mí desde muy pequeña y a quien le decía: “No te hagas especialista en esto o lo otro porque hablas muy rápido” y él reía; y ¿qué decir de aquellos 14 que conocí a su regreso de África Occidental luego de ir a combatir el Ébola?
Me atreví a mencionar nombres con el riesgo de no relacionar a otros, lo juro, no por olvido, sino por la imposibilidad de lograrlo, ¡son tantos! Y sí con la seguridad de que no habrá quien se sienta por ello. Nunca los he visto detrás de los reconocimientos, estos son válidos, pero no los que movieron hasta sus más ínfimas células por ofrecer bienestar a sus semejantes, conocidos o extraños, no importa, con enfermedades inocuas o contagiosas, tampoco importa.
Casi todos los mencionados y los que no, han aprendido no solo de Medicina sino también a comer a deshoras, a dejar de dormir lo adecuado, inventar y reinventar ante la falta de algún medicamento o producto para exámenes complementarios.
Todos han sido y son herejes, sí, herejes cuando ellos enferman, no creen en lo que les viene encima, siguen y siguen a veces hasta sin poder. Son realmente los imprescindibles.
Autora: Olga Lilia Vilató de Varona (Cuqui)
5 comentarios
E.Navarro -
Cuqui -
Sabe que Ud. es de las imprescindibles, ahora mismo lo demuestra al ofrecer sus servicios y toda su sabiduría en confines tan lejanos de su Patria, mi felicitación y cariños
magda -
Cuqui -
Enrique Atiénzar Rivero -