Si hoy decimos que el hospital universitario Manuel Ascunce Domenech estuvo 16 años en construcción —desde 1946— pudiera parecer ciencia ficción; pero si a eso le añadimos que durante ese tiempo transcurrieron los gobiernos de Grau San Martín, Prío Socarrás y Fulgencio Batista, quizá se entienda mejor, porque los créditos destinados para la obra se fueron de entre las manos de tantos y tantos corruptos que serían imposibles de enumerar.
En las páginas del Adelante impreso, periódico local que era diario, del 5 de diciembre de 1961 ya se anunciaba que la institución llevaría el nombre de Manuel Ascunce Domenech, como una manera de rendir tributo al mártir alfabetizador, como acuerdo adoptado por los médicos camagüeyanos y el 14 de enero de 1962 quedó inaugurado por el entonces ministro de Salud Pública, Dr. José Ramón Machado Ventura.
Han pasado 55 años; quiere decir que esa ilusión de más de una década terminó para convertirse en escenario útil después del triunfo revolucionario de 1959, con unas 700 camas, seis salones de operaciones, el quinto piso destinado a los niños y otros servicios para ser ofrecidos a la población de manera gratuita.
NO SOLO NÚMEROS
Por lo general las cifras tienden a agobiar, sobre todo si de matemáticas no se trata; sin embargo, urge señalar que en los últimos años sobresalió el proceso inversionista destinado a este centro en el cual se han visto beneficiadas casi todas sus salas, ahora con uno de gastroenterología renovado, uno nuevo de rehabilitación y para este año queda el de la sala polivalente de la terapia intensiva con 20 camas, contigua al cuerpo de guardia y otra de oncología prevista en el sitio actual de la terapia intensiva.
La renovada sala de gastroenterología cuenta con el Colangiopancreatografía retrógrada endoscópica (CPRE), para examinar la vías biliares y pancreáticas; y otros equipos.
En el recién finalizado 2016 el presupuesto para las inversiones, mantenimientos y la adquisición de equipos médicos de alta tecnología, con especial énfasis en los utilizados en anatomía patológica, algunos para la rehabilitación, microscopios para el quirófano y otros, y los no médicos fue de un millón 170 000 pesos.
Aquí son brindados 38 servicios de salud y 27 propiamente médicos, de los cuales están regionalizados el de imagenología, el de gastroenterología, con procederes de cirugía endoscópica mínimamente invasiva; y la neurocirugía, por solo mencionar algunas.
De acuerdo con los datos ofrecidos por el Doctor en Ciencias Médicas Miguel E. García Rodríguez, su director, tiene bajo su égida a 2 274 trabajadores, de estos 674 galenos, 515 enfermeras (os), y los restantes son otros profesionales y técnicos de la Salud.
Su plan quirúrgico asciende a las 25 000 intervenciones al año, mientras en el 2016 se reportaron 25 080. Los casos de fracturas de cadera con criterio de ser operados antes de las 24 horas se cumplieron al 100 por ciento, la mayor parte en personas que pasan de los 60 años de edad y los trasplantes superaron los del año precedente, uno de ellos en edad pediátrica y en breve comenzarán con donantes vivos, aseguró, con ventajas que superan a cuando se recibe de un fallecido, pues disminuyen los rechazos del cuerpo al órgano, se reduce el tiempo de espera en hemodiálisis, y ocurre igual con el período de inactividad del riñón donado. Los destalles de la asistencia de mínimo acceso requieren de mención aparte.
Como no se escapa allí a las exigencias de las comunicaciones actuales, cuenta con su sala de navegación de Internet, que sirve para la superación de los profesionales, con la expectativa de una de videoconferencias, incluso, para interconsultas nacionales e internacionales.
Los ingresos sobrepasaron los 16 000, las consultas externas, las 115 600, y los pacientes vistos en cuerpo de guardia los 135 600.
20 AÑOS DENTRO DE LOS 55
El Dr. Israel González Moya, especialista de Segundo Grado en Cirugía General, Profesor Asistente, Máster en Urgencias Médicas y jefe de esa asistencia de mínimo acceso desde su apertura hace 20 años, no podía faltar. Esa asistencia comenzó en 1996 para enfrentar las intervenciones quirúrgicas de vesícula y algunas ligaduras; no obstante, ya exhibe 19 000 intervenciones, con alrededor de mil casos anuales, pero ahora con todas las relacionadas con la ginecología, del hiato esofágico, hernia hiatal y otras nuevas técnicas por vía toracoscópica y con la posibilidad de desarrollar las catalogadas de urgencia, para lo que requieren de algunos equipamientos.
El Dr. Israel González encabeza el equipo médico en una colecistectomía laparoscópica (extirpar la vesícula biliar).
Las contraindicaciones para este tipo de abordaje quirúrgico son muy pocas. Ya no constituyen obstáculos ni la obesidad, ni el haber sido intervenido con anterioridad. Son 11 los cirujanos entregados a esta praxis, y los mayores responsables de un índice de complicación por debajo del uno por ciento, e igual en las denominadas de conversión —aquellas en las que se acude a la cirugía convencional por alguna causa imprevista—, en ambos casos a la altura de los mejores centros de este tipo en el mundo.
En esa sala, dotada de ocho camas, ofrecen prestaciones de turismo de salud a extranjeros, cursos a profesionales de otras naciones, y todos los residentes en la especialidad de cirugía salen entrenados en el proceder de mínimo acceso que favorece tanto al paciente como a la economía del país, pues las personas beneficiadas, en la mayoría de los casos son tratadas de manera ambulatoria o de muy corta estadía hospitalaria.
El licenciado en Enfermería Alexis Torrens Llanes atiende a Leydis Domínguez de Florida, recién operada de vesícula. La madre de la paciente tuvo palabras de elogio para el colectivo, quien destacó la profesionalidad, organización y limpieza del servicio.
UNA MIRADA HACIA EL ANIVERSARIO 60
Con vista a esperar el aniversario 60 se trabaja en un programa de desarrollo, en el que pretenden aumentar la pirámide docente actual que es de 202 profesores, de estos siete con categoría de Doctor en Ciencias Médicas; 11 de Titular; 60, Auxiliar; 68, Asistente; 63, de Instructor; 203 son Másteres; 1 593 estudiantes de Pre-grado; y superan los 300 de Post-grado, el personal capacitado está, solo que debe proponerse elevar el número en cada una de las naturalezas científicas. Actualmente los profesionales internacionalistas suman más de 130, en 28 países.
También se prevé el entrenamiento de sus profesionales en procedimientos que aún no realizan por diversas causas y pueden hacerlos, y aspiran a incrementar el equipamiento, y de acuerdo con las dos principales causas de muerte, que son el cáncer y las enfermedades cardiovasculares, se impone llegar a un nivel más alto de soluciones en las enfermedades del corazón, y en las oncológicas.
Una constante para directivos y trabajadores en general es hacer galas de esa Universidad que lleva implícita y el Dr. García, también cirujano y Profesor Titular hace hincapié en la sólida relación que mantienen allí la asistencia, la docencia, los ensayos clínicos y la investigación.
Las consultas externas serán acercadas a la Atención Primaria de Salud y la geriátrica igual debe fortalecerse en ese nivel, con el aumento de los ingresos domiciliarios y de los cuidados paliativos en sus casas con las condiciones adecuadas. En la secundaria se persigue cumplir con el propósito de recibir los casos que verdaderamente lo requieran y eso elevará la calidad de los servicios.
UNA ACOTACIÓN…
Este hospital se me antoja como un gigante de la Salud, por sus auxilios, sus profesionales y técnicos, esos que entregan sus días y sus noches por el bien ajeno, la preocupación ante una queja, y por esa necesidad de ser cuidado por todos, trabajadores, enfermos y sus familiares, solo así llegará a sus otros 55 por venir en bien de camagüeyanos y de un poquito más allá de frontera.
Autora: Olga Lilia Vilató de Varona (Cuqui)
Fotos: Orlando Durán Hernández